Caro Mallén de Soto, Ana (s. XVII).
Poetisa y dramaturga española, una de las más brillantes y conocidas del Siglo de Oro español. Sin embargo, a pesar de que su obra gozó en su día de una gran estima por parte del público y de sus compañeros de profesión, apenas nos han llegado datos acerca de sus circunstancias biográficas. Se ignora dónde y cuándo nació, y se supone que debió de morir al comienzo de la segunda mitad del siglo XVII, en fechas cercanas al fallecimiento del caballero granadino don Juan Caro Mallén de Soto, caballerizo mayor de la Marquesa de Villanueva de Valdueza, doña Elvira Ponce de León. Se supone que dicho caballero, muerto en 1655, era hermano de doña Ana, de la que no se tiene más noticia a partir de esta fecha.
Doña Ana Caro de Mallén, conocida como la «décima musa andaluza» entre sus compañeros de oficio, fue celebrada por doña María de Zayas y Sotomayor(con quien sostuvo una estrecha amistad), por Alonso de Castillo Solórzano, por Luis Vélez de Guevara (que dejó un retrato suyo en El diablo cojuelo) y por Rodrigo Caro, quien la incluyó entre sus Varones insignes en letras naturales de la ilustrísima ciudad de Sevilla (1635). Allí, la describió como «insigne poetisa que ha hecho muchas comedias, representadas en Sevilla y Madrid y otras partes, con grandísimo aplauso, en las cuales casi siempre se le ha dado el primer premio«.
De la producción poética de doña Ana Cara Mallén de Soto sólo se ha conservado su poesía de circunstancias, siempre ceñida a las relaciones que hizo por encargo, o para presentarse a algún certamen. Se trataba de descripciones en verso de fiestas religiosas o cortesanas, o de conmemoraciones de victorias bélicas, nacimientos regios, canonizaciones y demás sucesos dignos de feliz recuerdo. Así, en 1628 escribió su primera obra conocida, la Relación poética de las fiestas celebradas en el convento de San Francisco en Sevilla. Ya por aquel entonces debería de atender a los encargos que le llegaban de la Corte, a la que es probable que se trasladase en 1637, para participar en la fiestas del Buen Retiro. Pero nunca perdió el contacto con Sevilla (ciudad en la que ubican su nacimiento algunos estudiosos de su obra), cuyo Cabildo catedralicio contrató sus servicios para que solemnizase con sus autos sacramentales las fiestas del Corpus de los años de 1641, 1642, 1643 y 1645.
Su obra dramática, falta de cualquier originalidad (pues se sujeta siempre a los postulados teatrales de su tiempo), refleja, en cambio, a una dramaturga versátil y vigorosa, capaz de moverse con soltura por géneros tan distintos como el auto sacramental o la comedia de enredo. Respecto a los títulos concretos, sabemos que escribió La puerta de la Macarena y La cuesta de Castilleja, dos autos sacramentales que se han perdido. Mejor suerte mereció una Loa sacramental representada en Sevilla el día del Corpus Christi de 1639, que además fue publicada en dicha ciudad en el transcurso de aquel mismo año. Escrita en romance, presenta a un portugués, un francés, un morisco y un negro que, en su peculiar pronunciación del castellano, se deshacen en elogios hacia Sevilla, la Religión y el Santísimo Sacramento. A pesar de ser una pieza de encargo, meramente circunstancial, tiene un gran valor como fresco lingüístico de las diferentes jergas habladas por aquel entonces en Sevilla.
Pero las dos piezas que han legado a la posteridad el nombre de doña Ana Caro Mallén de Soto son las comedias Valor, agravio y mujer y El conde Partinuplés, ambas compuestas de tres jornadas y escritas en versos de variadas medidas. Además, se le ha atribuido también una comedia titulada Peligro en mar y tierra, que hoy en día se considera perdida.
Valor, agravio y mujer, que fue publicada en varias ocasiones durante el siglo XVII, sitúa su acción en Flandes y en Bruselas, dentro de una corriente temática que presenta a la mujer disfrazada de hombre, para vengar así la afrenta o reparar el daño causados a su honor. Frente a otras obras similares de su tiempo (como el Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina), Valor, agravio y mujer no muestra a una autora demasiado interesada por el enredo de las situaciones, sino más bien preocupada por dotar a su protagonista femenina de una vigorosa caracterización psicológica.
El conde Partinuplés está considerada la obra cumbre de la producción dramática de doña Ana Caro Mallén de Soto, y como tal fue tratada ya en su época, pues mereció el honor de ser publicada en 1653, dentro del famoso Laurel de Comedias.Quarta parte de diferentes autores, de Diego de Balbuena. Se trata de una comedia caballeresca, ubicada en Constantinopla, en Francia y en ciertos lugares imaginarios (como un castillo encantado), que intenta recrear el mundo medieval propio de los ciclos artúrico y carolingio. Es una pieza dramática cuya conseguida espectacularidad requiere grandes alardes de luces y tramoya, lo que la aproxima a la comedia de magia que tanto gustará a finales del XVII y comienzos del XVIII. En ella, y a pesar del tributo rendido al mundo caballeresco, las mujeres llevan todo el peso de la acción, para reducir a los personajes masculinos al papel de meros comparsas, siempre sujetos a todas las decisiones de las protagonistas.
Bibliografía
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HORMIGÓN, Juan Antonio (dir.) Autoras en la Historia del Teatro Español (1500-1994). (Madrid: Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España, 1996).