Campiña, Fidela (1894-1983).
Cantante de ópera española nacida en Tijola (Almería) el 28 de enero de 1894 y fallecida en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1983. Esta consistente soprano se caracterizó por la perfección de su escuela de canto, la extensión de su voz y sus muy apreciables dotes interpretativas. Estas cualidades, junto con una sólida vocación internacional, hicieron de ella una de las más apreciadas figuras operísticas de su tiempo.
Siendo una niña su familia la trasladó a Madrid para que estudiase en el Conservatorio de la capital. Recibió lecciones de canto del exbarítono Ignacio Tabuyo, maestro de numerosos cantantes de éxito. En 1913 ya estaba preparada para su primera aparición ante el público, que sería en el Teatro Real, en el papel de Margarita de la obra Mefistófeles. A continuación actuó de Elsa en Lohengrin. En las temporadas siguientes consolidó en Madrid su cartel de gran artista, al mismo tiempo que se lanzaba a la conquista de otros escenarios: en Barcelona, con la representación en el Liceo de La Africana y La Bohème; La llama en el Victoria Eugenia de San Sebastián; y, en 1919, en el estreno de la ópera de Jaime Pahissa La Morisca. En 1918 se confirmó su trayectoria triunfal en el Teatro Constanzi de Roma, junto a los prestigiosos Gigli y Cirino, pero la definitiva tendrá que esperar hasta su actuación en la Scala de Milán años después.
Tras una gira por el resto de Europa occidental, se trasladó a tierras americanas en 1920. En Argentina cosechó los mayores elogios, de nuevo con Mefistófeles entre su repertorio. En 1926 llegó a Nueva York para interpretar el Otello en el Metropolitan, donde demostró la categoría artística alcanzada ante uno de los públicos más exigentes. Tres años más tarde regresó al Liceo con Tosca, Aida, La Gioconda y Carmen, entre otras, y estrenó la versión de ópera de Las golondrinas acompañada del barítono Carlo Galeffi. Finalmente, en 1934, logró el ansiado triunfo en Milán con Tristán e Isolda y Nerón, dirigidas por Victor de Sabata y Pietro Mascagni, respectivamente.
En la década de 1940 participó en varios conciertos de ópera al aire libre; es el caso de Cavalleria en Nueva York y La Dolores, de Tomás Bretón, en Buenos Aires. A pesar de no permanecer en España mucho tiempo, siempre hizo gala de su origen al incluir habitualmente óperas españolas en su repertorio. Ha estado casada en tres ocasiones y tuvo una hija de su segundo matrimonio con el tenor Jesús de Gaviria. Puso final a su intensa y larga carrera en 1948, en Italia; desde entonces vivió retirada en Buenos Aires hasta su muerte a los ochenta y siete años.