Heinrich Brüning (1885-1970).: El Canciller que Intentó Frenar el Ascenso del Nazismo

Heinrich Brüning

La Alemania de entreguerras fue un período de intensa crisis política, social y económica. En medio de este torbellino de incertidumbre, Heinrich Brüning ocupó la Cancillería de Alemania entre 1930 y 1932, siendo una de las figuras más influyentes en la República de Weimar. Su gestión estuvo marcada por políticas de austeridad extrema en un intento de estabilizar el país, pero sus decisiones también contribuyeron, indirectamente, al ascenso del nazismo.

Político y jurisconsulto alemán nacido el 26 de noviembre de 1885 en Münster (Westfalia) y muerto el 30 de noviembre de 1970 en Norwich-Vermont (Estados Unidos).

Este artículo analiza la vida, el gobierno y el impacto de Brüning en la historia alemana y mundial.

Orígenes y Formación

Heinrich Brüning nació el 26 de noviembre de 1885 en Münster, Alemania. Criado en una familia católica, se formó en historia y ciencias políticas en las universidades de Múnich, Estrasburgo y Bonn. Su interés por la administración pública lo llevó a involucrarse en la política desde joven, afiliándose al Partido de Centro (Zentrum), una agrupación de tendencia católica moderada.

Algunos aspectos clave de su formación y primeras experiencias incluyen:

  • Participación en la Primera Guerra Mundial: Sirvió como oficial en el frente occidental, lo que influyó en su visión conservadora y su rechazo al Tratado de Versalles.
  • Ingreso en la política: Se convirtió en diputado del Reichstag en 1924, destacándose por su defensa de la estabilidad financiera y su rechazo a la inflación descontrolada.
  • Especialista en economía: Brüning se ganó una reputación como experto en finanzas, lo que lo llevó a ser elegido canciller en un momento de crisis.

Gobierno de Brüning (1930-1932): Austeridad y Autoritarismo

Brüning asumió la Cancillería en marzo de 1930, en un momento crítico para la República de Weimar. Su mandato estuvo dominado por la Gran Depresión, la crisis política y el avance de los movimientos extremistas. Como respuesta, implementó una serie de medidas que generaron controversia y, finalmente, su caída.

Principales Políticas

  1. Austeridad extrema: Brüning aplicó recortes severos en el gasto público, salarios y pensiones para reducir el déficit del Estado.
  2. Aumento de impuestos: Subió las tasas impositivas para intentar compensar la crisis fiscal.
  3. Desempleo en aumento: Sus políticas no estimularon la economía y, para 1932, el desempleo alcanzó más de 6 millones de personas.
  4. Gobierno por decreto: Al no contar con mayoría parlamentaria, Brüning gobernó mediante decretos presidenciales, lo que debilitó la democracia de Weimar.

Consecuencias de su Gobierno

  • Descontento social: La población, agotada por la crisis económica, comenzó a ver en los extremistas (nazis y comunistas) una alternativa.
  • Pérdida de apoyo político: La élite industrial y financiera le retiró su respaldo, favoreciendo a figuras como Adolf Hitler.
  • Su dimisión: En mayo de 1932, el presidente Paul Hindenburg lo forzó a renunciar y fue reemplazado por Franz von Papen, quien abrió la puerta al ascenso nazi.

Exilio y Vida Posterior

Tras el ascenso de Hitler al poder en 1933, Brüning fue considerado un enemigo del régimen nazi. Temiendo por su vida, abandonó Alemania y se exilió en:

  • Países Bajos y Reino Unido: Donde intentó organizar una oposición al nazismo.
  • Estados Unidos (1935): Se convirtió en profesor en la Universidad de Harvard, donde analizó el colapso de la democracia en Alemania.

Durante su exilio, Brüning escribió sobre sus experiencias en Weimar y sus intentos de frenar el nazismo, aunque su papel sigue siendo debatido por historiadores.

Legado y Evaluación Histórica

La figura de Heinrich Brüning sigue siendo objeto de controversia. Mientras algunos lo ven como un líder bienintencionado que intentó salvar a Alemania con medidas impopulares, otros consideran que sus políticas agravaron la crisis y facilitaron el ascenso de Hitler.

Aspectos Positivos

  • Intentó mantener la estabilidad de la República de Weimar.
  • Se opuso al nazismo desde sus inicios.
  • Defendió la ortodoxia económica en tiempos de crisis.

Críticas a su Gobierno

  • Su política de austeridad agravó el desempleo y la crisis social.
  • Su gobierno por decreto debilitó la democracia y el parlamentarismo.
  • No supo prever la amenaza real que representaban los nazis y comunistas.

Conclusión

Heinrich Brüning fue un canciller atrapado en un momento crítico de la historia alemana. Sus políticas económicas, aunque concebidas con buenas intenciones, resultaron desastrosas para una población desesperada, contribuyendo a la radicalización del país. Su historia es una lección sobre cómo las crisis económicas pueden erosionar la democracia y abrir el camino a regímenes autoritarios.

Brüning falleció en 1970 en Estados Unidos, lejos de la Alemania que intentó salvar, pero cuya historia lo recordará como una de las figuras más complejas y debatidas del siglo XX.

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