Arco-Agüero, Felipe (1787-1821).
Militar español, nacido en Villaverde de Pontones (Santander) el 20 de febrero de 1787, y fallecido en el cortijo de Santa Engracia (Badajoz), el 13 de septiembre de 1821. Era hijo del coronel Bernardo Arco-Agüero y de María de Yalif; pertenecía por la familia de su padre a la pequeña nobleza cántabra y por la de su madre, de origen extranjero, estaba ligado a la burguesía gaditana.
Ingresó en el ejército como cadete de Reales Guardias Españolas, y pasó después al Cuerpo de Ingenieros. Hasta 1806, año en que pasó a la Subinspección de Andalucía, estuvo destinado en Alcalá de Henares, en donde aprovechó para ampliar sus estudios. Durante la Guerra de la Independencia ascendió a capitán (en la batalla de Bailén) y a teniente coronel en la batalla de Medellín (28 de marzo de 1809). Fue herido y hecho prisionero de guerra en Valencia, el 10 de enero de 1812. No está claro si fue puesto en libertad por los franceses, o si se fugó, el caso es que se presentó en Cádiz el 1 de mayo de 1812. El 28 de junio de 1813, en Pancorbo, obtuvo la Cruz de San Fernando. Siguió combatiendo a las órdenes directas de Wellington, con quien pasó a Francia. Fue gravemente herido en la batalla de Toulouse, el 10 de abril de 1814. Luego fue destinado a Andalucía, y más tarde, en mayo de 1815 y ya con el empleo de coronel, lo fue al ejército de observación de los Pirineos Occidentales. Ingresó entonces en el Estado Mayor hasta su disolución en 1816. Este año fue destinado sucesivamente a Navarra, Aragón y, finalmente, de nuevo a Andalucía, en donde tomó parte en la conspiración que llevó al restablecimiento de la Constitución.
Acaso relacionado con estas actividades, el 10 de enero de 1820 recibió 3.000 reales en préstamo de la Casa Istúriz, de Cádiz. Triunfante la Revolución, fue promovido al empleo de mariscal de campo, con antigüedad desde el 7 de marzo de 1820. En abril, el Ejército Nacional le envió a Madrid como portador de dos exposiciones, y fue recibido con entusiasmo en la capital. La Sociedad Patriótica de Santander le nombró presidente nato el 27 de abril de 1820, y la Sociedad de Amantes del Orden Constitucional le declaró socio de mérito el 7 de junio de ese mismo año. El 11 de junio se anunció su salida para San Fernando, y en noviembre fue nombrado gobernador militar de Sanlúcar de Barrameda -juró el cargo el 30 de diciembre. Fue nombrado gobernador de Zamora en enero de 1821, y en seguida comandante general de Tuy. En febrero de 1821 aparece en Badajoz, camino de Galicia. El viaje lo hacía por Portugal, lo que hace pensar que llevaba alguna misión relacionada con el país vecino. Pero el 3 de mayo estaba ya de vuelta en Badajoz, al haber sido nombrado capitán general de Extremadura.
Según una lista del Archivo General de Palacio, usó el nombre masónico de Ciro. El 8 de septiembre de 1821 se señaló su presencia en la Tertulia Patriótica de Badajoz. El 11 protestó en una representación al ministro de la Guerra por lo hecho con Riego. Murió dos días después, en el transcurso de una cacería, como consecuencia de una caída al habérsele desbocado el caballo. En 1824, su cadáver fue profanado y arrojado a una cisterna, y el traje con que estaba vestido y el ataúd fueron prendidos fuego. Se hicieron algunas diligencias, pero no se castigó a nadie.
Bibliografía.
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«Archivo General de Palacio», PR 87.
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El Espectador, nº 156, Madrid, 17 de septiembre de 1821.
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PÁEZ RÍOS, Elena: Iconografía hispánica, 5 vols., Madrid, 1966.
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SOJO Y LOMBA, Fermín de: «El General Don Felipe de Arco-Agüero», en La Revista de Santander, 1, 1930, pp. 1-18.
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El Universal observador español, Madrid, nº 262, 19 de septiembre de 1821.
A. GIL NOVALES.