Francisco Amorós y Ondeano (1740-1848): El Marqués de Sotelo que Introdujo la Educación Física en Francia

Francisco Amorós y Ondeano, Marqués de Sotelo, fue una de las figuras más destacadas en la historia de la educación física en Europa, especialmente en Francia, país al que emigró tras la Guerra de la Independencia Española. Su vida estuvo marcada por importantes cargos públicos, contribuciones al ámbito militar y educativo, así como una visión reformista de la educación física y moral que dejó una huella perdurable. A través de su trabajo, Amorós trascendió los límites de su época, siendo reconocido tanto en España como en Francia por su contribución al desarrollo del ejercicio físico como disciplina.

Orígenes y contexto histórico

Francisco Amorós y Ondeano nació en Valencia en 1740, en una España convulsionada por los cambios políticos y sociales que antecedieron a la Revolución Francesa. En su juventud, se unió al ejército, donde comenzó a forjar su carrera militar. Sin embargo, fue su faceta como reformador en el ámbito de la educación física lo que lo haría célebre en los años venideros.

En 1794, Amorós participó en la guerra contra la República francesa, luchando en el bando español. Fue durante este periodo que se forjaron las bases de su visión sobre el ejercicio físico y la educación, influenciado por las ideas que comenzaban a llegar desde Europa sobre el bienestar físico y mental.

Logros y contribuciones

Francisco Amorós fue nombrado en 1802 secretario particular de Carlos IV y en 1803 se convirtió en Consejero de Indias, un cargo de gran prestigio que lo acercó a los círculos de poder de la época. En su rol, asumió la responsabilidad de la educación del infante don Francisco de Paula, un puesto de gran confianza por parte del monarca español. Este acercamiento al poder real le permitió implementar algunas de sus ideas sobre la educación y la salud pública.

En 1806, Amorós asumió la dirección del Instituto Pestalozziano en Madrid, un centro educativo inspirado en los métodos de Pestalozzi, un pedagogo suizo conocido por su enfoque humanista en la educación. Bajo su tutela, el Instituto se enfocó en la formación integral de los jóvenes, no solo en el ámbito intelectual sino también en el físico, buscando un equilibrio entre la mente y el cuerpo.

A lo largo de su carrera, Amorós fue autor de diversas publicaciones que reflejaron su interés por la educación física y la reforma social. En 1804, escribió un Discurso en la Junta que celebró la Sociedad Económica de Sanlúcar de Barrameda con motivo de la recepción del Excmo. Sr. Príncipe de la Paz, en Cádiz. Este discurso reflejó su visión de la educación como una herramienta para el progreso social.

Momentos clave

Uno de los momentos más significativos de la vida de Amorós fue su nombramiento como Gobernador Militar de Santander en 1808, durante la ocupación francesa de España. En este contexto, lanzó una proclama a favor de Napoleón, lo que generó gran controversia, especialmente en las provincias del norte de España. Sin embargo, sus posturas pro-francesas no fueron bien recibidas por todos los sectores, y en 1809, bajo la presión de la Junta Central, se le ordenó el confisco de sus bienes.

A pesar de su apoyo a José I, hermano de Napoleón y rey impuesto en España, Amorós siguió desempeñando cargos públicos en la administración francesa. En 1810, fue nombrado ministro interino de Policía de las provincias andaluzas, encargándose de la supervisión de hospitales, hospicios y prisiones, una muestra de su constante interés por la organización social y la mejora de las condiciones de vida.

Con el fin de la Guerra de la Independencia en 1814, Amorós se exilió a París, donde inició una nueva etapa en su vida. Fue en esta ciudad donde comenzó a dedicar sus esfuerzos a la educación física, fundando en 1818 un gimnasio que marcaría el inicio de una nueva era en el desarrollo del ejercicio físico como disciplina.

En París, Amorós se dedicó a escribir y difundir su visión sobre la educación física, publicando una serie de obras influyentes, como el Extrait du recueil de cantiques gymnastiques (1820) y el Manuel d’Education physique, gymnastique et moral (1830), que sentaron las bases para lo que se conocería como la gimnasia moderna. Además, su trabajo fue reconocido por el gobierno francés, que lo nombró director de un gimnasio militar, lo que consolidó su legado en la historia de la educación física.

Relevancia actual

El legado de Francisco Amorós en la educación física es inmenso, especialmente en Francia, donde sus métodos fueron adoptados por diversas instituciones educativas y deportivas. Su influencia se extiende hasta nuestros días, y su visión integral del cuerpo y la mente como elementos interrelacionados sigue siendo una piedra angular en la educación física moderna.

Su trabajo en el desarrollo de la gimnasia, tanto civil como militar, no solo mejoró la condición física de miles de personas, sino que también promovió la idea de que el ejercicio físico es esencial para el bienestar general de la sociedad. Su contribución a la mejora de la salud pública en España y Francia marcó un hito en la historia de la medicina y la educación, posicionándose como un precursor de las ideas que hoy se aplican en el ámbito deportivo y educativo.

Obra destacada de Francisco Amorós

A lo largo de su vida, Francisco Amorós publicó varias obras que dejaron una marca en la historia de la educación física. A continuación, se enumeran algunas de las más destacadas:

  • Extrait du recueil de cantiques gymnastiques (1820)

  • Gymnase normal militaire (1820)

  • Gymnase normal, militaire et civil. Idée et état de cette institution au commencement de l’année 1821 (1821)

  • Manuel d’Education physique, gymnastique et moral (1830)

  • Mémoire contre le Comte Cornier du Medic (1830)

  • Traits de la vie du Duc d’Orléans (s.a.)

Además de estas publicaciones, Amorós contribuyó al desarrollo de varios equipos y aparatos de gimnasia, muchos de los cuales llevaron su nombre, consolidándose como uno de los principales pioneros en la propagación de la educación física moderna.

Su legado en España y Francia

El impacto de Francisco Amorós no se limitó únicamente a Francia. En 1839, durante un viaje a España, fue nombrado miembro honorario del Liceo Valenciano, lo que le permitió dar un discurso en el que expresó su deseo de reconciliar sus dos nacionalidades, española y francesa. En este discurso, destacó la importancia de la educación física y su deseo de que sus métodos se extendieran por toda España, un país que, en esa época, comenzaba a reconocer la importancia de la actividad física en la formación integral de la persona.

Aunque la influencia de Amorós ya había comenzado a manifestarse a través del Proyecto gimnástico-militar de Juan Miguel Roth en Barcelona en 1821, su labor fue crucial para consolidar el concepto de la gimnasia como parte del sistema educativo europeo.

Francisco Amorós y Ondeano murió en París en 1848, pero su legado perdura hasta hoy. Sus innovaciones y su enfoque en la educación integral continúan inspirando a generaciones de educadores, entrenadores y profesionales de la salud en todo el mundo.

Bibliografía

  • PALAU Y DULCET, Antonio. Manual del Librero Hispanoamericano. [2ª ed.] (Barcelona: 1948-1977).

  • MORF. Semanario Pintoresco Español, nº 45, 10 de noviembre de 1839, (pp. 354-6).

  • MOREL-FATIO, Alfred. «D. Francisco Amorós, marquis de Sotelo, fondateur de la Gymnastique en France», en Bulletin Hispanique, 1924-25.

  • ROTH, Juan Miguel. Proyecto gimnástico militar (1821).