José Santiago Aldunate (1796–1864): Patriota Incansable en las Guerras de Independencia de Chile y Perú
Los orígenes de un militar patriota
Cuna aristocrática y educación realista
José Santiago Aldunate nació el 20 de abril de 1796 en la hacienda de Huechún, ubicada en la actual ciudad de Melipilla, en Chile. Su linaje estaba profundamente arraigado en la aristocracia colonial; era descendiente de Mateo Toro Zambrano, conde de la Conquista y figura prominente en la historia chilena. Esta ascendencia influyó de manera determinante en su educación, basada en valores tradicionales, lealtad a la Corona española y una profunda adhesión al orden monárquico imperante.
Su padre, José Santiago Martínez de Aldunate, y su madre, María de Toro y Valdés, pertenecían ambos a familias de renombre, lo que garantizó a José Santiago una formación estricta, orientada hacia el cumplimiento del deber y la obediencia a las instituciones del imperio. Sin embargo, este joven, criado en el entorno de la nobleza colonial, terminaría por romper con su herencia para abrazar la causa de la independencia chilena.
Primeros pasos en la vida militar
Cuando en 1810 se instauró la Primera Junta Nacional de Gobierno, Aldunate, con apenas catorce años, decidió unirse al ejército patriota. En poco tiempo, demostró notables aptitudes militares, lo que le valió su nombramiento como alférez en el regimiento de Caballería de Rancagua. En el año 1811, fue ascendido a subteniente, un ascenso prematuro que reflejaba sus méritos y potencial en el campo de batalla.
En 1812, sirvió en el batallón de Granaderos, donde recibió el grado de teniente. Pese a sus orígenes ligados a la nobleza realista, se convirtió en un ferviente defensor de la causa patriota, integrándose a la defensa de la llamada Patria Vieja frente a las incursiones realistas lideradas por el virrey del Perú.
Participación en la Patria Vieja
Ascensos tempranos y formación en combate
El 15 de mayo de 1813, José Santiago Aldunate participó en su primer combate, en San Carlos, bajo las órdenes de José Miguel Carrera. Aunque la batalla se saldó con una severa derrota para las fuerzas patriotas, su valentía quedó manifiesta. Esta experiencia marcó su entrada en el terreno de la guerra y fortaleció su compromiso con la independencia.
Durante el año 1814, intervino en varias acciones claves: los combates de Qilo, Paso de Malue, Tres Montes y Quecherengas. El 20 de abril, coincidiendo con su cumpleaños número 18, fue ascendido a capitán del batallón de Granaderos, destacándose por su liderazgo y disciplina.
Derrotas iniciales y la batalla de Rancagua
El punto de inflexión llegó el 1 de octubre de 1814, con la trágica batalla de Rancagua, en la que el ejército patriota fue aplastado por las fuerzas realistas al mando de Mariano Osorio. Muchos patriotas optaron por huir hacia Mendoza o refugiarse en otras zonas; sin embargo, Aldunate decidió permanecer en Chile, ocultándose en las afueras de Santiago. Desde allí, desempeñó tareas de inteligencia y vigilancia, informando sobre los movimientos del enemigo y ejecutando acciones de hostigamiento que mantenían a raya a los ocupantes.
El periodo de resistencia (1814–1817)
Actividades clandestinas en Santiago
Durante el periodo conocido como la Reconquista, entre 1814 y 1817, José Santiago Aldunate no abandonó la lucha. Si bien sus actividades eran menos visibles, su papel como informante y agente militar clandestino fue vital para mantener viva la red patriota en el centro del país. Participó en pequeñas escaramuzas que, aunque de menor escala, representaban una constante amenaza para el control realista en la región.
Estas acciones mantuvieron su espíritu combativo y afianzaron su reputación como un patriota decidido y valiente. Su resistencia fue esencial para sostener la esperanza revolucionaria mientras se preparaba la ofensiva final desde el otro lado de los Andes.
Reconexión con el ejército patriota tras Chacabuco
El 12 de febrero de 1817, las tropas de José de San Martín y Bernardo O’Higgins triunfaron en la emblemática batalla de Chacabuco. Inmediatamente después, Aldunate se reincorporó al ejército independentista, siendo destinado a la plaza de Valparaíso en octubre de ese mismo año. En enero de 1818, fue ascendido nuevamente, esta vez al rango de sargento mayor, y se le confió el mando dentro del regimiento n.º 1 de Guardias Nacionales.
Su hoja de servicios siguió creciendo al integrarse como agregado al batallón n.º 1 de Cazadores de Infantería, además de desempeñarse como ayudante personal de Bernardo O’Higgins, el Director Supremo de Chile. Este rol de confianza habla no solo de su capacidad táctica, sino también de su integridad personal y compromiso institucional.
Campañas decisivas por la independencia chilena
De Cancha Rayada a la defensa de Santiago
El 19 de marzo de 1818, participó en la batalla de Cancha Rayada, un evento que supuso un duro golpe para las tropas patriotas, obligadas a replegarse. En medio del caos posterior, y ante la amenaza inminente del avance realista, Aldunate fue asignado a una unidad especial al mando de Joaquín Prieto, con la misión de defender la ciudad de Santiago ante cualquier ofensiva final.
Debido a este encargo crucial, no estuvo presente en la batalla de Maipo, que se libró el 5 de abril de 1818 y que resultó decisiva para la independencia chilena. Sin embargo, su rol en la defensa de la capital fue fundamental para evitar una crisis mayor, consolidando la posición de los patriotas.
Batalla de Maipo y su retiro temporal
Tres meses después de la victoria en Maipo, en julio de 1818, José Santiago Aldunate solicitó un retiro temporal del ejército. Tras años de combates ininterrumpidos, era comprensible que buscara descanso. No obstante, su alejamiento de la vida militar no duraría mucho, ya que los planes continentales de liberar a Perú comenzarían a tomar forma, y con ello, su destino volvería a vincularse de manera directa a la causa emancipadora.
Expedición libertadora del Perú
Campañas en Pisco, Ica y Cerro de Pasco
Apenas dos años después de su retiro temporal, José Santiago Aldunate volvió a las armas para integrarse al proyecto de liberación del Perú. En mayo de 1820, se incorporó al Ejército Libertador y fue asignado a la División Vanguardia, recibiendo el mando del batallón n.º 2 de Infantería. Esta unidad jugaría un papel clave en la avanzada hacia el territorio peruano, comenzando con la toma de Pisco.
El avance fue rápido y efectivo. El batallón de Aldunate participó en la ocupación de varias plazas estratégicas, entre ellas Ica, Nazca, Acarí, Jauja y Tarma. Su comportamiento en combate fue descrito como ejemplar, destacándose por su iniciativa táctica y su capacidad para liderar hombres en condiciones adversas. Esta trayectoria alcanzó un punto culminante el 6 de marzo de 1821, cuando participó en la batalla de Cerro de Pasco, enfrentamiento en el cual obtuvo una importante victoria sobre las fuerzas realistas.
Distinciones y la Orden del Sol
El éxito en Cerro de Pasco y el papel de Aldunate en la ofensiva patriota fueron ampliamente reconocidos. Tras la ocupación de Lima, el 28 de julio de 1821, fue galardonado con el Escudo de los Libertadores, símbolo de honor para quienes contribuyeron decisivamente a la emancipación. Además, fue ascendido a coronel y nombrado consejero de la prestigiosa Orden del Sol del Perú, una de las más altas distinciones otorgadas en ese periodo por su compromiso con la causa independentista.
Derrotas, heridas y regreso temporal
La batalla de Macacona y prisión
Hacia finales de 1821, Aldunate sirvió bajo el mando del general Domingo Tristán en una incursión al sur del Perú que terminó siendo un desastre estratégico. La expedición quedó cercada en Ica y el 7 de abril de 1822, en la batalla de Macacona, Aldunate cayó gravemente herido y fue hecho prisionero. Su captura significó una pausa forzada en su carrera militar, y debió ser trasladado a Lima, donde permaneció convaleciente durante varios meses.
Retorno a Chile y campaña de reclutamiento
Una vez recuperado, obtuvo un permiso especial para regresar a Chile, pero lejos de abandonar su causa, dedicó sus meses en suelo chileno a organizar una campaña de reclutamiento, convencido de que la lucha en Perú aún requería refuerzos. Así, logró reunir un contingente de 300 hombres, con los que regresó a tierras peruanas, reafirmando su compromiso con la independencia sudamericana.
Últimos años de lucha militar
Revuelta en Trujillo y retirada definitiva
En su retorno, José Santiago Aldunate fue enviado a enfrentar una revuelta interna liderada por el sargento Oliva y el mulato Moyano, en la región de Trujillo. El avance de los rebeldes fue considerable, y su batallón se vio obligado a replegarse. A pesar de los esfuerzos, la situación se tornó insostenible y, en mayo de 1824, Aldunate decidió regresar definitivamente a Chile, cerrando así su etapa como combatiente en campañas externas.
Campaña de Chiloé y ascenso a general de brigada
Al poco tiempo de su regreso, se unió a las fuerzas del nuevo presidente Ramón Freire en la campaña de Chiloé (1825–1826), último bastión realista en el territorio chileno. Su intervención fue decisiva en las batallas de Puquillihue, Balcacura y Bellavista, que culminaron con la incorporación definitiva del archipiélago al territorio nacional.
Como reconocimiento a su desempeño, fue nombrado intendente de Chiloé. Sin embargo, enfrentó una revuelta interna de la guarnición militar, lo que obligó a su destitución temporal. No obstante, Aldunate no tardó en organizar una nueva fuerza militar, con la que logró reprimir a los sublevados y retomar el control de la isla. Por esta acción se le otorgó el rango de general de brigada en 1827, consolidando su posición como uno de los jefes militares más influyentes del joven Estado chileno.
Vida política y contribuciones institucionales
Intendencias, ministerios y dirección de la Escuela Militar
Durante la década siguiente, Aldunate alternó responsabilidades militares con importantes cargos administrativos. Fue intendente de Coquimbo y luego de Valparaíso, zonas estratégicas en el desarrollo del país. Finalmente, en 1839, decidió retirarse del servicio activo, con tan solo 43 años, luego de casi tres décadas al servicio de la patria.
No obstante, su vinculación con el mundo militar continuó. Desde 1847 hasta 1861, fue director de la Escuela Militar de Chile, donde formó a nuevas generaciones de oficiales, dejando una impronta en la doctrina castrense nacional. Además, ocupó dos veces la cartera de Guerra y Marina, lo que evidencia la confianza que depositaban en él las autoridades republicanas.
Trayectoria como senador y figura nacional
En los últimos años de su vida, José Santiago Aldunate se destacó también en el plano político, al ser elegido senador de la República. Desde esa tribuna, influyó en la legislación relacionada con el ejército, la educación y la consolidación del Estado chileno. Fue una figura respetada, tanto por sus antiguos camaradas como por las nuevas generaciones de políticos.
Un legado de honor y servicio
Fallecimiento y homenajes póstumos
El 21 de junio de 1864, a la edad de 68 años, falleció José Santiago Aldunate. Su muerte fue ampliamente sentida por el país. A su funeral asistieron importantes figuras del mundo político y militar, así como representantes del Congreso Nacional, lo que evidenció el reconocimiento transversal a su trayectoria.
Sus restos fueron depositados en el Cementerio General de Santiago, junto a otros próceres de la independencia. Su legado, sin embargo, no quedó encerrado en una tumba: su vida siguió siendo recordada en libros, discursos y homenajes militares.
Reconocimiento histórico en la memoria chilena
Aunque no fue una figura tan mediática como otros líderes de su tiempo, Aldunate personificó el compromiso constante con la causa patriótica, tanto en el campo de batalla como en las instituciones del naciente Estado. Su vida refleja los ideales de servicio, valentía y patriotismo que guiaron a la generación de la independencia.
Gracias a su participación en las guerras por la libertad de Chile y Perú, sus aportes a la formación del ejército nacional, y su labor como senador y educador, José Santiago Aldunate permanece como una figura imprescindible en la historia republicana chilena.
MCN Biografías, 2025. "José Santiago Aldunate (1796–1864): Patriota Incansable en las Guerras de Independencia de Chile y Perú". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/aldunate-jose-santiago [consulta: 29 de septiembre de 2025].