Alejandro María Aguado y Ramírez (1784-1842). El Banquero y Protector del Libertador

Alejandro María Aguado y Ramírez, nacido el 28 de junio de 1784 en Sevilla y fallecido el 12 de junio de 1842 en Gijón, fue una de las figuras más influyentes del siglo XIX en la historia política, económica y cultural de España. Reconocido como un banquero exitoso, protector de importantes personajes históricos y activista en varios proyectos de infraestructura, Aguado dejó una huella indeleble en su época. Su vida estuvo marcada tanto por su lealtad al absolutismo como por su apoyo a las causas liberales en América Latina. A continuación, exploraremos los aspectos más destacados de su vida y legado.

Orígenes y Contexto Histórico

Aguado nació en una familia de la nobleza sevillana, hijo del conde de Montelirios, Antonio Aguado, y de Mariana Ramírez de Estenoz. Desde sus primeros años, su linaje estuvo envuelto en rumores sobre sus orígenes, ya que algunos sugerían que los Aguado provenían de judíos, aunque nunca se confirmó oficialmente. El abuelo de Alejandro, Antonio Aguado, había hecho una gran fortuna en América, lo que le permitió recibir el título de caballero de Calatrava y primer conde de Montelirios, un título que algunos argumentaban que Alejandro había usurpado, ya que originalmente pertenecía a su tío, José Aguado.

A los 24 años, Aguado decidió ingresar al ejército, donde rápidamente ascendió al rango de coronel de lanceros en 1808. Este fue un momento clave, pues en ese año España estaba sumida en la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas. La situación política y social en España era extremadamente inestable, y Aguado se vio atrapado en una encrucijada entre lealtades y decisiones estratégicas que marcarían su futuro.

Logros y Contribuciones

Participación en la Guerra de la Independencia

Durante la Guerra de la Independencia Española, Alejandro Aguado adoptó una postura afín a las fuerzas invasoras francesas, alineándose con los intereses de Napoleón. Este apoyo lo colocó en una posición controvertida, ya que el país se encontraba dividido entre los que luchaban por la independencia y aquellos que colaboraban con los invasores. En 1808, Aguado fue nombrado ayudante de campo del mariscal Soult, un cargo de gran relevancia durante las confrontaciones entre las fuerzas españolas y las napoleónicas. Sin embargo, tras la derrota de Napoleón, Aguado se vio forzado a huir a París debido a la fuerte oposición en España.

Actividad Financiera y Banco de San Fernando

Una vez en el exilio, Aguado se dedicó al mundo de las finanzas, donde demostró un talento excepcional. En París, jugó un papel crucial en la financiación del gobierno de Fernando VII tras la restauración de este monarca en 1823. Fernando VII, un rey conocido por su absolutismo y la represión de los liberales, confió en Aguado para gestionar los recursos financieros del gobierno español. Aguado fue esencial para negociar empréstitos para España y actuó como mediador entre España, Francia e Inglaterra en varias ocasiones.

En 1830, la lealtad de Aguado al régimen de Fernando VII fue recompensada cuando fue nombrado banquero del gobierno español en París y recibió el título de marqués de las Marismas. Además, se le concedieron importantes propiedades y minas. Aunque fue cesado en su cargo de banquero en 1832, Aguado volvió a ocupar este puesto en 1837 gracias a su inversión en el Banco de San Fernando, precursor del actual Banco de España.

Proyectos y Activismo Social

Aguado también se interesó por el desarrollo de proyectos de infraestructura en España. Estuvo involucrado en la construcción del canal de Castilla y en la desecación de las marismas del Guadalquivir, aunque no logró ver la culminación de estos proyectos. Su interés por la mejora de la infraestructura de su país lo posicionó como un hombre visionario, comprometido con el progreso de la nación.

Además, la relación de Aguado con personalidades influyentes como el compositor Rossini y el líder sudamericano José de San Martín dejó una marca cultural y política significativa tanto en Europa como en América.

Reconocimientos y Distinciones

A lo largo de su vida, Alejandro María Aguado recibió diversos reconocimientos y distinciones que resaltaron su influencia y relevancia en la época. Entre sus galardones se incluyen la Gran Cruz de la Legión de Honor en Francia, el título de comendador de Carlos III en España y la Gran Cruz de Isabel la Católica. Además, fue nombrado alcalde de Evry, una pequeña localidad francesa, y se le reconoció por su apoyo a la independencia de América del Sur, especialmente en su relación con José de San Martín.

Momentos Clave

  • 1808: Aguado es nombrado coronel de lanceros y se alinea con las fuerzas francesas durante la Guerra de la Independencia.

  • 1823: Tras la restauración de Fernando VII, Aguado se exilia a París y comienza su carrera en el mundo de las finanzas.

  • 1830: El rey Fernando VII lo convierte en banquero del gobierno español en París y le concede el título de marqués de las Marismas.

  • 1837: Aguado vuelve a ser nombrado banquero tras su inversión en el Banco de San Fernando.

  • 1841: Publica el Catalogue des Tableaux des Ecoles Espagnoles, Italiennes, Flamande, Hollandaise, Allemande en París.

  • 1842: Aguado fallece en Gijón tras un accidente mientras viajaba hacia sus propiedades en Asturias.

Relevancia Actual

La figura de Alejandro María Aguado y Ramírez es esencial para entender las complejidades políticas y económicas de la España del siglo XIX. Su papel clave en el gobierno de Fernando VII y su influencia en la consolidación de las finanzas españolas bajo un régimen absolutista subraya la importancia de su figura en la historia moderna de España. Además, su relación con figuras clave como José de San Martín, uno de los mayores héroes de la independencia latinoamericana, añade una capa de relevancia histórica en el contexto de los movimientos de liberación en América.

A pesar de las controversias en torno a su apoyo inicial a las fuerzas invasoras francesas, su legado como banquero, mecenas y protector de causas liberales permanece vivo, especialmente por su apoyo a las luchas de independencia en América.

La Conexión con José de San Martín

Uno de los aspectos más humanos y conmovedores de la vida de Aguado fue su relación con José de San Martín. Este vínculo fue especialmente estrecho durante los años de exilio de San Martín en Europa, cuando Aguado le brindó apoyo financiero y protección. En su testamento, Aguado nombró a San Martín albacea general y tutor de sus hijos menores, un gesto de confianza que reflejaba la profundidad de su amistad. De hecho, tras su muerte en 1842, San Martín escribió a José Ignacio Zenteno relatando la noticia de su fallecimiento, lo que muestra la cercanía entre ambos.

Años de Influencia: Un Legado Imperecedero

La vida de Alejandro María Aguado y Ramírez estuvo marcada por su notable influencia en diversas áreas: desde la política y las finanzas hasta su apoyo a proyectos de infraestructura y la cultura. A pesar de las controversias que rodearon sus decisiones, especialmente su colaboración inicial con las fuerzas francesas, su legado perdura como un símbolo del espíritu emprendedor, la política europea del siglo XIX y los movimientos de independencia en América.

Aguado y Ramírez, un hombre cuya vida estuvo marcada tanto por la controversia como por la generosidad, sigue siendo recordado por su dedicación a las causas liberales y por su impacto significativo en la historia de España y América Latina.