David Seymour (1911-1956). El fotógrafo polaco que capturó la esencia de la guerra y la vida

David Seymour, conocido por su seudónimo «Chim», fue un fotógrafo polaco nacido en Varsovia el 20 de noviembre de 1911 y fallecido en Suez, Egipto, el 10 de noviembre de 1956. Su vida y obra estuvieron profundamente marcadas por su visión única del mundo y su pasión por capturar la realidad social y política a través de la fotografía. Conocido principalmente por sus reportajes de guerra y sus trabajos documentales, Seymour se convirtió en una figura fundamental en la historia de la fotografía del siglo XX.
Orígenes y contexto histórico
David Seymour creció entre Varsovia y Rusia, una infancia que ya estuvo cargada de contrastes y cambios políticos. En 1929, después de finalizar el bachillerato, inició sus estudios de fotografía en la Academia de Artes Gráficas de Leipzig, una ciudad que por entonces era un importante centro cultural y artístico. Al terminar sus estudios en 1931, Seymour se trasladó a París para continuar su formación en la Sorbona, donde se sumergió en el mundo de la fotografía y el arte. Fue en París donde adoptó el seudónimo «Chim», con el que sería conocido internacionalmente en su carrera.
A lo largo de los años, David Seymour estuvo rodeado de algunos de los fotógrafos más importantes de la época. Durante su estancia en la capital francesa, trabó una amistad y colaboración con figuras tan destacadas como Robert Capa y Henri Cartier-Bresson. Juntos fundaron la prestigiosa agencia fotográfica Magnum en 1947, que se convertiría en uno de los pilares del fotoperiodismo contemporáneo.
Logros y contribuciones
La trayectoria de Seymour como fotógrafo fue marcada por su profundo compromiso con los valores liberales y antifascistas. En 1936, con la Guerra Civil Española en pleno apogeo, se trasladó a España, donde realizó uno de sus reportajes más impactantes sobre la contienda. En sus fotos, no solo capturó la brutalidad de la guerra, sino también la vida cotidiana de los civiles atrapados en el conflicto, reflejando la desesperación de una población dividida. En particular, sus imágenes del bombardeo aéreo de Barcelona lo catapultaron a la fama internacional y consolidaron su reputación como un fotógrafo de guerra excepcional.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Seymour adoptó un enfoque único al fotografiar los efectos de la guerra en los civiles, especialmente los niños. En lugar de centrarse en el frente de batalla, su trabajo documentó la «guerra oculta», aquella que vivían los habitantes de las aldeas y ciudades afectadas por el conflicto. En esta línea, realizó un extenso trabajo por toda Europa, capturando las vidas de los niños en países como Checoslovaquia, Hungría, Grecia, Italia y su Polonia natal. Este trabajo fue recopilado en el álbum Children of Europe (1949), publicado por la UNESCO, y se convirtió en uno de los testimonios más conmovedores de las consecuencias de la guerra en los más pequeños.
En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, Seymour también sirvió en el ejército norteamericano como intérprete y monitor fotográfico, experiencia que profundizó aún más su comprensión de los horrores de la guerra. Sin embargo, a pesar de la dureza de los temas que abordaba, sus imágenes nunca perdieron su humanidad y su amor por la vida.
Momentos clave
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Guerra Civil Española (1936-1939): Seymour se encontraba en el epicentro de la Guerra Civil Española, donde dejó un legado visual impresionante con su cobertura del conflicto. Sus imágenes del bombardeo aéreo de Barcelona son particularmente notables, mostrando tanto el sufrimiento como la resistencia de la población civil.
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Segunda Guerra Mundial (1939-1945): Durante este conflicto, Seymour documentó los efectos devastadores de la guerra en los niños y las familias. Sus fotos tomadas en diversas ciudades europeas durante la posguerra le valieron reconocimiento internacional y contribuyeron a su carrera como uno de los grandes fotoperiodistas de su tiempo.
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Fundación de Magnum (1947): Junto con otros fotógrafos icónicos como Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, Seymour fundó la agencia fotográfica Magnum, que se convertiría en una de las instituciones más influyentes en el mundo de la fotografía documental.
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Últimos años y su trágica muerte (1956): En 1956, Seymour se encontraba en Grecia, estudiando los monumentos de la antigüedad, cuando la crisis del Canal de Suez estalló en un conflicto bélico. Durante este tiempo, fue alcanzado por una ametralladora egipcia en Chipre, mientras se dirigía hacia Suez para realizar un reportaje gráfico sobre el intercambio de prisioneros. Su muerte a los 44 años dejó un vacío en el mundo de la fotografía y el periodismo gráfico.
Relevancia actual
Hoy en día, la obra de David Seymour sigue siendo una de las más importantes en la historia del fotoperiodismo. Su capacidad para captar la esencia de los momentos más duros de la humanidad, sin perder la dignidad y la esperanza de sus protagonistas, lo ha convertido en una figura clave en el estudio de la fotografía documental. Las imágenes de Seymour, que muestran tanto el sufrimiento humano como los momentos de alegría y esperanza, siguen siendo una fuente de inspiración para fotógrafos contemporáneos.
El legado de Seymour también ha perdurado gracias a la influencia de Magnum, la agencia que ayudó a fundar. Magnum sigue siendo uno de los referentes en el mundo de la fotografía documental y de reportaje, y su enfoque en la veracidad y el compromiso social sigue vivo en las generaciones actuales de fotógrafos.
Obra destacada
Una de las obras más relevantes de Seymour es Children of Europe (1945-1949), una serie de imágenes en blanco y negro que documenta la vida de los niños afectados por la Segunda Guerra Mundial en diferentes países europeos. Entre las composiciones más notables se encuentran:
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Grecia, evacuación de niños (1945): Una imagen poderosa que muestra varias filas de niños y ancianos evacuados, capturados en una composición oblicua que refleja la desesperación y la pérdida. La niña en primer plano parece pedir respuestas al espectador, convirtiendo la imagen en un potente grito de auxilio.
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Sin título (1948): Una fotografía en la que un grupo de niñas juega al balón con una monja, mientras las ruinas de un edificio sirven de fondo. La imagen transmite la idea de la resiliencia y la tristeza de un mundo marcado por la guerra.
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Sin título (1947): Un niño humilde posa con una mueca desafiante, mirando al espectador con una mezcla de inocencia y resistencia. La imagen captura la dureza de la época, pero también la frescura y esperanza de los más jóvenes.
La elegancia y la humanidad con la que Seymour trató estos temas siguen siendo un testimonio de su excepcional talento y sensibilidad como fotógrafo.
Bibliografía
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SOUGEZ, Marie-Loup: Historia de la fotografía. Cuadernos Arte Cátedra. 2ª edición. Madrid, 1985.
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VV.AA.: La fotografía del siglo XX. Taschen. Colonia, 1997.
MCN Biografías, 2025. "David Seymour (1911-1956). El fotógrafo polaco que capturó la esencia de la guerra y la vida". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/seymour-david [consulta: 28 de septiembre de 2025].