Sanromá, Jesús María (1903-1984). El pianista puertorriqueño que trascendió fronteras

Jesús María Sanromá, nacido en Fajardo el 7 de noviembre de 1903 y fallecido en San Juan el 12 de octubre de 1984, se erige como una de las figuras más influyentes de la música clásica de Puerto Rico y del mundo. A lo largo del siglo XX, su extraordinario talento como pianista lo posicionó como el mejor intérprete de piano de su país, dejando una huella indeleble en la música clásica tanto a nivel local como internacional. Con una carrera marcada por grandes logros y una incansable dedicación a la promoción de la música puertorriqueña, Sanromá se destacó como uno de los músicos más notables del Caribe.

Orígenes y contexto histórico

Jesús María Sanromá nació en el seno de una familia de origen catalán que emigró a Puerto Rico a finales del siglo XIX. Su padre, un inmigrante español, fue un catalán que se estableció en la isla, lo que permitió a Sanromá crecer en un ambiente con una rica tradición cultural. Desde muy temprana edad, Sanromá mostró un prodigioso talento para el piano. A los once años, debutó en el Teatro Municipal de su pueblo natal, Fajardo, dejando claro que su destreza musical sería su carta de presentación en el mundo.

A los trece años, gracias a su habilidad excepcional, Sanromá recibió una beca para estudiar en el prestigioso Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra, en Boston. Allí, bajo la tutela de la profesora Antoinette Szumowska, Sanromá destacó rápidamente como uno de los alumnos más brillantes, ganando el premio Mason & Hamlin al estudiante más sobresaliente. Este logro fue solo el principio de una carrera que lo llevaría a los más altos niveles del panorama musical mundial.

Logros y contribuciones

La formación de Sanromá se extendió más allá de las aulas de Boston. Tras su paso por el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra, el joven pianista viajó a París, donde tuvo la oportunidad de estudiar con el célebre pianista y pedagogo Alfred Cortot, uno de los músicos más influyentes de la época. Posteriormente, su búsqueda de perfección lo llevó a Berlín, donde recibió clases del legendario pianista Artur Schnabel, quien también jugó un papel fundamental en la formación musical de Sanromá. La mezcla de influencias europeas y su base en la escuela estadounidense de música le permitió desarrollar un estilo único y una técnica impecable.

En 1924, su talento fue reconocido por Serge Koussevitzky, director de la Orquesta Sinfónica de Boston, quien lo contrató como primer pianista. Esta colaboración significó un hito en la carrera de Sanromá, pues a partir de ese momento pudo actuar en escenarios internacionales de la mano de grandes músicos y directores. Fue en este contexto que Sanromá compartió escenario con otras figuras destacadas como Igor Stravinsky, con quien forjó una estrecha amistad, Paul Hindemith, Sergei Prokofiev y Carlos Chávez, entre otros. Esta oportunidad le permitió ganar reconocimiento en el ámbito internacional y consolidar su reputación como uno de los pianistas más destacados de su generación.

Entre 1930 y 1943, Sanromá continuó su carrera en la Boston Pops Orchestra, donde formó un exitoso dúo con el director Arthur Fiedler. Juntos, brindaron conciertos memorables que fueron aclamados tanto por la crítica como por el público. Además, en 1943 fue contratado por la firma Columbia Artists Corporation, lo que le permitió embarcarse en una carrera como solista. Sanromá ofreció recitales por todo Estados Unidos, llevando su música a diferentes rincones del país.

Momentos clave de su carrera

A lo largo de su carrera, Sanromá se distinguió por su incansable labor como promotor de la música puertorriqueña y su gran dedicación a la enseñanza. Entre 1931 y 1936, se desempeñó como profesor en la Universidad de Puerto Rico, donde cultivó una nueva generación de músicos puertorriqueños. En su faceta como docente, contribuyó activamente a la creación del Conservatorio de Música de Puerto Rico, institución en la que fue director del departamento de Piano hasta su muerte.

Además de su labor docente, Sanromá también se dedicó a la organización de eventos musicales de gran importancia en Puerto Rico. Fue un miembro clave en la creación del Festival Casals, uno de los festivales de música clásica más prestigiosos de la isla, y participó en diversas iniciativas en la Universidad de Puerto Rico, Radio y Televisión Públicas de Puerto Rico. A lo largo de su carrera, Sanromá mantuvo una relación estrecha con el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra, institución en la que continuó dando clases durante muchos años. En noviembre de 1978, se organizó un concierto en su honor en dicha universidad, en conmemoración de su 75 aniversario.

Discografía y legado musical

La discografía de Sanromá es una de las más destacadas de la música clásica puertorriqueña. Entre sus grabaciones más importantes, se encuentra la versión para piano de la célebre Rhapsody in Blue de George Gershwin, una pieza que marcó un hito en la interpretación de la música americana. También destaca la grabación del Concierto en Fa de Gershwin y el Segundo Concierto de Piano de Rachmaninov, dos composiciones que reflejan su versatilidad y dominio del repertorio pianístico. Además, Sanromá también interpretó obras de compositores estadounidenses como Edward McDowell y del compositor puertorriqueño Juan Morel Campos, a quien dedicó una recopilación de danzas.

En el ámbito de la enseñanza y la formación musical, Sanromá dejó una huella profunda, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos. Su legado perdura a través de las generaciones de músicos que lo consideraron un referente. A finales de su carrera, Sanromá grabó un disco con música del compositor puertorriqueño Manuel G. Tavárez, testimonio de su inquebrantable amor por la música de su país natal.

Relevancia actual

El legado de Jesús María Sanromá continúa siendo un pilar fundamental en la historia de la música clásica puertorriqueña. A pesar de su fallecimiento en 1984, su influencia sigue vigente. La importancia de su trabajo como intérprete y pedagogo ha dejado una marca indeleble en la cultura musical de Puerto Rico, consolidándose como un símbolo de excelencia y dedicación. Los pianistas actuales y las nuevas generaciones de músicos lo consideran una fuente de inspiración, y su contribución al enriquecimiento del repertorio clásico sigue siendo celebrada en numerosos conciertos y festivales internacionales.

Sanromá no solo se destacó como músico, sino también como un ferviente defensor de la música de Puerto Rico en el mundo. Su dedicación a la promoción de la música de compositores locales, su papel como profesor y su participación activa en la creación de instituciones educativas siguen siendo elementos esenciales en la consolidación de Puerto Rico como un centro de producción musical en el Caribe.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Sanromá, Jesús María (1903-1984). El pianista puertorriqueño que trascendió fronteras". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/sanroma-jesus-maria [consulta: 26 de septiembre de 2025].