Víctor Manuel Román y Reyes (1877-1950). El Presidente que Sirvió a la Dinastía Somoza en Nicaragua
Víctor Manuel Román y Reyes, nacido en 1877 y fallecido el 7 de mayo de 1950 en Filadelfia, fue una figura clave en la política de Nicaragua a mediados del siglo XX. Durante su breve pero trascendental mandato como presidente, desde 1947 hasta su muerte en 1950, jugó un papel crucial en la consolidación del poder de la familia Somoza, cuyo control sobre el país se extendería por varias décadas. En este artículo, se examinará su vida, su ascenso al poder, su presidencia y las implicaciones de sus decisiones en la historia nicaragüense.
Orígenes y Contexto Histórico
Víctor Manuel Román y Reyes nació en un contexto político y social marcado por la inestabilidad en Nicaragua. A comienzos del siglo XX, el país atravesaba una serie de conflictos internos y externos que afectaban profundamente a su estructura política. La intervención de los Estados Unidos en asuntos nicaragüenses, la presencia de dictaduras militares y el control de las élites conservadoras mantenían un clima tenso en la nación.
Román y Reyes inició su carrera política a principios de la década de 1940, cuando fue nombrado cónsul de Nicaragua en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos. Su participación en la política nicaragüense se dio en un momento clave, cuando la dinastía Somoza comenzaba a afianzarse en el poder. En 1947, el presidente Anastasio Somoza García, quien había gobernado Nicaragua con mano dura durante años, decidió no presentarse a la reelección y apoyó la candidatura del liberal Leonardo Argüello, pero a cambio de un acuerdo que le aseguraba el control de la Guardia Nacional. Este contexto de alianzas y tensiones sería determinante para el ascenso de Román y Reyes al poder.
Ascenso al Poder y Golpe de Estado
A principios de 1947, el liberal Leonardo Argüello, quien había sido elegido presidente, intentó distanciarse de la influencia de la familia Somoza. Su decisión de destituir a Anastasio Somoza Debayle (quien más tarde se convertiría en presidente de Nicaragua) como comandante de la Guardia Nacional y jefe de la policía de Managua desató la furia de la familia Somoza y sus aliados conservadores, entre ellos Víctor Manuel Román y Reyes. La situación llevó a un golpe de Estado organizado por Somoza y apoyado por sectores conservadores del país, incluyendo a Román y Reyes, quien desempeñó un papel importante en el derrocamiento de Argüello.
El golpe de Estado culminó con la declaración de incapacidad mental de Argüello, lo que permitió que Román y Reyes asumiera el poder. A pesar de que su ascenso fue producto de maniobras políticas y alianzas poco democráticas, Román y Reyes se convirtió en el presidente de Nicaragua en 1947, con el respaldo de la familia Somoza y sus intereses.
La Presidencia de Román y Reyes
Román y Reyes asumió la presidencia en un momento crucial para Nicaragua. Durante su mandato, la influencia de la familia Somoza en la política y la economía del país alcanzó su punto máximo. Desde su posición como presidente, Román y Reyes defendió los intereses de la familia Somoza, que controlaba las fuerzas armadas y los principales sectores económicos de Nicaragua. Anastasio Somoza García continuó al frente de la Guardia Nacional, mientras que su hijo, Anastasio Somoza Debayle, desempeñaba un papel cada vez más importante en el gobierno.
Román y Reyes también jugó un papel en la redacción de una nueva constitución para Nicaragua, que fue firmada a principios de 1948. Este documento reflejó los intereses de la familia Somoza y consolidó aún más su poder en el país. A nivel internacional, Román y Reyes mostró su inclinación por los Estados Unidos, país que reconoció su gobierno en abril de 1948. Además, participó en la conferencia de cancilleres de Bogotá, donde se aprobó una resolución que instaba a mantener las relaciones diplomáticas entre las naciones americanas.
En cuanto a los conflictos internos, el gobierno de Román y Reyes tuvo que enfrentarse a un levantamiento armado promovido por los conservadores. Este levantamiento fue liderado por el general Emiliano Chamorro, quien se había rebelado contra el poder de los Somoza. Sin embargo, la Guardia Nacional, leal a Román y Reyes, logró derrotar a los insurgentes, lo que obligó a Chamorro a exiliarse en México.
Acuerdos Internacionales y Represión Interna
Durante su presidencia, Román y Reyes también tomó medidas para consolidar su poder dentro y fuera de Nicaragua. Firmó un acuerdo con Costa Rica para resolver las diferencias políticas y evitar el apoyo de los exiliados nicaragüenses en territorio costarricense. Este acuerdo también permitió a Román y Reyes enviar tropas nicaragüenses para apoyar al presidente costarricense Teodoro Picado, quien había sido derrocado por un movimiento armado encabezado por José Figueres.
A nivel interno, la represión contra la oposición aumentó, y las políticas autoritarias del gobierno de Román y Reyes favorecieron cada vez más a los intereses de la familia Somoza. En febrero de 1948, firmó el pacto Somoza-Cuadra Pasos, que garantizaba al Partido Conservador una participación minoritaria en el gobierno a cambio de la promesa de elecciones libres en 1951. Sin embargo, el panorama político nicaragüense seguía dominado por la figura de Somoza, quien mantenía el control absoluto del poder.
La Muerte de Román y Reyes y el Ascenso de Somoza Debayle
El 3 de abril de 1950, Román y Reyes fijó la fecha de las elecciones presidenciales para el 21 de mayo de ese mismo año. Sin embargo, no pudo ver el fin de su mandato, ya que falleció dos semanas antes de la fecha prevista para las elecciones. Su muerte dejó un vacío de poder en Nicaragua, pero la figura de Anastasio Somoza Debayle, quien ocupaba el cargo de ministro de Guerra, se hizo cada vez más prominente.
El Congreso nicaragüense, siguiendo el mandato de la constitución, nombró a Somoza Debayle como presidente provisional, lo que consolidó aún más el poder de la familia Somoza en Nicaragua. El legado de Román y Reyes, por tanto, estuvo marcado por su alianza con los Somoza y su participación en el mantenimiento de la dictadura dinástica que gobernaría el país hasta la Revolución Sandinista de 1979.
Relevancia Actual
Aunque Víctor Manuel Román y Reyes no es una figura tan conocida en la historia de Nicaragua como otros líderes más prominentes, su presidencia representa un punto clave en el proceso de consolidación del poder de la familia Somoza. Durante su breve gobierno, los Somoza lograron afianzar aún más su dominio sobre la política nicaragüense, lo que tuvo repercusiones profundas en el país durante las décadas siguientes.
El legado de Román y Reyes es, por tanto, el de un presidente que sirvió a los intereses de una dictadura que, a pesar de su caída en 1979, dejó una marca indeleble en la historia de Nicaragua. La familia Somoza y su régimen autoritario siguen siendo objeto de debate y reflexión en la historia del país.
MCN Biografías, 2025. "Víctor Manuel Román y Reyes (1877-1950). El Presidente que Sirvió a la Dinastía Somoza en Nicaragua". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/roman-y-reyes-victor-manuel [consulta: 28 de septiembre de 2025].