Constanza de Ovando (1565-1622): La sobrina predilecta de Cervantes y sus pasiones entre la honra y el escándalo
Constanza de Ovando, nacida en Córdoba en 1565 y fallecida en Madrid en 1622, es una figura histórica que se destaca por su estrecha relación con uno de los más grandes literatos de la historia, Miguel de Cervantes Saavedra. Sobrina del célebre autor de Don Quijote de la Mancha, Constanza fue testigo de los tumultuosos eventos de su tiempo, cuyos elementos de amor, deshonra y reparación marcaron su existencia. Su historia es un reflejo de las complejidades familiares y sociales de la época, donde los lazos de sangre y las relaciones de honor se entrelazaban con los compromisos y las traiciones.
Orígenes y contexto histórico
Constanza de Ovando nació en una familia marcada por las conexiones con la nobleza y la literatura. Era hija de Andrea de Cervantes (hermana mayor de Miguel de Cervantes) y de Nicolás de Ovando, un gentilhombre cuya relación con Andrea fue motivo de escándalo y controversia. Nicolás había incumplido su promesa de matrimonio con Andrea, lo que resultó en el nacimiento de Constanza, quien, como compensación por el desliz de su padre, recibió el apellido Ovando. Esta situación fue una de las primeras piedras en el camino de Constanza, quien rápidamente se convirtió en la sobrina favorita de Miguel de Cervantes, el escritor que se convirtió en una de las figuras más prominentes de la literatura española y mundial.
La familia Cervantes vivió de manera algo peculiar, en un ambiente matriarcal donde el autor del Quijote desempeñó un rol fundamental. Constanza compartió con su tío varios años en un entorno donde el drama familiar y las complejas relaciones amorosas no eran ajenas a la cotidianidad.
Logros y contribuciones
Aunque Constanza no es recordada principalmente por logros literarios, su relación con Miguel de Cervantes y su propia vida están imbuidas de una relevancia histórica indirecta que nos ayuda a comprender mejor la vida personal del autor y los valores que predominaban en la sociedad de su tiempo. Constanza fue, ante todo, un testigo cercano de los episodios que marcaron la vida de Cervantes, y de algún modo, sus tribulaciones amorosas, enfrentadas con la moral de la época, ofrecieron un contraste entre el honor familiar y las libertades personales.
Constanza de Ovando formó parte de la Casa de los Cervantes, donde vivió con su madre, su tía Magdalena de Cervantes y otros miembros de la familia en Valladolid y Madrid. El clan matriarcal que se formó alrededor de Miguel de Cervantes fue un refugio de apoyo mutuo, pero también un campo de batalla emocional y social donde Constanza enfrentó varios desafíos de honor. Las relaciones familiares, los amores frustrados y las disputas por la propiedad eran constantes, lo que contribuyó a la construcción de una vida marcada por el sufrimiento personal y las injusticias sociales.
Momentos clave
Uno de los episodios más importantes en la vida de Constanza fue su relación con el caballero Pedro de Lanuza, hermano de Juan de Lanuza, el Justicia de Aragón, quien fue decapitado por orden de Felipe II debido a su implicación en la huida de Antonio Pérez. Este episodio resalta el grado de conexión entre los círculos de poder de la época, además de la influencia que los valores de honor, justicia y venganza tenían sobre las relaciones personales.
La relación de Constanza con Pedro de Lanuza, aunque comenzó bajo el auspicio de una promesa de matrimonio, culminó en un episodio de ruptura y reparación económica. A pesar de la absolución de Pedro, quien nunca participó en los delitos de su hermano, este rompió su compromiso con Constanza después de recibir una compensación de 1.400 ducados, lo que fue suficiente para saldar el deshonor causado. Este episodio refleja la importancia de las cuestiones de honor en la época y cómo el dinero y la reparación económica se entrelazaban con la moralidad y la justicia.
En otro momento clave, Constanza de Ovando volvió a ser protagonista de un lance amoroso, esta vez con Francisco Leal, quien, según documentos judiciales, tuvo que pagarle mil cien reales como reparación por sus acciones. Estos episodios fueron constantes en la vida de Constanza, quien, como su madre, su tía Magdalena y su prima Isabel, estuvo involucrada en varios conflictos relacionados con el honor y la moralidad de su tiempo.
Relevancia actual
A pesar de no ser una figura literaria o histórica prominente por derecho propio, la historia de Constanza de Ovando proporciona un contexto fascinante para comprender las dinámicas familiares y sociales que influyeron en la vida de Miguel de Cervantes. Su relación cercana con él, su participación en los episodios amorosos y de honor, y la constancia con la que vivió bajo la sombra de los grandes nombres de su tiempo, hacen de ella una figura única en la historia de la literatura española.
En la actualidad, Constanza sigue siendo un reflejo de las dificultades que enfrentaron las mujeres de su tiempo, atrapadas entre las expectativas sociales, los valores familiares y la autonomía personal. Su historia resalta la importancia de las mujeres en las narrativas históricas, especialmente aquellas que estuvieron cerca de figuras literarias trascendentales.
Constanza de Ovando murió en Madrid en 1622, seis años después de la muerte de su tío, Miguel de Cervantes. Al final de su vida, se estableció en la calle del Baño, en un Madrid que ya comenzaba a dejar atrás la época dorada del Siglo de Oro. A través de su vida, Constanza permanece como una figura compleja cuya historia sigue siendo relevante para aquellos interesados en el estudio de la literatura española, las dinámicas familiares de la época y el papel de las mujeres en la sociedad del Renacimiento.
MCN Biografías, 2025. "Constanza de Ovando (1565-1622): La sobrina predilecta de Cervantes y sus pasiones entre la honra y el escándalo". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ovando-constanza-de [consulta: 3 de octubre de 2025].