Ángel Luis Bienvenida (1924-2007): El último de los Bienvenida en el toreo
Ángel Luis Bienvenida, nacido en Sevilla el 2 de agosto de 1924 y fallecido en Madrid el 3 de febrero de 2007, fue una de las figuras más emblemáticas de la tauromaquia española, reconocido por su sobrenombre «Ángel Luis Bienvenida». Miembro de una de las dinastías más importantes del toreo en el siglo XX, su vida estuvo marcada por una pasión inquebrantable por el arte del toreo, aunque su carrera estuvo llena de altibajos, especialmente cuando se comparaba con la de sus célebres familiares. En este artículo exploraremos su historia, logros, y el impacto que dejó en el mundo taurino.
Orígenes y contexto histórico
Ángel Luis Bienvenida nació en el seno de una familia completamente vinculada al mundo taurino. Era nieto del banderillero del siglo XIX, Manuel Mejías Luján, y su padre, Manuel Mejías Rapela (Manuel Bienvenida), fue uno de los matadores más célebres de su época, conocido por su sobrenombre «El Papa Negro». Además, Ángel Luis tenía varios hermanos que también siguieron la tradición taurina, todos ellos figuras prominentes en el ámbito del toreo. Entre sus hermanos destacaban Manuel Mejías Jiménez (Manuel -o Manolo– Bienvenida), José Mejías Jiménez (Pepe -o Pepote– Bienvenida), Antonio Mejías Jiménez (Antonio Bienvenida) y Juan Mejías Jiménez (Juan -o Juanito– Bienvenida).
Desde muy joven, Ángel Luis estuvo inmerso en el mundo del toro y, aunque las expectativas sobre su carrera eran altas debido a su linaje, él decidió seguir el camino que su familia ya había recorrido. Su primer terno de luces lo vistió el 27 de agosto de 1939 en la plaza de toros de Cuenca, cuando apenas tenía 15 años. Su debut en la capital madrileña no se hizo esperar, ya que en 1943, a los 19 años, toreó por primera vez en la Plaza Monumental de Las Ventas, enfrentándose a la exigente afición madrileña.
Logros y contribuciones
Ángel Luis Bienvenida se destacó por su elegancia y estilo en la plaza, siendo reconocido como un torero fino y pulcro. A pesar de su talento, su carrera no alcanzó el mismo nivel de notoriedad que el de otros miembros de su familia, como su padre, Manuel Mejías Rapela o su hermano Antonio Mejías Jiménez.
En 1944, Ángel Luis alcanzó un hito significativo en su carrera: su doctorado en tauromaquia. Este acontecimiento tuvo lugar el 11 de mayo en la Plaza Monumental de Las Ventas, un recinto de gran prestigio en el que se celebran algunas de las corridas más importantes de España. Para la ocasión, contó con la presencia de sus hermanos Pepe y Antonio, quienes hicieron las veces de padrino y testigo, respectivamente. La corrida que marcó su consagración fue memorable, ya que Ángel Luis lidió y mató al toro Rosquillero de la ganadería de Arturo Sánchez Cobaleda.
Sin embargo, su carrera no estuvo exenta de altibajos. A pesar de haber firmado 20 contratos en su temporada de alternativa, su intervención en los festejos taurinos fue disminuyendo progresivamente. En 1945 participó en apenas tres festejos, lo que fue una señal de que su interés por el toreo comenzaba a decaer. En 1947, firmó diez contratos, pero nunca alcanzó la misma proyección que sus hermanos, quienes gozarían de un gran éxito en la época.
A finales de los años 40 y principios de los 50, Ángel Luis Bienvenida empezó a hacer incursiones en Hispanoamérica, donde toreó en varias plazas en Venezuela y Colombia. No obstante, fue en este período cuando empezó a alejarse del toreo activo y se dedicó al mundo de los negocios. A pesar de su retirada, el torero sevillano mantuvo un vínculo estrecho con el mundo taurino, siendo reconocido por sus contribuciones en diversas conferencias y cursos de tauromaquia en los que participaba activamente.
Momentos clave en la carrera de Ángel Luis Bienvenida
A lo largo de su carrera, Ángel Luis Bienvenida vivió y protagonizó varios momentos clave que marcaron su paso por el mundo taurino:
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1939: Su primer terno de luces en Cuenca, donde debutó como novillero.
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1943: Su debut en la Plaza Monumental de Las Ventas, en Madrid.
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1944: El día que se doctoró en tauromaquia en la misma plaza, ante la presencia de sus hermanos Pepe y Antonio.
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Años 50: Su incursión en Hispanoamérica, donde toreó en Venezuela y Colombia y comenzó a alejarse del toreo activo.
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Década de los 80 y 90: Sus participaciones en cursos y conferencias de tauromaquia, donde compartió sus experiencias y enseñó a nuevas generaciones de toreros.
Aunque su participación en los ruedos fue más limitada que la de sus hermanos, Ángel Luis fue un torero respetado y querido, conocido por su clase, elegancia y profesionalismo en la plaza.
Relevancia actual
A pesar de no haber sido una de las figuras más mediáticas dentro de la familia Bienvenida, la figura de Ángel Luis Bienvenida sigue siendo un símbolo de la elegancia y el estilo clásico en la tauromaquia. Su legado se mantiene vivo no solo en los recuerdos de aquellos que lo vieron torear, sino también en los muchos cursos y conferencias en los que participó a lo largo de su vida.
A finales de los años 80 y principios de los 90, sus intervenciones en los cursos de verano organizados por la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial fueron muy aplaudidas, lo que demuestra la admiración que todavía despertaba en el ámbito taurino. Sus anécdotas, consejos y enseñanzas dejaron una huella en las nuevas generaciones de toreros, quienes pudieron aprender de su experiencia y su forma de entender el toreo.
A día de hoy, la familia Bienvenida sigue siendo sinónimo de tradición taurina en España, y la figura de Ángel Luis, aunque más discreta que la de otros miembros de su familia, sigue siendo recordada por su contribución al arte de torear y por la herencia que dejó en el mundo taurino.
MCN Biografías, 2025. "Ángel Luis Bienvenida (1924-2007): El último de los Bienvenida en el toreo". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/mejias-jimenez-angel-luis [consulta: 29 de septiembre de 2025].