Alfonso Costafreda (1926-1974): El poeta sombrío y rebelde de la Generación del 50

Alfonso Costafreda (1926-1974), nacido en Tárrega (Lérida), fue un poeta y traductor español cuya obra marcó una huella profunda en la poesía de su tiempo. Su vida y su obra, aunque breves, fueron intensas, y se caracterizan por una evolución personal y literaria que lo alejó de los círculos más conocidos de la Generación del 50, un grupo literario con el que inicialmente compartió muchas de sus inquietudes. Sin embargo, la postura individualista de Costafreda y su tono sombrío lo llevaron a desarrollar una poesía profundamente personal, de una belleza inquietante y trágica.

Orígenes y contexto histórico

Alfonso Costafreda nació en un pequeño pueblo de la provincia de Lérida, Tárrega, en 1926, en un contexto de profunda agitación social y política en España. La guerra civil española (1936-1939) y sus consecuencias marcaron la juventud del autor y, a pesar de que la Dictadura franquista de la posguerra fue un periodo de censura y represión, la poesía se convirtió en un medio de resistencia y reflexión. Desde muy joven, Costafreda sintió una vocación literaria que lo impulsó a escribir con una intensidad emocional poco común. Su camino literario estuvo influenciado por las circunstancias de su tiempo y por las ideas de renovación que se gestaban en las primeras décadas del siglo XX.

A finales de los años 40 y principios de los 50, Costafreda se incorporó a la que sería una de las agrupaciones literarias más importantes del siglo XX en España, la Generación del 50. Este grupo de poetas, que incluyó a figuras como Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma, Victoriano Crémer, Eugenio G. de Nora, Ángel González, José Manuel Caballero Bonald, José Ángel Valente, y Francisco Brines, fue clave para la renovación de la poesía española en una época de silenciamiento de voces disidentes.

La entrada en la poesía

A los 24 años, Costafreda irrumpió en la escena literaria española con su primer poemario, Nuestra elegía (1950), que causó una inmediata impresión dentro del grupo de poetas de la Generación del 50. La obra, cargada de una profunda melancolía y un tono lúgubre, presentaba una visión sombría de la vida, lo que definiría gran parte de su carrera. Al año siguiente, publicó Ocho poemas (1951), una obra que consolidó su presencia en el ámbito poético español. Estas dos publicaciones iniciales mostraron su capacidad para explorar el sufrimiento y la angustia humana, pero también pusieron de manifiesto una perspectiva estética propia que distaba de las propuestas más optimistas o de denuncia social de otros poetas contemporáneos.

Logros y contribuciones

A medida que su obra se fue desarrollando, Costafreda comenzó a alejarse del estilo colectivo de la Generación del 50, buscando una mayor independencia creativa. Esta evolución fue patente en su siguiente poemario, Compañera de hoy (1966), donde se percibe un cambio hacia una poesía más introspectiva y personal. El tema de la muerte y la existencia humana, que ya se había asomado en su primer libro, se profundiza en esta obra, marcando un punto de inflexión en su estilo.

Su habilidad para plasmar la angustia existencial de forma única quedó definitivamente plasmada en su obra maestra Suicidios y otras muertes (1974), publicada poco antes de su muerte en Ginebra. En este libro, Costafreda exploró, con un tono sombrío y premonitorio, las cuestiones existenciales más profundas, utilizando estructuras y métricas novedosas para la época. La obra fue considerada una de las más importantes de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX, destacándose por su lenguaje austero y su reflexión sobre la vacuidad de la vida.

Momentos clave de su vida y obra

  1. 1950 – Nuestra elegía: El primer gran paso de Costafreda en la poesía española, marcando su entrada en la Generación del 50.

  2. 1951 – Ocho poemas: Segundo libro de Costafreda, consolidando su estilo melancólico y su inquietud por la muerte.

  3. 1966 – Compañera de hoy: Tercer poemario, que marca el alejamiento de la Generación del 50 y la búsqueda de una voz propia más introspectiva.

  4. 1974 – Suicidios y otras muertes: Su obra más profunda y desgarradora, publicada poco antes de su muerte, que marcó su legado en la poesía española.

Relevancia actual

Alfonso Costafreda dejó una marca indeleble en la poesía española, sobre todo por su capacidad para tratar temas universales como la muerte, la angustia y la soledad desde una perspectiva original. Su poesía no solo refleja una intensa melancolía, sino también una profunda reflexión sobre la vida, los sentimientos y la existencia humana. A pesar de su breve vida, su obra sigue siendo un referente para muchos estudiosos de la poesía contemporánea.

Además de su labor como poeta, Costafreda fue un destacado traductor. Su versión al español de Elegies de Bierville de Carles Riba es una de sus contribuciones más valiosas a la literatura española. Su trabajo como traductor le permitió fusionar su amor por la poesía con su habilidad para interpretar la obra de otros autores, lo que le permitió acceder a una mayor profundidad de conocimientos literarios.

Su legado, especialmente en su faceta como poeta sombrío y solitario, continúa siendo una fuente de inspiración para nuevos escritores que buscan explorar las dimensiones más oscuras de la existencia humana.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Alfonso Costafreda (1926-1974): El poeta sombrío y rebelde de la Generación del 50". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/costafreda-alfonso [consulta: 29 de septiembre de 2025].