Wigner, Eugene Paul (1902-1995).
Físico y matemático estadounidense de origen húngaro, nacido en Budapest (perteneciente, por aquel entonces, al Imperio Austro-Húngaro) el 17 de noviembre de 1902, y fallecido en Princeton (en el estado norteamericano de Nueva Jersey) el 1 de enero de 1995. Fue galardonado con el Premio Nobel de Física -que compartió con la estadounidense de origen alemán Maria Goeppert-Mayer (1906-1972) y con el alemán Hans Daniel Jensen (1907-1973)- en 1963, «por su contribución a la teoría del núcleo atómico y las partículas elementales, especialmente a través del descubrimiento y la aplicación de los principios de simetría fundamental«.
Cursó sus estudios medios y superiores en su Europa natal, donde obtuvo el grado de doctor en Ingeniería Técnica por el Technische Hochschule (o Escuela Técnica Superior) de Berlín. En dicho centro ejerció la docencia hasta 1930, año en el que emigró a los Estados Unidos de América en busca de mejores oportunidades para ejercer su trabajo. A partir de entonces, desarrolló en territorio americano toda su labor docente e investigadora, que le condujo en una fase inicial hasta la Universidad de Wisconsin, en la que impartió clases entre 1936 y 1938.
Plenamente integrado en los foros científicos y académicos de los Estados Unidos, el 8 de enero de 1937 obtuvo la nacionalidad estadounidense. Al año siguiente, Eugene Paul Wigner se incorporó, en calidad de profesor de Física y Matemáticas, a la plantilla docente de la Universidad de Princeton, centro de estudios superiores al que habría de permanecer ligado hasta la fecha de su jubilación (1971).
Durante la II Guerra Mundial (1939-1945), en el laboratorio Metalúrgico de la Universidad de Chicago, el científico de origen húngaro colaboró activamente con el equipo de físicos y químicos que, bajo la tutela del italiano Enrico Fermi (1901-1954), se ocupó del denominado «Proyecto Manhattan», destinado a elaborar la primera bomba atómica. De hecho, Wigner fue uno de los investigadores que, a sabiendas de que los físicos alemanes trabajaban con ahínco para dotar a las tropas hitlerianas de un potente arsenal nuclear, persuadió a Einstein (1879-1955) para que firmara una célebre carta en la que los científicos estadounidenses urgían al gobierno de Franklin Delano Roosevelt (1882-1945) a poner todos sus medios a su alcance para fabricar la bomba atómica antes que los nazis. Además del citado Einstein y el propio Wigner, dicha epístola fue subscrita por otros científicos de la talla de Leo Szilard (1898-1964) y Edward Teller (1908-2003).
Al término de la conflagración bélica internacional, Eugene Paul Wigner fue nombrado Director del departamento de Investigación y Desarrollo de los Laboratorios Clinton, cargo en el que se mantuvo durante un breve período de tiempo (1946-1947), pues enseguida retornó a la docencia y a la investigación. Por aquel tiempo, recibió uno de los primeros galardones de prestigio universal que habrían de jalonar su fructífera trayectoria científica: la Medalla al Mérito de los Estados Unidos de América (1946). Más tarde fue recompensado con otros honores y reconocimientos como el Premio «Enrico Fermi» (1958) y el Premio «Átomos para la Paz» (1960).
Asimismo, recibió la Medalla de la Franklin Society; la Medalla «Max Planck» de la Sociedad Alemana de Física; el premio «George Washington» de la Fundación de Estudios Americano-Húngara; la Medalla «Semmelweiss» de la Asociación Americano-Húngara de Medicina; y la Medalla Nacional de las Ciencias otorgada por el gobierno de los Estados Unidos. Y fue investido como doctor honoris causa por la Universidad de Wisconsin, la Universidad de Washington, el Case Institute, la Universidad de Alberta (Canadá), la Universidad de Chicago, el Colby College, la Universidad de Pensilvania, la Universidad Yeshiva, el Thiel el College, la Universidad de Nôtre Dame, la Universidad Técnica de Berlín, el Swarthmore College, la Universidad de Lovaina, la Universidad de Lieja, la Universidad de Illinois, el Seton Hall, la Universidad Católica y la Universidad Rockefeller.
Fue nombrado vicepresidente de la American Physical Society, y formó parte de la Junta Directiva de la American Nuclear Society. Además, fue miembro de otras instituciones científicas estadounidenses tan prestigiosas como la American Philosophical Society, la American Mathematical Society, la American Association of Physics Teachers, la National Academy of Science, la American Academy of Arts and Sciences y la American Association for the Advancement of Science; y de otras sociedades internacionales como la Royal Netherlands Academy of Sciences and Letters, la Austrian Academy of Sciences, la Gesellschaft der Wissenschaften (Gottingen) y la Royal Society of London (Gran Bretaña). Fue además, miembro del Consejo Asesor General de la Comisión de Energía Nuclear Estadounidense, al que perteneció en dos períodos distintos (1952-1957 y 1959-1964).
Casado en 1941 con María Annette Wheeler, fue padre de dos hijos (David y Martha) que heredaron de él su vocación científica y tecnológica. El mayor fue profesor de Matemáticas en la Universidad de Berkeley (California), y la menor fue responsable de los sistemas de transporte aéreo de la ciudad de Chicago.
Entre sus obras más relevantes, cabe recordar las tituladas The physical theory of neutron chain reactors (Teoría física de los reactores de neutrones en cadena, 1958) y Nuclear structure (Estructura nuclear, 1959), ambas escritas en colaboración con Alvin Martin Weinberg.
El principio de paridad y el efecto Wigner
La mayor parte de las aportaciones científicas de Wigner están relacionadas con la física de sólidos, los núcleos atómicos y los reactores nucleares. En su condición de figura destacada de la Física Nuclear, lanzó la hipótesis de que las energías potenciales de interacción entre nucleones son iguales cuando poseen el mismo momento angular y el mismo spin (o momento magnético intrínseco de las partículas).
Aprovechando sus excelentes conocimientos de Matemáticas, Wigner aplicó la teoría matemática de grupos a la Mecánica cuántica, con lo que acabó postulando -como se acaba de indicar- que las partículas elementales son simétricas respecto al espacio y el tiempo, lo que a su vez le permitió formular el denominado «principio de conservación de la paridad» (sucintamente expuesto en el párrafo anterior). El trabajo de otros investigadores posteriores -los chinos Tsun-Dao Lee (1926- ) y Zhen Ning Yang (1922- )- vino a demostrar que este principio no se cumple en determinadas condiciones, ya que la paridad no se conserva en interacciones nucleares débiles; sin embargo, sí se mantiene la simetría CPT (carga, paridad y tiempo simultáneamente).
Otras de las grandes contribuciones de Eugene Paul Wigner a la Física moderna fue, en 1936, el descubrimiento y la descripción del fenómeno que lleva su nombre (efecto Wigner), mediante el cual se puede explicar la teoría de la absorción de neutrones. Dicho efecto, consistente en el desplazamiento de los átomos que abandonan su posición original en una red cristalina (como, por ejemplo, la del grafito), se produce cuanto éstos son irradiados con neutrones o con iones de energía suficiente. Wigner aplicó este hallazgo a la fabricación de los primeros reactores nucleares, y consiguió que un flujo de neutrones modificase, en un reactor, las propiedades mecánicas, físicas y químicas.
JRF