Wang Shifu (1280-ca. 1368).
Dramaturgo chino, también conocido como Wang Te-hsin, que vivió durante la dinastía Yuan (1280-1368). Natural de Dadu (la actual Pekín), Wang Shifu comparte con otros grandes autores teatrales chinos el ambiguo privilegio de haber llegado a nuestros días siendo prácticamente un desconocido: poco o nada sabemos acerca de su vida, en la medida en que el género literario que cultivó era considerado plebeyo e indigno de la atención de las personas cultas. Nació en el año 1250 y se estima que murió hacia el 1337. Hacia finales del siglo XIII o principios del XIV se hallaba en plena producción literaria. Después de servir por un tiempo como funcionario, se retiró a vivir una vida de ermitaño. Se le atribuyen un total de trece obras dramáticas.
El drama constituyó el máximo logro de la literatura durante el reinado de la dinastía Yuan. Su origen lo encontramos en los dramas y narraciones artísticas populares de las zonas septentrionales. Se trata de un arte escénico múltiple creado conjuntamente por actores, músicos y dramaturgos. Mediante la canción, el diálogo, la mímica y la danza acompañada de música se representaba un tema único.
Pocas piezas teatrales han tenido en China una influencia tan grande como La Historia del Pabellón Occidental (Xixiang ji). Durante la dinastía Yuan no eran extrañas las obras dramáticas en las que se atacaba el régimen feudal del matrimonio, determinado por el dinero o la posición social de los contrayentes, y donde el amor verdadero era cruelmente eliminado. El gran éxito cosechado por Xixiang ji se debe a su magistral construcción y a su lenguaje chispeante y pleno de vida. Durante las dinastías Ming y Qing, las ediciones de La Historia del Pabellón Occidental, a menudo anotadas e ilustradas, se cuentan por decenas. Algunas dividen la pieza en escenas, a la manera del Teatro del Sur.
En la obra, el autor muestra el reencuentro y el amor entre la delicada Cui Yingying y el joven letrado Zhang, ambos huérfanos de padre. La madre de la niña, para alejar el peligro que pesa sobre el monasterio en el que viven, promete casar a su hija con aquel que las libere de los guerreros que lo asedian; pero cambia de idea cuando el ejército, que el joven Zhang ha hecho llamar por medio de un monje, pone fin a esta situación. Después de un sutil cambio de cartas entre el joven y su amada, favorecido por la intervención de la sirvienta Hongniang, Zhang, despechado, cae enfermo. Para evitar tal desenlace, Yingying salta el muro del monasterio y se entrega a su amante. Esta transgresión de la moral tradicional le costó a la pieza teatral la censura de los confucionistas más estrictos, que vieron en ella una obra lasciva donde se alimentaban malos ejemplos de conducta. En efecto, la obra se convirtió en referencia obligada de los amantes cuya pasión los arrastra lejos de las convenciones del matrimonio arreglado, optando por el compromiso de los amores ilícitos.
La historia del Pabellón Occidental se inspira en el cuento de Yuan Zhen titulado Yingying zhuan (779-831). Wang Shifu modifica totalmente el espíritu de la obra; ya no se trata de una joven seducida y abandonada por un letrado frívolo como en el cuento original. El autor recibe influencias del zhugongdiao, especie de balada cantada, característica de la dinastía Qing (1115-1234), y transforma lo que era un final trágico en un desenlace feliz. Aunque el tema principal de la pieza es el amor entre Zhang y Yingying, los dos personajes más relevantes son la joven enamorada y la sirvienta Hongniang. Wang Shifu agrega toques maestros a la personalidad de Yingying y crea el personaje de la criada: viva, inteligente y arrojada, posee un sólido sentido de la justicia y de la lucha. La traviesa e ingeniosa Hongniang se ha convertido en personaje favorito de los aficionados al teatro, a través de los tiempos.
Formalmente, la obra pertenece al género conocido como tsa-chü, forma teatral popular, característica del teatro del norte. Está constituida por veintiún actos repartidos en cinco libretos. Cada acto se corresponde con una serie de aspectos relevantes de un mismo modo musical. La extensión de la pieza, excepcional para el norte de China en esa época, permite que varios actores canten sucesivamente los actos de cada libreto. Ciertos críticos de la dinastía Ming atribuyeron el último libreto de Xixiang ji a Guan Hanqing, al juzgarlo menos artificioso que los cuatro anteriores. Los aspectos cantados de la obra presentan una sutileza que se opone, en ocasiones, a los “colores naturales” de la prosodia de Guan, más sonora y menos preciosista.
Estos mismos criterios se esgrimieron para retirar a Wang Shifu la paternidad de otra de sus obras, que fue atribuida de nuevo a Guan Hanqing. Se trata de La Cueva Destartalada (Poyao ji), pieza juzgada demasiado grosera para haber sido escrita por el mismo autor que compuso Xixiang ji. Por fin, La Sala de la Hermosa Primavera (Lichuntang) es la última de las tres piezas íntegras que nos han quedado de Wang Shifu. Los protagonistas son dos militares cuyos continuos enfrentamientos les acarrean la desgracia. Al cabo, logran recuperan su antiguo estado tras un proceso de rehabilitación.
Bibliografía.
-
Arte y Literatura, Pekín: Ediciones en lenguas extranjeras, 1985.
-
KANRRU, L.: Breve historia de la Literatura clásica China, Pekín: Ediciones en lenguas extranjeras, 1986.