Vogau, Boris Andréyevich, «Pilniak» (1894-ca. 1935).


Novelista ruso, conocido por su pseudónimo literario de Boris Pilniak, nacido en Mozhaisk (Moscú) en 1894, y desaparecido después de 1935.

Afecto, en un principio, a los ideales que promovieron la Revolución Rusa (a la que saludó, más que como un movimiento político-social, como una fuerza natural liberadora de energías primordiales largo tiempo aletargadas), publicó una primera novela –El año de la miseria (1922)- en la que intentaba reproducir la fertilidad del caos revolucionario merced a la acumulación de párrafos heterogéneos. Con esta disposición estructural, Pilniak pretendía llevar a sus últimas consecuencias la técnica «no-narrativa» postulada por Andrei Bielyy analizada por los críticos formalistas de su país.

El éxito de esta opera prima le animó a desarrollar dicha técnica en varios relatos que escribió a continuación –Iván de Marija, La tercera capital y Madre-húmeda tierra, recogidos en el volumen titulado Pan negro (1923)-, y en su segunda novela, Más allá de los bosques (1924). Sin embargo, y a pesar de que formalmente sus escritos seguían siendo apreciados, la crítica oficial comenzó a desnostar a Pilniak por el acento eslavófilo que traslucían estas últimas entregas de su obra. La aversión se hizo extrema cuando, en 1926, apareció el Cuento de la luna no apagada, en el que Pilniak se enfrentaba con un punto obscuro en el estamento militar: la muerte de Frunze, Jefe del Ejército Rojo.

Acosado por la cultura oficial, Pilniak fingió ensayar una especie de autocrítica en su siguiente novela, El Volga desemboca en el mar Caspio (1930), cuya temática -centrada en los planes quinquenales- pretendía ser menos comprometida; pero en una parte de esta obra, publicada por separado en el extranjero bajo el título de Caoba (1929), volvía a arremeter contra la milenaria indolencia de sus compatriotas, anclados en un inmovilismo que a él le parecía incorregible. Acusado, definitivimente, de mantener y propagar una conducta antisocial, Pilniak cayó en desgracia y fue víctima de la depuración de 1935. Ignorado por completo, fue acusado de realizar tareas de espionaje al servicio de los japoneses, y reducido a un campo de concentración, donde murió en fecha ignorada.