Vilanova, Arnaldo de (ca.1238-1311).
Médico teólogo, erudito y escritor español espiritual contemporáneo de Raimundo Lulio (Ramon Llull). Nacido probablemente en la diócesis de Lérida, si bien en otro tiempo (al menos desde el 1504, en la primera edición de sus obras realizada en Lyón) algunos situaron su ciudad natal en Provenza. Se cree que estudió en Cataluña y en París. En Barcelona ampliará sus conocimientos en artes e idiomas, y entró en contacto con su admirado maestro Ramón Martí. Conocía bien el latín, el árabe y el hebreo, gracias a lo cual pudo realizar diversas traducciones de obras médicas árabes de Avicena, Costa ben Luca, Abulcasis, Alkindi, etc. Hacia el año 1260, comenzó sus estudios de Medicina en Montpellier, en cuya Universidad sería más tarde afamado maestro.
Ejerció su profesión de médico en Nápoles, la misma Montpellier, Florencia, Roma y Barcelona, ciudad esta última en donde entraría al servicio de la casa real aragonesa, con la que mantuvo siempre una íntima relación, sobre todo con el rey Jaime II. Esta amistad se extiende a la admiración que, como médico, ejerció sobre los papas Bonifacio VIII y Clemente V. Igualmente, fue muy bien acogido por el rey de Sicilia Federico III, con quien coincidía en sus ideas de reforma religiosa y en su simpatía hacia los franciscanos espirituales. Actuó como embajador de Jaime II ante el rey de Francia en París, en el 1299, año que supuso el inicio de una encendida disputa contra los dominicos de la Sorbona y que proseguiría en los años siguientes contra Bernardo de Puigcercós, Juan Vigoroux y Martín de Atheca, entre otros, a causa de sus ideas apocalípticas y de la proclamación del nacimiento del Anticristo para el año 1476.
Estuvo casado, al parecer, con una dama provenzal llamada Inés con la que tuvo una hija, María, que en el año 1291 entró en el convento de Santa María Magdalena de Valencia. En los últimos años de su vida un incidente acaecido ante el Colegio Cardenalicio, a causa de la interpretación de un sueño regio, hizo que el monarca Jaime II de Aragón le retirase su amistad, no así su hermano Federico III de Sicilia, que siguió admitiéndole en su corte y sobre el que ejerció notable influencia. Murió en Génova, en una escala del viaje mientras realizaba una misión diplomática.
La obra médica que se ha conservado de Arnaldo de Vilanova es muy numerosa, entre sus títulos figuran Introductionum medicinalium speculum, De humido radicali, De graduationibus medicinarum per artem compositam, Parabolae medicationis, Regimen sanitatis, Breviarium practicae a capite usque ad plantam pedis, De epilepsia, De arte cognoscendi venena, etc. Ha dejado también diversas obras de alquimia, como el Rosarius philosophorum, Semita semitae y Flos florum.
En sus escritos teológicos destaca su preocupación por la reforma de la Iglesia, su planteamiento sobre la Trinidad y su obsesiva creencia en la proximidad del fin del mundo, idea que le procuró muchos sinsabores. Entre los títulos de este apartado se encuentran: Expositio super Apocalipsi, Introductio in librum Joachim de Semine scripturarum seu de prophetis dormientibus, Allocutio super significationem nominis Tetragrammaton, Tractatus de tempore adventus Antichristi et fine mundi, Tractatus de mysterio cymbalorum ecclesiae, Philosophia catholica, Elogium de notitia verorum et pseudoapostolorum, Confessio Ilerdensis de spurcitiis pseudoreligiosorum, Raonament d’Avinyo, etc.