José Miguel Vélez (1829-1892). El escultor autodidacta que elevó el arte religioso en Ecuador

José Miguel Vélez (1829-1892). El escultor autodidacta que elevó el arte religioso en Ecuador

José Miguel Vélez, nacido en Cuenca en 1829 y fallecido en la misma ciudad en 1892, es uno de los nombres fundamentales en la historia del arte ecuatoriano. A pesar de su origen humilde y una formación limitada, se convirtió en uno de los pioneros de la escultura en el país. Su obra, profundamente marcada por la espiritualidad y el patriotismo, trascendió su época y lo consolidó como un referente del arte sacro y monumental del siglo XIX.

Orígenes y contexto histórico

José Miguel Vélez nació en una familia de escasos recursos y sin el reconocimiento paterno. Su niñez estuvo marcada por la precariedad y una educación rudimentaria, pero desde muy joven mostró una notable disposición hacia el arte. A los 14 años comenzó a trabajar como aprendiz en el taller de pintura de Eusebio Alarcón, un maestro cuencano que le brindó sus primeras lecciones de dibujo y dorado, técnicas esenciales que más tarde influirían en su trabajo escultórico.

El contexto histórico de Ecuador en el siglo XIX estuvo marcado por la consolidación de la república y la búsqueda de una identidad nacional, en la que el arte desempeñó un papel central. En este ambiente, la escultura religiosa y patriótica adquirió gran relevancia como medio de expresión simbólica y como instrumento de cohesión social. Fue en este entorno que emergió la figura de Vélez, sin formación académica pero con un talento natural que le permitió abrirse camino entre los grandes nombres del arte ecuatoriano.

Logros y contribuciones

La carrera de Vélez comenzó de forma casi accidental cuando su maestro le confió la restauración de una imagen deteriorada del Niño Jesús. Tras la pérdida de esta pieza y la imposibilidad de pagarla, el joven talló una nueva figura guiándose solo por una estampa. La calidad de su trabajo sorprendió tanto al cliente como a Alarcón, quien desde entonces lo apoyó decididamente en su camino artístico.

Desde ese momento, José Miguel Vélez dedicó su vida a tallar imágenes religiosas y patrióticas con un detallismo y una espiritualidad únicos. Fundó su propio taller a los 19 años tras contraer matrimonio, lo que le permitió desarrollar su estilo con plena autonomía.

Entre sus obras más destacadas se encuentran:

  • Los doce Apóstoles

  • Un crucifijo realizado para su madre

  • Cristo entregado como obsequio al presidente Gabriel García Moreno

  • Crucifijos y Niños Jesús, reconocidos por su expresión emotiva y su realismo

Su talento llamó la atención del presidente Gabriel García Moreno durante una visita a Cuenca en 1860. Tras recibir un Cristo tallado por Vélez, el mandatario llevó la obra a Quito, donde fue admirada por numerosos ciudadanos y coleccionistas, lo que expandió la reputación del artista más allá de su ciudad natal.

El presidente incluso le ofreció una beca para estudiar escultura en Roma junto a otros artistas quiteños. Sin embargo, Vélez declinó la propuesta para mantenerse cerca de su familia, mostrando una vez más su firme sentido del deber personal y familiar.

Momentos clave

La vida artística de José Miguel Vélez estuvo marcada por varios hitos fundamentales que lo posicionaron como una figura clave del arte ecuatoriano:

  • 1843: Entra al taller de Eusebio Alarcón, iniciando su formación artística.

  • 1848: Se casa y funda su propio taller de escultura.

  • 1860: El presidente Gabriel García Moreno recibe una obra suya y promueve su reconocimiento nacional.

  • 1867: Participa en la Exposición Universal de París, donde obtiene la Medalla de Oro gracias a un crucifijo y a una calavera humana tallada en madera de cedro.

Esta última obra en particular se considera una de sus más impresionantes. La calavera, trabajada con tal precisión y realismo, imita a la perfección un cráneo humano real, testimonio de su maestría técnica.

En el campo del arte patriótico, Vélez elaboró bustos y retratos escultóricos de figuras emblemáticas de la historia ecuatoriana como:

  • Simón Bolívar

  • Antonio José de Sucre

  • Vicente Solano

  • Benigno Malo

  • Un medallón del poeta José Joaquín Olmedo destinado a la ciudad de Guayaquil

Estos trabajos evidencian no solo su habilidad artística, sino también su profundo compromiso cívico y su deseo de contribuir a la construcción de una memoria nacional.

Relevancia actual

La obra de José Miguel Vélez sigue siendo un pilar del patrimonio cultural ecuatoriano. Sus esculturas, distribuidas en iglesias, espacios públicos y colecciones privadas, son testimonio de una época en la que el arte servía como vehículo de devoción, identidad y patriotismo. Aunque nunca estudió formalmente en una academia de arte, su legado ha sido reconocido como parte integral del desarrollo artístico del país.

Además de su virtuosismo técnico, Vélez es recordado por su integridad, su fe profunda y su vida dedicada al trabajo. A pesar de vivir siempre en condiciones humildes, se mantuvo fiel a sus principios y a su misión artística. Su negativa a estudiar en Europa no se debió a desinterés por perfeccionarse, sino a su compromiso con su familia, una decisión que le da aún más valor humano a su trayectoria.

Hoy, su historia inspira a generaciones de artistas que, como él, comienzan con pocos recursos pero con una gran pasión por el arte. Su ejemplo demuestra que el talento, la dedicación y la perseverancia pueden superar incluso las barreras más difíciles.

El nombre de José Miguel Vélez resuena como símbolo de lucha, creatividad y devoción. Su obra no solo embellece los espacios donde se encuentra, sino que también transmite los valores espirituales y patrióticos que definieron su vida y su época. La memoria de este escultor cuencano sigue viva, consolidándose como uno de los grandes pilares del arte ecuatoriano del siglo XIX.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "José Miguel Vélez (1829-1892). El escultor autodidacta que elevó el arte religioso en Ecuador". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/velez-jose-miguel [consulta: 28 de septiembre de 2025].