Víctor Valera (1927-2013): El escultor venezolano que marcó una era en la plástica moderna
Víctor Valera (Maracaibo, Zulia, 17 de febrero de 1927 – Caracas, 5 de marzo de 2013) es reconocido como uno de los más influyentes escultores de Venezuela en el siglo XX. Su obra, caracterizada por la innovación y experimentación en materiales, le permitió destacar en el ámbito internacional y convertirlo en un referente dentro del arte moderno en América Latina. A lo largo de su vida, Valera logró fusionar la escultura con otras disciplinas, desafiando los límites tradicionales del arte visual y consolidando su legado como un creador fundamental para la historia de la escultura contemporánea venezolana.
Orígenes y contexto histórico
Víctor Valera nació en un contexto político y social lleno de cambios. Venezuela estaba experimentando una transición importante en su historia, con el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y la llegada de la democracia en 1958. En este clima, las expresiones artísticas comenzaron a adquirir un nuevo significado, y fue en este contexto en el que Valera inició su carrera.
A pesar de que su formación inicial fue en la Escuela de Artes Plásticas de Maracaibo y, posteriormente, en la Escuela de Caracas, sus primeros años de vida estuvieron marcados por un sentido de rebeldía. Durante su paso por el ejército, fue miembro de la Guardia de Honor del presidente Rómulo Gallegos, lo que le permitió estar en contacto con un ambiente de gran importancia política y cultural. Sin embargo, la rebeldía de Valera se manifestó pronto en su trayectoria, pues fue expulsado en 1950 de la Escuela de Artes Plásticas de Caracas debido a su participación activa en movimientos huelguísticos.
Formación en París: la influencia de la vanguardia
Luego de ser expulsado, Valera viajó a París, gracias a una beca otorgada por el Gobierno de Venezuela. Fue en la capital francesa donde consolidó su visión artística y se impregnó de las influencias de los movimientos de vanguardia que dominaban la escena europea en ese momento. Allí, asistió a los talleres de destacados artistas como Victor Vasarely, Jean Dewasne y Fernand Léger, quienes dejaron una marca profunda en su forma de concebir el arte. También conoció de cerca la obra de Robert Jacobsen, lo que lo motivó a explorar nuevas formas de crear y experimentar con el espacio y los materiales.
La influencia de la música dodecafónica, especialmente la obra de Pierre Boulez, también jugó un papel clave en la evolución del estilo de Valera. Esta corriente musical, que rompía con la tonalidad tradicional, encontró paralelismos en la búsqueda de formas no convencionales en la escultura. Durante su estancia en París, Valera comenzó a experimentar con composiciones escultóricas que recordaban las composiciones sonoras de Boulez, estableciendo así una conexión entre las artes visuales y la música contemporánea.
El regreso a Venezuela y su consolidación como escultor
En 1956, Valera regresó a Venezuela, donde se dedicó por completo a la escultura. Fue en ese momento cuando se convirtió en pionero de una nueva tendencia en la escultura venezolana al introducir el uso de hierros soldados como material para sus obras. Esta técnica revolucionaria marcó un cambio significativo en la percepción de los materiales en el arte plástico de la época.
Uno de los momentos más importantes en la carrera de Valera fue su participación en el Salón Oficial de 1957 con la escultura Sonoformas. Esta obra, compuesta por una serie de elementos romboides cubiertos con una pátina dorada, marcó una nueva relación con los materiales, destacando la importancia de la chatarra como recurso artístico. La obra desató una polémica entre Alejandro Otero y Miguel Otero Silva en lo que se conoció como el debate figuración/abstracción, un debate que definió la dirección del arte moderno en Venezuela. La escultura, al combinar formas geométricas con el uso innovador de materiales industriales, fue clave para el desarrollo de la abstracción en el país.
En 1958, Valera recibió el Premio Nacional de Escultura, un reconocimiento que consolidó su posición como uno de los artistas más importantes de su generación. A partir de este momento, su carrera despegó y empezó a participar en exposiciones internacionales, ganando reconocimiento tanto en América Latina como en Europa.
Logros y contribuciones al arte
Además de su obra escultórica, Víctor Valera jugó un papel fundamental en la formación de nuevos artistas. Desde 1971, fue profesor de escultura en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas Cristóbal Rojas de Caracas, donde compartió sus conocimientos y su visión con generaciones de estudiantes. Su enfoque innovador y su capacidad para integrar nuevas técnicas y materiales a la escultura lo convirtieron en un maestro respetado y admirado.
En 1982, Valera proyectó y coordinó el Museo al Aire Libre Andrés Pérez Mújica de Valencia, un espacio dedicado a la exposición de obras escultóricas al aire libre, que contribuyó a la consolidación del arte moderno en el país.
Las esculturas y murales más importantes de Valera se encuentran en lugares emblemáticos de Venezuela, como la Ciudad Universitaria de Caracas, el Hotel Caracas Hilton y el Hotel Macuto Sheraton. Entre sus primeras obras, destacaron la utilización de figuras geométricas esenciales como el cubo y la esfera, las cuales no eran volúmenes sólidos, sino diseños espaciales que le otorgaban una gran fluidez a sus composiciones. A lo largo de su carrera, estas formas geométricas se fueron transformando en estructuras más complejas y orgánicas, reflejando su constante evolución como artista.
Una de las características más destacadas de la obra de Valera son sus torres metálicas, estructuras regulares que el artista denominó «esquemas perforados». Estas obras, que juegan con el espacio y la luz, se convierten en una expresión visual del equilibrio y la simetría, reflejando el interés de Valera por la geometría y la abstracción. En 1980, Valera comenzó a experimentar con papeles perforados, llevando su trabajo hacia nuevas fronteras en la manipulación de materiales y texturas.
El legado de Víctor Valera
El impacto de la obra de Víctor Valera sigue vigente hoy en día. Su visión innovadora y su capacidad para experimentar con nuevos materiales y formas sentaron las bases para una generación de escultores y artistas venezolanos que continúan desarrollando el legado de la abstracción y la experimentación en el arte contemporáneo. Valera, al igual que otros grandes artistas de su época, contribuyó a redefinir el panorama artístico venezolano, dejándonos una rica herencia de obras que siguen siendo referentes para estudiosos, artistas y coleccionistas.
En resumen, la figura de Víctor Valera representa no solo una de las cumbres del arte venezolano del siglo XX, sino también un símbolo de la transformación de la escultura y el arte moderno en América Latina. Su capacidad para integrar la música, la geometría y la abstracción en sus obras lo convierte en un personaje esencial para entender la evolución del arte contemporáneo en Venezuela y en el mundo.
MCN Biografías, 2025. "Víctor Valera (1927-2013): El escultor venezolano que marcó una era en la plástica moderna". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/valera-victor [consulta: 18 de julio de 2025].