Carmelo Tusquellas Forcén «Charlot» (1893-1967): El Torero Cómico que Revolucionó la Tauromaquia
Carmelo Tusquellas Forcén, conocido artísticamente como Charlot, es una de las figuras más destacadas y carismáticas del mundo de la tauromaquia cómica. Nacido en Barcelona el 11 de noviembre de 1893, su legado perdura como un referente del toreo humorístico, género que cultivó y popularizó con gran éxito durante las primeras décadas del siglo XX. Su figura no solo es un emblema dentro del arte taurino, sino también un homenaje a la figura del cine mudo y a uno de sus mayores exponentes: Charles Chaplin.
Orígenes y Contexto Histórico
El Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX era una ciudad vibrante, en constante transformación y crecimiento, que fue testigo del nacimiento de una de las figuras más entrañables del toreo cómico. Carmelo Tusquellas Forcén nació en este entorno urbano y, como muchos jóvenes de la época, encontró en la tauromaquia una forma de expresión artística. Aunque inicialmente comenzó su carrera como novillero serio bajo el nombre de «Relojero», pronto descubrió que sus habilidades histriónicas y su carácter extrovertido le ofrecían una vía diferente, menos convencional pero igualmente fascinante.
La primera década del siglo XX vio cómo la ciudad se consolidaba como un centro de innovación y entretenimiento, y el cine, con figuras como Charles Chaplin, se convertía en uno de los pilares de la cultura popular mundial. Esta influencia cinematográfica sería determinante en la decisión de Tusquellas Forcén de adoptar el sobrenombre de «Charlot», inspirado por el famoso personaje de Chaplin.
El Nacimiento de «Charlot»
Carmelo Tusquellas Forcén se dio a conocer como Charlot en el mundo taurino el 22 de mayo de 1916, en Barcelona. Esta presentación marcó el comienzo de una exitosa carrera en la que fusionó el arte del toreo con los elementos cómicos característicos del cine mudo de la época. Su estilo se basaba en la imitación de los gestos y la indumentaria del célebre actor británico, pero con un enfoque propio, adaptado a la arena del coso taurino.
Este tipo de espectáculo comenzó a llamar la atención de una amplia audiencia, dado que ofrecía una perspectiva fresca y divertida del toreo, alejándose de la seriedad y la dureza de las faenas tradicionales. A través de su actuación, Carmelo no solo ofrecía risas, sino que también lograba enseñar al público, especialmente a los más jóvenes, sobre los aspectos básicos de la tauromaquia, de una forma accesible y entretenida.
Logros y Contribuciones al Toreo Cómico
El éxito de Charlot no tardó en propagarse más allá de Barcelona. Tan solo unas semanas después de su debut en la Ciudad Condal, el 9 de junio de 1916, se presentó en la Plaza de Toros de Tetuán de las Victorias en Madrid, donde formó parte de una terna de toreo cómico junto a otros dos grandes de la misma disciplina: Rafael Dutrús Zamora, conocido como «Llapisera», y José Colomer, famoso por su apodo «El Botones».
Esta formación de figuras del toreo bufo convirtió aquella tarde en un evento inolvidable para los asistentes, que pudieron disfrutar de una propuesta taurina diferente, que además de entretener, educaba en las tradiciones del toreo. Esta modalidad de espectáculo taurino, impulsada por el empresario Eduardo Pagés, fue una forma de acercar el mundo del toreo a los más pequeños, quienes sin el riesgo inherente a las faenas tradicionales, podían familiarizarse con el ambiente taurino y los gestos más comunes del arte de Cúchares.
A lo largo de los años, Carmelo Tusquellas Forcén consolidó su estatus como uno de los máximos exponentes del toreo cómico. Su habilidad para integrar la comedia en el ruedo no solo fue innovadora, sino que creó una nueva categoría dentro de la tauromaquia, conocida como charlotada, que permitió a generaciones de aficionados disfrutar de un toreo más ameno y menos violento.
Momentos Clave de su Carrera
Carmelo Tusquellas Forcén, «Charlot», vivió una serie de momentos claves que marcaron su trayectoria en el mundo taurino:
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1916: El 22 de mayo debutó en Barcelona como «Charlot», inspirando a otros a seguir su ejemplo de toreo cómico.
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1916: Su presentación en Madrid, junto a otros toreros cómicos como «Llapisera» y «El Botones», consolidó su nombre en el panorama taurino nacional.
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1930-1963: A lo largo de más de tres décadas, se mantuvo activo en el toreo cómico, desarrollando una técnica única que lo llevó a ser muy querido por el público.
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1963: A casi 70 años de edad, Carmelo continuó vinculado a la tauromaquia como puntillero, lo que demuestra su pasión y dedicación al arte taurino.
Relevancia Actual
El impacto de Carmelo Tusquellas Forcén en la tauromaquia no puede subestimarse. Aunque la figura del torero cómico es menos frecuente hoy en día, su influencia sigue presente en el mundo del toreo. Las charlotadas, como se les conoce a los espectáculos de toreo cómico, continúan siendo una referencia para aquellos que desean introducir a los más jóvenes en el mundo de los toros sin el componente de violencia que a menudo acompaña a las faenas tradicionales.
Hoy en día, su nombre perdura no solo como un referente de la comicidad dentro del toreo, sino también como un símbolo de la transición del toreo clásico hacia formas más modernas y accesibles de entretenimiento taurino. La figura de «Charlot» es recordada con cariño y respeto, y su legado continúa inspirando a generaciones de toreros y aficionados.
En resumen, Carmelo Tusquellas Forcén fue un torero cuya vida y carrera dejaron una huella indeleble en el arte taurino. Su aportación a la evolución del toreo cómico sigue siendo relevante, y su apodo «Charlot» sigue evocando el espíritu de la comedia y la innovación dentro de la tradición taurina.
MCN Biografías, 2025. "Carmelo Tusquellas Forcén «Charlot» (1893-1967): El Torero Cómico que Revolucionó la Tauromaquia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/tusquellas-forcen-carmelo [consulta: 18 de julio de 2025].