Toynbee, Arnold (1852-1883).


Historiador, economista y reformador social británico, nacido en Londres el 23 de agosto de 1852 y fallecido en Wimbledon el 9 de marzo de 1883. Destacó sobremanera por el intento de acomodar a la praxis política sus teorías económicas, basadas sobre todo en la mejora de la clase obrera; a pesar de ello, la posterior fama como historiador y economista de su sobrino, Arnold Joseph Toynbee, ha diluido su papel en la historiografía de corte economicista europea del siglo XIX, donde ocupó un lugar de extraordinaria importancia, como se verá a continuación.

Nacido en el seno de una modesta familia burguesa (su padre era cirujano), Toynbee se graduó en el Balliol College de la Universidad de Oxford, especializado en historia económica. Tras su graduación, en 1878, engrosó la nómina de profesores del Balliol College, donde sus clases sobre la historia económica de la revolución industrial en Inglaterra comenzaron a ser ampliamente valoradas no ya por la propia comunidad académica, sino también por los numerosos hombres de negocios del ámbito londinense. A pesar de ello, las exposiciones de Toynbee muy pronto derivaron hacia el compromiso con la clase trabajadora, lo que acabó por convertir al profesor Toynbee en uno de los más fervientes defensores de la actividad sindical en defensa del proletariado. Además, en un hecho habitual en la época y poco valorado, Toynbee no dudó un instante en impartir su opinión, además de en las aulas universitarias, en conferencias y discursos pronunciados en centros culturales de los barrios obreros, donde les informaba de sus ideas, de sus derechos y de su capacidad de organización.

El barrio londinense de Whitechapel, al este de la ciudad, fue el que más se benefició de la tarea divulgadora de Toynbee, pues allí, además de ser escenario habitual de sus intervenciones públicas, el maestro londinense se preocupó de la construcción y dotación de bibliotecas públicas, asilos y centros de educación para la población más desfavorecida. Para Toynbee, al igual que para el resto de los implicados en el despliegue industrial británico, la clase trabajadora era indispensable en ese crecimiento; sólo que él eligió la vía de la información, la educación y la humanidad en vez de la explotación anónima de los patronos. A su muerte en marzo de 1883, ocasionada por el exceso de trabajo al que sometía su maltrecha salud, el barrio de Whitechapel inauguró el Toynbee Hall, una edificio mezcla de biblioteca pública, escuela social (para niños y adultos) atendida mediante donaciones particulares. Era el mejor homenaje que se podría hacer a su figura.

La obra de Toynbee, fragmentaria y dispersa, no ha conocido demasiada divulgación; a pesar de ello, es obligatorio destacar su libro The Industrial Revolution (1884), publicado póstumamente, y que ha sido calificado como la primera muestra de historia económica británica del siglo XIX.