Tiglat-Pileser III (744-727 a.C.): El rey que consolidó el imperio asirio
Tiglat-Pileser III fue uno de los
monarcas más poderosos y reformistas del imperio asirio, gobernando
entre 744 y 727 a.C. Su ascenso al trono estuvo marcado por la
usurpación tras la muerte de su antecesor, probablemente su padre, el
rey Assur-Nirari V. Desde su inicio en el poder, se dedicó a
transformar a Asiria en una máquina militar imparable, a la vez que
emprendió una serie de reformas que redefinirían el imperio durante
siglos.
Orígenes y contexto histórico
El contexto histórico de
Tiglat-Pileser III estuvo definido por una Asiria debilitada por años
de luchas internas y externas. Su antecesor, Assur-Nirari V, había
dejado un imperio fragmentado, con amenazas constantes de diversos
pueblos que rodeaban Asiria. Además, el legado de su padre, Adad-Nirari
III, tampoco fue suficiente para evitar el debilitamiento de las
estructuras políticas y militares asirias.
El ascenso de Tiglat-Pileser III
fue un cambio crucial, ya que se encargó de restablecer la supremacía
asiria mediante una serie de reformas que abarcaban tanto el ejército
como la administración, buscando unificar y consolidar el poder
centralizado de Asiria. Pronto demostró ser un líder audaz y decidido a
expandir su influencia en territorios clave como el Mediterráneo, Asia
Menor, y Egipto, a la vez que se aseguraba de obtener materias primas
esenciales para el mantenimiento de su imperio.
Logros y contribuciones
Reformas en el ejército y expansión militar
Desde el principio de su reinado,
Tiglat-Pileser III se dedicó a la reforma del ejército asirio,
profesionalizándolo y transformándolo en una fuerza militar formidable.
Bajo su liderazgo, el ejército se convirtió en una de las herramientas
más poderosas para la expansión y consolidación del imperio. Las
reformas fueron un factor determinante en la capacidad del imperio para
mantener un control férreo sobre sus territorios y realizar conquistas
a gran escala.
Una de las principales estrategias
de Tiglat-Pileser III fue la creación de un ejército altamente
organizado y eficaz, que no solo se centraba en la batalla, sino
también en el control y explotación de los recursos de los territorios
conquistados. Esta capacidad de administrar los recursos fue crucial
para la prosperidad de Asiria durante su reinado.
Conquistas en Asia Menor y el Mediterráneo
El primer gran objetivo de
Tiglat-Pileser III fue garantizar el acceso al Mediterráneo, Asia Menor
y Egipto, lo que permitiría a Asiria asegurar nuevas rutas comerciales
y fuentes de recursos. Durante su reinado, Asiria extendió sus dominios
a través de importantes victorias, como la derrota de la coalición
antiasiria liderada por Urartu. Esta coalición incluía varias potencias
regionales que representaban amenazas constantes para la seguridad de
Asiria.
En 743 a.C., Tiglat-Pileser III
derrotó a Urartu en la batalla de Kishtan, lo que le permitió obtener
un control significativo sobre territorios en Asia Menor y asegurar el
dominio de importantes rutas comerciales. Esto fue solo el principio de
una serie de victorias que llevarían al rey asirio a expandir su
influencia por todo el Levante, con la captura de ciudades fenicias
como Tiro, Ascalón y Gaza.
Conquista de Babilonia
Tiglat-Pileser III también se
enfrentó a diversas rebeliones en Babilonia, que amenazaban la
estabilidad de la región. Tras la muerte de Nabu-Nasir, y los sucesivos
asesinatos de sus sucesores, el caos interno en Babilonia permitió a
Tiglat-Pileser III intervenir. A través de una serie de campañas
militares, derrotó a las tribus caldeas que amenazaban con debilitar
aún más la región. La captura de estos territorios le permitió a
Tiglat-Pileser III consolidar su poder sobre Babilonia, a la cual
incorporó directamente a su reino.
Esto dio lugar a una doble
monarquía, con Tiglat-Pileser III gobernando tanto Asiria como
Babilonia, lo que consolidó aún más su poder y su influencia en el
Medio Oriente. Como monarca babilonio, se hizo llamar Pulu, un nombre
que reflejaba su autoridad sobre ambas naciones.
Momentos clave
A lo largo de su reinado,
Tiglat-Pileser III enfrentó una serie de momentos decisivos que
marcaron la historia de su imperio. Algunos de los más importantes
fueron:
-
743 a.C.: Derrota de Urartu en Kishtan, lo que consolidó el dominio de Asiria en Asia Menor.
-
740 a.C.: Conquista de Arpad y la sumisión de los Estados sirios, incluidos varios reinos del sur de Anatolia.
-
738 a.C.: Derrota del Estado de Khamat, transformado en reinos vasallos de Asiria.
-
Destrucción de Damasco: Captura de la ciudad y fin del reino arameo, asegurando el control de los territorios sirios.
-
Invención de Israel: Intervención en Israel, donde el rey Oseas fue forzado a someterse a Tiglat-Pileser III.
Relevancia actual
La relevancia de Tiglat-Pileser
III radica en su capacidad para reformar y consolidar un imperio que
perduraría durante siglos. Las reformas militares, administrativas y de
control territorial implementadas durante su reinado sentaron las bases
para la expansión y prosperidad de Asiria en las generaciones
siguientes. Además, su enfoque en la asimilación de los pueblos
conquistados y el cobro riguroso de tributos permitió a Asiria mantener
una estabilidad interna que favoreció su crecimiento y dominio regional.
Hoy en día, Tiglat-Pileser III es
recordado como uno de los más grandes monarcas asirios, cuya política
expansionista y reformas estructurales cambiaron para siempre el curso
de la historia en el Oriente Antiguo. Su legado, marcado por su
habilidad para transformar Asiria en un imperio formidable, sigue
siendo un referente en el estudio de las grandes civilizaciones
antiguas.
MCN Biografías, 2025. "Tiglat-Pileser III (744-727 a.C.): El rey que consolidó el imperio asirio". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/tikhomirov-vasily-dmitrievich [consulta: 28 de septiembre de 2025].