Terry, Ellen Alice (1847-1928).
Actriz británica nacida en Coventry el 27 de febrero de 1847 y muerta en Tenterden, Kent, el 21 de julio de 1928. Nació en el seno de una familia de actores; era la segunda hija del actor Benjamin Terry (1818-1896) y de la actriz Sarah Ballard (1819-1892), y hermana de Kate Terry (1844-1924), Marion Terry (1852-1930), de Florence (Floss) Terry (1854-1896) y de Fred Terry (1863-1933), los tres actores también. Dos hijas de Kate Terry, Mabel Terry-Lewis y Kate Terry-Lewis (esta última, madre de John Gielgud), también se dedicaron al teatro, así como Dennis y Phyllis, hijos de Fred Terry y Julia Neilson.
Ellen Terry contrajo matrimonio en tres ocasiones: con el pintor George Frederick Watts en 1864, de quien se separó en 1865; con el actor Charles Kelly (Wardell) en 1878, de quien se separó en 1881; y con el actor James Carew en 1907, de quien se separó en 1909. Vivió con el arquitecto y diseñador Edward William Godwin entre 1868 y 1875, y tuvo con él un hijo (el director y teórico teatral Edward Gordon Craig) y una hija (Edith Craig).
Nacida en el seno de una familia dedicada al mundo del teatro, Ellen Terry debutó a la edad de nueve años bajo la tutela de Charles y Ellen Kean en el Princess’s Theatre de Londres, en 1854. En los ensayos, Ellen Kean se ocupaba de aleccionar en dicción a la pequeña actriz. Actuó con la compañía de su padre, Benjamin Terry, y con Kean entre 1856 y 1859. Salió de gira con su hermana Kate Terry en la compañía de su padre (1859-1860). Trabajó entonces en el New Royalty Theatre (1861), en el Theatre Royal de Bristol (1862) y volvió a Londres para actuar en el Haymarket Theatre (1863). Dejó de actuar para casarse en 1864, pero reanudó su carrera en 1866. Compartió cartel con Henry Irving por primera vez en el Queen’s Theatre (1867). Se retiró de los escenarios durante seis años (1868-1874), en los que tuvo a sus hijos Edward Gordon y Edith, pero reapareció como actriz en 1874, invitada por el autor Charles Reade, como Philippa Chester en su obra The Wandering Heir, y obtuvo un gran éxito en el papel de Portia (El mercader de Venecia, de Shakespeare), en el Prince of Wales’s Theatre, con la compañía de los Bancrofts ese mismo año. Con esta compañía estuvo un año y después pasó al Court Theatre, dirigido por Hare. Durante la gira de Olivia, de Mills, se casó con su segundo marido. Debutó con la compañía de Irving en el Lyceum como primera actriz en el papel de Ofelia (Hamlet, de Shakespeare), en 1878; su unión profesional duró veinticuatro años, hasta 1902, y Ellen Terry acabó convirtiéndose en la primera dama del teatro británico, con un repertorio que incluía obras de Shakespeare, reposiciones de obras modernas (como The Lady of Lyons, de Bulwer-Lytton, en 1879, y Robet Macaire, de Selby, en 1883) y obras escritas especialmente para Irving (como Charles I, de Wills, en 1879, y Becket, de Tennyson, en 1893). Con esta compañía salió de gira por los Estados Unidos de América en 1883.
Mantuvo correspondencia con George Bernard Shaw entre 1892 y 1922 (publicada en 1931). Abandonó la compañía de Irving en 1902, pero ella continuó su carrera teatral apareciendo en varias obras de George Bernard Shaw. Dirigió el Imperial Theatre en la temporada 1903-1904, y produjo obras como Los Vikingos, de Ibsen (1903), y Mucho ruido y pocas nueces (1903), con escenografías de su hijo Edward Gordon Craig. Luego, durante 1904, emprendió una gira con esta compañía. Sus compañeros de profesión la homenajearon en una gala en 1906, en el Drury Lane, para celebrar sus cincuenta años como actriz; al acontecimiento asistieron hasta veinticuatro miembros de su familia y, tras su celebración, las apariciones públicas de la actriz se hicieron intermitentes.
Entre 1910 y 1921 llevó a cabo giras por Inglaterra, Australia, Canadá y Estados Unidos, con lecturas y conferencias de las obras de Shakespeare; su gira por Australia acabó antes de tiempo por problemas de salud en 1915, y ese mismo año quedó ciega temporalmente por un problema de cataratas. Su primera actuación en el cine fue en 1916, y su última aparición en el teatro en 1925, en el Lyric Theatre, de Hammersmith. Fue vicepresidenta del Actors’ Orphanage Fund y, en 1922, doctora por la Universidad de St. Andrew’s. En 1925 recibió la Grand Cross of the British Empire y fue nombrada Dama del Imperio Británico.
Sus actuaciones más tempranas fueron recogidas por la cámara del fotógrafo Laroche, lo que motivó en ella una enorme fascinación por este arte. Cuando contaba tan sólo con dieciséis años de edad se casó con G. F. Watts, que la retrató en varias ocasiones (Choosing, Ophelia), aunque su matrinonio resultó muy desgraciado. El arquitecto E. W. Godwon, padre de sus hijos Edy y Edward Gordon Craig, la dibujó y Terry fue tema de obras de Graham Robertson, John Collier, John Singer Sargent y del escultor William Brodie.
El rasgo físico más llamativo de Ellen Terry era su rubia melena, que fue descrita por Oscar Wilde como «dorada». Sus ojos eran de un gris misterioso, su ancha nariz un tanto puntiaguda, su boca grande y su barbilla firme. Su belleza física fue, sin duda, uno de los mayores valores en su carrera como actriz, en un momento en el que importaba mucho para el éxito de un montaje la imagen de los actores como elementos pictóricos. Encerrados detrás del arco del proscenio, los actores eran parte de un cuadro escénico, cuya composición imitaba a menudo las poses de la pintura. Ellen Terry encarnó a la mujer de la juventud inglesa, llena de feminidad, delicadeza, ternura, gracia, espontaneidad e inocencia. Su personalidad era inquieta y nerviosa. En cuanto a su manera de actuar, su entrenamiento vocal con el matrimonio Kean le fue muy útil durante su carrera. La articulación de los sonidos era clara y su voz era muy expresiva tanto en las escenas de comedia, como en las de tragedia y en las románticas, aunque donde más brillaba su actuación era en la comedia. Durante más de veinte años, bajo la dirección de Henry Irving, Ellen Terry fue la actriz principal en el Lyceum. Interpretó allí numerosos papeles shakespeareanos. La prioridad fundamental que Irving tenía a la hora de configurar los repertorios que quería representar era que hubiera un buen papel para él en dichas obras, por lo que nunca dio oportunidad a Ellen Terry para que interpretase el papel de Rosalind (Como gustéis, de Shakespeare), en el que su físico y su manera de ser y de actuar podía encajar perfectamente. En obras contemporáneas Terry tuvo éxito como Camma en The Cup, de Tennyson, y como Rosamund de Clifford en Becket, del mismo autor. Hizo el papel que da título a Olivia, de W. G. Wills, el de Reina Henrietta María en Charles the First, y el de Margarita en Faust, también de Wills. Pero Bernard Shaw llegó a considerar que Irving estaba malgastando el talento de Ellen. El crítico más duro con Ellen Terry fue el novelista Henry James, que se mantuvo intransigente al afirmar que la Terry ni siquiera podía ser considerada una actriz. Su crítica fue especialmente agria en el papel de Portia, de cuya representación dijo que el encanto natural de la actriz enmascaraba su falta total de capacidad. Sin embargo, su interpretación aportó a Portia una comicidad muy femenina y coqueta, ingenua e inteligente a la vez.
Aunque Ellen Terry pudo percibir que sus años con Henry Irving no habían agotado las posibilidades de su capacidad interpretativa, no cambió su carrera en los años posteriores. Fue víctima, en parte, de la escasez de buenos papeles disponibles para las actrices de esa época. Ella y su hijo Edward Gordon Craig tomaron luego como empresarios el Imperial Theatre, aunque no tuvieron mucho éxito.
Entre los papeles shakespeareanos que interpretó, además de su debut como Duque de York en Richard III (Ricardo III, 1854), destacan: Maximillius, en The Winter’s Tale (El cuento de invierno, 1856); Puck, en A Midsummer Night’s Dream (Sueño de una noche de verano, 1856); Príncipe Arthur, en King John (Rey Juan, 1858); Fleance, en Macbeth (1858); Titania, en Sueño de una noche de verano (1863); Hero, en Much Ado About Nothing (Mucho ruido y pocas nueces, 1863); Desdémona, en Othello (Otelo, 1863); Nerissa, en The Merchant of Venice (El mercader de Venecia, 1863); Portia, en El mercader de Venecia (1875), uno de sus mayores éxitos; Ofelia, en Hamlet (1878); Lady Anne, en Ricardo III (1879); Beatrice, en Mucho ruido y pocas nueces (1880), otro de sus grandes éxitos; Julieta, en Romeo and Juliet (Romeo y Julieta, 1882); Viola, en Twelfth Night (Noche de Reyes, 1884); Lady Macbeth, en Macbeth (1888); Reina Katherine, en Henry VIII (Enrique VIII, 1892); Cordelia, en King Lear (Rey Lear, 1892); Imogen, en Cymbeline (1896); Volumnia, en Coriolanus (Coriolano, 1901); Mistress Page, en The Merry Wives of Windsor (Las alegres comadres de Windsor, 1902); Francesca, en Measure for Measure (Medida por medida, 1905); Hermione, en El cuento de invierno (1905); Nodriza, en Romeo y Julieta (1919).
Otros papeles que interpretó, casi todos en obras contemporáneas, fueron: Sun-Worshipper en Pizarro, de Sheridan (1856); Fairy Goldenstar y Dragonetta en Harlequin and the White Cat; Karl, en Faust and Margaret, de Boucicault (1858); Katie Mapleton, en Nine Ponts of the Law, de Taylor (1859); Mabel Valecrucis, en A Lesson for Life, de Taylor (1860); Sophia Heinback, en All in the Dark, de Planché (1861); Florence, en Chinese Romance, de Horne (1862); Julia, en The Rivals, de Sheridan (1863); Helen Heartwell, en The Hunchback, de Knowles (1866); Katherine, en Katherine and Petruchio, de Garrick (1867); Kitty, en The Household Fairy, de Talfourd (1868); Kate Hardcastle, en She Stops to Conquer, de Goldsmith (1874); Lady Teazle, en The School for Scandal, de Sheridan (1877); Olivia, en Olivia, de Wills (1878); Pauline, en The Lady of Lyons, de Bulwer-Lytton (1879); Reina Henrietta María, en Charles I, de Wills (1879); Iolanthe, en Iolanthe, de Wills (1880); Camma, en The Cup, de Tennyson (1880); Margaret, en Faust, de Wills (1885); Josephine, en Werner, de Lord Byron (1887); Rosamund de Clifford, en Becket, de Tennyson (1893); Madame Sans-Gêne, en Madame Sans-Gêne, de Sardou y Moreau (1897); Clarisse du Malucon, en Robespierre, de Sardou (1899); Lady Cicely Wayneflete, en Captain Brassbound’s Conversion, de Shaw (1899), con mucho éxito; Hiordis, en The Vikings, de Ibsen (1903); Alice, en Alice Sit-By-The-Fire, de Barrie (1905), con un gran éxito; Nance Oldfield, en Pageant of Famous Women, de Edith Craig y C. Hamilton (1909); La Abadesa, en Paphnutius, de Hroswitha (1914); Grand-mère, en Ellen Terry’s Bouquet, de Lucas; Ellen Terry, en Thirty Minutes in the Street, de Mayer (1922). Su último papel fue El Fantasma de Miss Susan Wildersham en Crossings, de De La Mare (1925).
Entre los papeles que interpretó para el cine se encuentran los de Julia Lovelace en Her Greatest Performance (1917); la Madre en The Invasion of Britain (1918); la viuda Bernick en Pillars of Society (1918); Lady Merrall en Potter’s Clay (1922); y Buda en The Bohemian Girl (1922). Publicó su autobiografía en dos libros, The Story of My Life (1908) y The Heart of Ellen Terry (1928), así como The Russian Ballet (1913) y Four Lectures on Shakespeare (1932).
Bibliografía.
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MGR