Tamayo y Baus, Manuel (1829-1898).
Escritor y dramaturgo español, nacido en Madrid el 16 de septiembre de 1829 y fallecido en 1898. Sus padres, José Tamayo y Joaquina, Baus fueron actores famosos; en medio tan apropiado como ése, no es de extrañar que se diese muy pronto a la adaptación de obras teatrales para que sus padres las representasen posteriormente. La primera de tales labores, a la temprana edad de 11 años, fue la traducción y adaptación de Genoveva de Brabante; para la mayoría de tales trabajos, supo sacar gran provecho de obras de Schiller, como Die Jungfrau von Orleans, transformada en una Juana de Arco que se puso en escena en el año 1847. Su primer trabajo original, El cinco de agosto (1848), no obtuvo ningún éxito, por lo que volvió a las adaptaciones como Ángela (1852). Con la tragedia Virginia (1853), al modo de Alfieri, sí consiguió éxito de público. En ella mezcló el romanticismo y la temática clásica.
Su obra más famosa con la ayuda, gracias a la ayuda posterior del cine, es Locura de amor (1855), drama en prosa sobre la vida de Juana la Loca. Además, Tamayo hizo un serio intento de escribir teatro moralista y de intención realista en La bola de nieve (1856), Lo positivo (1862) y Lances de honor (1863), representación en que arremetía contras retos y desafíos y que le deparó un sinfín de enemigos. Su opus magnum, no obstante, es Un drama nuevo (1867), obra en tres actos ambientada en la Inglaterra del s.XVI, en la que el autor superpone dos historias ficticias y que al final, terminan fundiéndose. En esta obra, que llegó a alcanzar el éxito hasta en Rusia, ha visto la crítica una de las mejores de todo el siglo XIX; en ella, Tamayo se adelanta a Pirandello al recurrir, con gran habilidad, a la técnica del teatro dentro del teatro. Fracasó con Los hombres de bien (1870), lo que lo apartó definitivamente de la escena.
En 1858, Tamayo fue nombrado académico de la Real de la Lengua Español, con un discurso titulado De la verdad como fuente de belleza en la literatura dramática; a poco, fue nombrado secretario perpetuo de esta institución. El segundo de los nombramientos que cabe recordar es el de director de la Biblioteca Nacional, institución a cuyo frente estuvo hasta su muerte. La labor de Tamayo fue decisiva en ambas instituciones, pues fue el impulsor de la construcción de los dos edificios que las albergan y el encargado de sus respectivos traslados.
Bibliografía
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ESQUER TORRES, Ramón, El teatro de Tamayo y Baus, Madrid: CSIC, 1965.