Tafalla y Nabasqués, Juan José Francisco Esteban (1755-1811)
Botánico español nacido el 2 de agosto de 1755, en la ciudad navarra de Corella, y muerto el 1 de octubre de 1811 en Lima (Perú). Hijo de farmacéutico, realizó sus estudios en el Colegio de San Cosme y San Damián de Pamplona; aún cuando él mismo afirmaba ser farmacéutico de profesión y haber ejercido en Navarra, es posible que nunca obtuviese tal título. Prestó sus servicios en el Regimiento de Infantería Soria, enviado a América en 1780; tras sofocar las rebeliones indígenas peruanas, en 1784, este Regimiento fue disuelto. Es entonces cuando, de la mano de Francisco González Laguna, fue identificado y propuesto, junto al dibujante Francisco Pulgar, para trabajar en la expedición botánica a Perú y Chile en calidad de agregado. La formación botánica de J.J. Tafalla corrió a cargo del director de esta Expedición, Hipólito Ruiz.
El Real Decreto de 18 de marzo de 1787 autorizaba el regreso a la Península de los expedicionarios y ordenaba a los agregados, J.J. Tafalla y F. Pulgar, que continuasen con sus trabajos botánicos en el Perú. Sus primeros años en solitario fueron difíciles, debido a los escasos medios disponibles y a una grave enfermedad padecida por J.J. Tafalla, que le mantuvo inactivo durante meses. Desde 1791, y hasta 1798, las actividades botánicas se trasladarían a un nuevo centro de operaciones: Huánuco, donde se incrementan progresivamente las actividades, apoyadas con material e infraestructura desde la metrópoli. El 10 de junio de 1797, J.J. Tafalla tomó posesión de la Cátedra de Botánica de la Universidad de Lima, después de luchar por ese puesto con el médico criollo José Manuel Dávalos, la persona inicialmente nombrada para el cargo.Pero apenas pudo dedicarse a la enseñanza; a comienzos de 1799 partió rumbo a Guayaquil, donde se mantendría, recolectando materiales y trabajando en favor de la «Flora Peruana», hasta 1803. Entre 1804 y 1808 viajaría, inicialmente, a Quito y, posteriormente, a Loja, la tierra por excelencia de las quinas; durante su estancia en ese territorio, además de herborizar y realizar su trabajo de campo como botánico, realizó una detenida observación de los procesos de extracción, comercialización y administración de la quina en aquella región.Ya en Lima, se le volvería a asignar la docencia botánica, esta vez en el recién creado Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando, y se encargaría de poner en funcionamiento el Jardín Botánico de esta ciudad. En 1809 volvería a dejar su puesto en la Universidad y saldría rumbo a una nueva expedición, esta vez la última; lo hizo en dirección a Chile, con la principal misión, encomendada por sus jefes en Madrid, H. Ruiz y J. Pavón, de contribuir a la resolución de la polémica sobre la determinación botánica del «pino de Chile». Tras otro breve paso por la Universidad, moriría en Lima, el 1 de octubre de 1811; su labor sería continuada por los botánicos y dibujantes Juan Agustín Manzanilla, Xavier Cortés y José Rivera.Entre 1788 y 1815-1816 (conclusión del trabajo de los agregados en el Perú), el grupo de J.J. Tafalla realizó un total de 101 envíos de materiales a la metrópoli. La labor como botánico de J.J. Tafalla siempre estuvo férreamente supeditada a los intereses metropolitanos, por ello su contribución científica debe ser entendida en el conjunto de los trabajos quinológicos y florísticos conducentes a la publicación de la «Flora Peruana», todos ellos firmados por los componentes de la Oficina Botánica, H. Ruiz y J. Pavón.
Bibliografía
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ESTRELLA, Eduardo: «Introducción histórica: La Expedición de Juan Tafalla a la Real Audiencia de Quito (1799-1808) y la ‘Flora Huayaquilensis'», en: J. Tafalla [E. Estrella (ed.)] Flora Huayaquilensis …: I-CVI. Madrid, 1989.
Raúl Rodríguez Nozal