Strickland de la Hunty, Shirley (1925-2004). La leyenda australiana del atletismo olímpico
Shirley Strickland de la Hunty,
nacida el 18 de julio de 1925 en Australia, es una de las figuras más
emblemáticas de la historia del atletismo olímpico. Con una carrera
impresionante, se consolidó como una de las mejores corredoras de su
tiempo, destacándose en disciplinas como los 100 y 200 metros lisos,
los 80 metros vallas y los relevos 4×100 metros. Su legado en los
Juegos Olímpicos es impresionante, habiendo ganado un total de siete
medallas, tres de ellas de oro, así como dos récords mundiales y uno
olímpico.
Orígenes y contexto histórico
Nacida en una familia con una
marcada tradición deportiva, Shirley Strickland de la Hunty creció
rodeada de atletas. Su padre fue corredor profesional, y sus hermanos
también se destacaron en el deporte. En particular, uno de ellos
terminó cuarto en los 200 metros vallas del campeonato australiano de
1953. Desde joven, Strickland demostró su destreza en el atletismo.
Durante su época escolar, en la secundaria, ganó 47 de las 49 carreras
en las que participó, destacándose por su velocidad y determinación.
Además de su talento deportivo,
Strickland de la Hunty también sobresalió en el ámbito académico.
Durante sus años en la Universidad de Australia Occidental, se destacó
tanto en sus estudios como en el deporte, graduándose con matrícula de
honor. Esta combinación de habilidades la llevó a convertirse en
profesora de matemáticas en el politécnico de Perth, lo que demuestra
su dedicación tanto a su carrera deportiva como profesional.
Logros y contribuciones
La carrera olímpica de Strickland
de la Hunty estuvo marcada por la perseverancia y el esfuerzo.
Participó en tres ediciones de los Juegos Olímpicos, dejando una huella
imborrable en la historia del atletismo. Su primera aparición olímpica
fue en los Juegos de Londres de 1948, donde logró subir al podio en
tres ocasiones: obtuvo el bronce en los 100 metros y 80 metros vallas,
y la plata en el relevo 4×100 metros. En los 200 metros, terminó en la
cuarta posición, siendo superada por la estadounidense Audrey Patterson.
En los Juegos Olímpicos de
Helsinki en 1952, Strickland de la Hunty estuvo cerca de alcanzar
nuevas victorias, pero no todo salió según lo planeado. Aunque terminó
tercera en los 100 metros, su compañera de equipo Marjorie Jackson
igualó el récord mundial con un tiempo de 11,9 segundos. En los relevos
4×100 metros, Australia estuvo cerca de ganar, pero un mal pase del
testigo entre Jackson y Winsome Gripps les impidió conseguir la
medalla. Sin embargo, Strickland de la Hunty logró su primer oro
olímpico en los 80 metros vallas, estableciendo un nuevo récord mundial
con un tiempo de 10,9 segundos.
A pesar de algunos contratiempos
en sus primeras participaciones olímpicas, la corredora australiana
continuó su carrera con determinación. En 1956, en los Juegos Olímpicos
de Melbourne, tuvo una actuación histórica. Participó solo en la
modalidad de vallas y en el relevo 4×100 metros. En los 80 metros
vallas, estableció un nuevo récord olímpico con un tiempo de 10,7
segundos, convirtiéndose en la primera atleta en ganar tres medallas de
oro en tres ediciones consecutivas de los Juegos Olímpicos en esa
disciplina. Además, junto con sus compañeras de equipo, contribuyó a la
consecución de un nuevo récord mundial en los 4×100 metros, con un
tiempo de 44,5 segundos.
A lo largo de su carrera,
Strickland de la Hunty se destacó por su capacidad para romper barreras
y superar obstáculos, convirtiéndose en un referente para generaciones
de atletas en todo el mundo.
Momentos clave de su carrera
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Juegos Olímpicos de Londres 1948: Primera participación olímpica, obteniendo bronce en 100 metros y 80 metros vallas, y plata en 4×100 metros.
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Juegos Olímpicos de Helsinki 1952: Primer oro en 80 metros vallas, estableciendo un récord mundial con 10,9 segundos.
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Juegos Olímpicos de Melbourne 1956:
Tercer oro consecutivo en vallas, con un récord olímpico de 10,7
segundos, y medalla de oro en el relevo 4×100 metros, estableciendo un
récord mundial de 44,5 segundos.
Estos momentos marcan los hitos
más significativos en la trayectoria de Strickland de la Hunty,
consolidándola como una de las mejores atletas de su época.
Relevancia actual
A pesar de que han pasado décadas
desde que Strickland de la Hunty dejó su huella en los Juegos
Olímpicos, su legado sigue vivo en el mundo del atletismo. Su capacidad
para superar adversidades y competir al más alto nivel continúa siendo
una fuente de inspiración para muchos deportistas. La corredora
australiana no solo rompió récords, sino que también rompió barreras en
una época en la que el deporte femenino aún estaba en proceso de
evolución.
Además, su contribución al
atletismo australiano es invaluable. Sus victorias en los Juegos
Olímpicos y sus logros en campeonatos mundiales han ayudado a
consolidar a Australia como una potencia en el atletismo, especialmente
en las pruebas de velocidad y vallas. Hoy en día, Strickland de la
Hunty sigue siendo un referente en la historia del deporte australiano
y mundial.
MCN Biografías, 2025. "Strickland de la Hunty, Shirley (1925-2004). La leyenda australiana del atletismo olímpico". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/strickland-de-la-hunty-shirley [consulta: 18 de julio de 2025].