Steichen, Edward (1879-1973).
Fotógrafo y pintor estadounidense, nacido el 27 de marzo de 1879 en Luxemburgo y fallecido el 25 de marzo de 1973 en West Redding (Connecticut).
Pese a su origen europeo, Steichen residió desde muy corta edad residió en Milwaukee, (Wisconsin), donde había emigrado su familia en 1881. Estudió Bellas Artes en la Milwaukee Art Students’ League entre 1894 y 1989, al tiempo que comenzaba su interés por la fotografía, que le llevó a trabajar como fotógrafo artístico hacia 1895; la calidad de sus trabajos llamó la atención de los asistentes al Salón Fotográfico de Philadelphia, así que tomó la decisión, con dieciséis años, de trasladarse a París para ampliar sus conocimientos con estudios de pintura.
MIentras iba adentrándose en sus dos grandes inquietudes, la fotografía y la pintura, participó con éxito en algunas exposiciones fotográficas, pero muy condicionado por la tradicional controversia en torno a la calidad artística de la fotografía, ya que la pintura le parecía más propicia para representar el genio artístico.
En 1905 entabló amistad con Alfred Stieglitz, junto al que abrió la reconocida Gallery 291 de Nueva York. No obstante, el pintor y fotógrafo ya conocía la obra de Stieglitz y su espíritu decididamente revolucionario en lo que se refería a tendencias fotográficas, que le habían inducido a incorporarse, en 1902, al grupo de fundadores de la Photo-Secession de Nueva York, puesta en marcha por Stieglitz. Otra de las grandes aportaciones de Steichen al mundo del arte por aquel entonces fue fomentar que jóvenes artistas de la vanguardia expusieran en la Gallery 291, ya que tuvo oportunidad de trabar contacto con estos ambientes en sus frecuentes visitas a Europa.
En un principio, Edward Steichen vivió a caballo entre la pintura y la fotografía, campo en el que sus primeros trabajos emparentan estrechamente con la pintura, y en el que no dejó de investigar (de hecho, fue uno de los pioneros en utilizar el proceso “autochrome”, lanzado por los Lumière, que consistía en usar un fino mosaico de partículas transparentes formadas por microscópicos granos de almidón de plata, teñidos de morado, rojo y verde, con el que se conseguía un efecto semejante al de la pintura). Finalmente, el autor se decidió finalmente por la fotografía -en 1923 llegó incluso a renunciar absolutamente a su vocación de pintor quemando sus cuadros-, sobre todo durante la Primera Guerra Mundial, período en el que fue fotógrafo del ejército del aire y de la marina, actividad que transformaría su estilo fotográfico ya que, la precisión exigida para este tipo de tomas, le enseñó a apreciar la belleza de la fotografía carente de retoques.
Desde 1903 hasta 1917 se publicó en Nueva York la revista Camera Work bajo la dirección de Alfred Stieglitz, en la cual trabajó Steichen, así como otros artistas entre los que destacan Gertrude Käsebier, Clarence H.White o Frank Eugene. Aunque Camera Work surge como un lujoso exponente de las actividades del grupo, no se dedica únicamente a la publicación de fotografías sino que se diversifica en otras artes plásticas y en dar a conocer a los nuevos artistas revolucionarios y a otros de renombre que publican sus ensayos. Desaparecerá en 1917.
En 1923 Steichen ingresó como fotógrafo jefe en la editorial Condé-Nast, donde fue responsable de las revistas de moda Vanity Fair y Vogue, y se convirtió en el mejor y más reconocido fotógrafos de moda de la época, campo en el que introdujo una nueva concepción, más modernista, que se impondrá a partir de 1925. En este sentido, se abandona la fragilidad y delicadeza que emanaban de los efectos del contraluz, la atmósfera lánguida y el universo mágico e inocente de las tomas del baron de Meyer y de los fotógrafos de la década anterior, para hacer unas tomas con líneas rectas y precisas, fondos sin florituras y unas modelos fuertes y seguras de sí mismas.
Fue una estética modernista muy influida por el Art Déco, que rechazaba las formas complicadas para crear diseños geométricos, de ángulos puros y sin artificios. Las primeras fotografías de moda que realizara Steichen fueron encargadas por un famoso diseñador parisino, y en ellas aparece una importante novedad: las modelos están vivas, cosa poco usual en su tiempo. Cuando fue contratado por la prestigiosa revista Vogue para sustituir a de Meyer, los primeros trabajos no fueron más que mediocres ensayos de interpretación pictorialista, pero rápidamente evolucionaron hacia un estilo personal, influido por la vanguardia artística y el refinamiento cubista. Evolución que termina cuando Steichen se encuentra de cara a una nueva tendencia, la que él mismo había creado, “el estilo Steichen”, caracterizado por elegantes decorados, multitud de accesorios, fondos muy simples y desnudos… Sus fotos van mostrando una ruptura total con el pictorialismo. Su obra, en perfecta armonía con su tiempo, marca las pautas de toda la fotografía de moda de los años veinte; su influencia se extendió hasta tal punto que, a ambos lados del Atlántico, se pedía a los fotógrafos que trabajaran al “estilo Steichen”.
Steichen fue uno de los promotores del movimiento llamado “Photo-Secessión” que intenta romper el vínculo entre pintura y fotografía artística que emanaba del pictorialismo fotográfico para buscar una fotografía pura, nítida, variada y cotidiana, y que dejaba por el camino quedarán técnicas como el “flou”.
Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Steichen contaba ya sesenta y siete años, procura dar un giro a sus carrera. En 1947, fue nombrado director del Departamento de Fotografía del Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde organizó un gran número de exposiciones, entre ellas, la titulada “The Family of Man”, con la que Steichen cosechó un gran éxito en 1955 y el prestigio del público. Esta exposición -que tuvo su parte de polémica- no presentaba sólo un concepto del arte fotográfico, sino un ideal de moral, reflejado en una vasta galería de rostros de los que el propio autor decía: “…si el rostro humano es la obra maestra de Dios, aquí lo vemos en miles de pruebas marcadas por el destino. De esta visión se percibe eternidad, de otra, sólo los últimos chismes de la vecina…”.
En febrero de 2006 su fotografía The Pond-Moonlight (El estanque-Luz de luna) batió el récord del mayor precio alcanzado por una instantánea en una subasta. La foto, tomada en 1904, de 41 x 48 cm, y que muestra el reflejo de la luz de la luna en un estanque de árboles en Long Island, alcanzó la cifra de 2.9 millones de dólares (2,4 millones de euros) en la subasta celebrada en la neoyorquina casa Sotheby’s. La copia fue puesta a subasta por el Museo Metropolitano de la ciudad de los rascacielos, que sigue conservando la otra copia que existe de la fotografía.
Bibliografía
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BATTERBERRY, M.A. Fashion, the mirror of history. (Londres: Chanticleer Press, 1982).
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SOUGEZ, Marie-Loup. Historia de la fotografía. (Madrid: Cuadernos Arte Cátedra. 2ª edición, 1985).
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STEICHEN, E.: Steichen, the photographer. (Nueva York: Museum of Modern Art, 1961).
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VV.AA. La fotografía del siglo XX. (Colonia:Taschen, 1997).