Shull, Clifford (1915-VVVV).


Físico estadounidense nacido en Pittsburg (Pennsylvania) en 1915. Se graduó en Ciencias por la Universidad de Nueva York y es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Ha desarrollado la mayor parte de su vida profesional en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (Boston), donde fue profesor de Física Nuclear y se ha dedicado a estudiar la dispersión de los neutrones. Inició sus experimentos a finales de los años 40 en el laboratorio de Oak Ridg (Tennessee). Utilizó los sencillos reactores nucleares de escasa potencia que los científicos tuvieron a su disposición tras la Segunda Guerra Mundial. Sus técnicas, desde entonces, se han desarrollado ampliamente y actualmente la utilizan miles de investigadores.

En 1948, junto con su colega el fallecido Ernest O. Wollan, construyó un difractómetro de cristal que permitía la selección de neutrones de una determinada velocidad de entre los que emergían de un reactor de fisión, al hacerlos incidir sobre un cristal de sal común.En 1956 fue contratado por el Instituto Tecnológico de Massachussets para dirigir el programa científico en el primer reactor destinado a la experimentación, que se estaba construyendo en una institución educativa. Allí realizó experimentos fundamentales sobre óptica de neutrones y desarrolló el terferómetro de los cristales.El 12 de octubre de 1994 fue galardonado, junto al también científico Bertran N. Brockhouse, con el premio Nobel de Física por su contribución al desarrollo de técnicas de dispersión de neutrones, destinados a estudios de materia condensada, según la nota dada a conocer por la Academia sueca.Los estudios de ambos científicos son complementarios: según los especialistas, el trabajo de Shull ayuda a conocer «dónde» están los átomos, mientras que su colega Brockhouse explica «lo que hacen» los átomos de la materia que se analiza. Estos estudios han dado pie a grandes avances en el conocimiento de la estructura de la materia y muchas aplicaciones industriales.Este sistema de dispersión de átomos se utiliza en campos tan diferentes como el estudio de los nuevos superconductores de cerámica, aún no comercializados, los catalizadores de los tubos de escape de los vehículos, las propiedades elásticas de los plásticos o la estructura de un virus.