Haro, Juan Díaz de. Señor de Vizcaya (ca. 1293-1326).
Aristócrata castellano, alférez mayor de Castilla y señor de Vizcaya (1322-1326), también conocido con el apelativo de el Tuerto. Nació hacia 1293 y falleció en Toro el 1 de noviembre de 1326.
Juan el Tuerto era hijo de don Juan de Castilla, Señor de Valencia de Campos, y de María Díaz I de Haro, señora de Vizcaya. En 1313, por intercesión de sus padres, se le concedió la gobernación de la villa de Bermeo, coincidiendo con una época de turbulencias motivadas por el acceso al trono de Alfonso XI, tras la muerte de Fernando IV el año anterior, 1312. En 1320, Juan Díaz de Haro ya debía de ser uno de los más importantes nobles de la corte, pues figuró como tutor de Alfonso XI. Durante la regencia de María de Molina, Juan de Haro ocupó el oficio de alférez mayor de Castilla e intentó colaborar en la estabilidad del reino. En 1321, con la muerte de la regente, y sobre después de que en 1322, tras la muerte de su madre, Juan el Tuerto heredase el señorío de Vizcaya, se convirtió en uno de los principales agitadores de las banderías nobiliarias que asolaron la primera parte del reinado de Alfonso XI. Al parecer, su carácter belicoso fue controlado por ambas damas, madre y regente, a base de pactos, por lo que a la muerte de éstas la ambición del señor de Vizcaya dio muestras de su vigor, sobre todo por la pretensión de tomar en matrimonio a doña Blanca de Aragón, hija del infante don Pedro (futuro Pedro IV el Ceremonioso) y, por lo tanto, nieta del monarca aragonés Alfonso IV.
Juan de Haro ya había enviudado de su primer matrimonio, que le unió a Isabel de Portugal, hija del infante Alonso de Portugal. Alfonso IV de Aragón, consciente de la debilidad de Castilla, quiso crear un foco favorable a la Corona de Aragón mediante este enlace, que motivó la ira de Garcilaso de la Vega, merino mayor de Alfonso XI de Castilla y León, y hombre que, en la práctica, dirigió la política del reino desde la muerte de María de Molina. Las hostilidades comenzaron de inmediato, al tener constancia Garcilaso de que el matrimonio se había celebrado por poderes en Calatayud a principios de 1326, aunque Blanca de Aragón aún permanecería en poder de su madre hasta pasados cuatro años, en que llegaría a la mayoría de edad.
A su vez, los otros dos bandos nobiliarios castellanos, el dirigido por don Juan Manuel, nieto de Fernando III y famoso escritor, y el dirigido por el infante Felipe, hijo de Sancho IV, comenzaron a hostigar mediante sus tropas señoriales las pretensiones del señor de Vizcaya, lo que llevó el caos militar y político al reino de Castilla y León. En principio, Juan de Haro contó con el apoyo de numerosas milicias concejiles para su propósito, pero muy pronto los concejos se desengañaron de la ambición del vizcaíno, por lo que alrededor de todo el reino comenzó el clamor a favor de la creación de Hermandades, para defender a los pueblos de las malfetrías feudales.
A mediados de 1326, justo después de diversas escaramuzas militares, Alfonso XI fue declarado mayor de edad y comenzó su reinado en solitario. La primera medida que tomó fue la de pactar con Juan de Haro una entrevista en Toro, en la que prometió respetar a su persona. Sin embargo, tras las vistas, el 1 de noviembre de 1326 Alfonso XI mandó matar a Juan de Haro, deshaciéndose así del más belicoso noble contrario a su proyecto político. Sus bienes fueron confiscados por la corona salvo el señorío de Vizcaya, al que Alfonso XI permitió que accediera la única hija legítima de Juan de Haro, María Díaz II de Haro, habida en el enlace de Juan el Tuerto con Isabel de Portugal. Con esta acción dieron comienzo las intervenciones de la realeza castellana en la sucesión del señorío vizcaíno, tendencia que continuaría durante todo el siglo XIV hasta su definitiva integración a la corona de Castilla en tiempos de Juan I.
Bibliografía
-
VVAA. Edad Media y Señoríos: el Señorío de Vizcaya. (Bilbao, 1972).