Isaac Shamir (1915–2012): Un Líder Político en la Historia de Israel

Isaac Shamir (1915–2012): Un Líder Político en la Historia de Israel

Isaac Shamir fue una de las figuras más influyentes en la historia política de Israel. Nacido en Polonia en 1915, su vida estuvo marcada por una serie de eventos dramáticos y decisiones que lo convirtieron en un símbolo de la política israelí durante la segunda mitad del siglo XX. A lo largo de su carrera, Shamir desempeñó un papel clave en la lucha por la independencia de Israel, en la construcción de su aparato político y militar, y en la dirección del país en momentos de gran tensión internacional. Fue primer ministro de Israel en dos ocasiones y se destacó por su postura firme y su resistencia a los acuerdos de paz con los palestinos y otros países árabes, lo que consolidó su reputación como uno de los «halcones» de la política israelí.

Orígenes y Educación

Isaac Shamir nació el 15 de octubre de 1915 en Ruzinoy, Polonia, bajo el nombre de Yitzhak Yernitsky. Desde joven, estuvo profundamente influenciado por la tradición judía, lo que marcó su visión del mundo y su compromiso con la causa del pueblo judío. Fue educado en un ambiente que promovía el estudio de la lengua hebraica y los valores sionistas. En su juventud, comenzó a involucrarse en el movimiento juvenil sionista Betar, que abogaba por la creación de un estado judío en Palestina.

Su formación académica fue inicialmente en la Universidad de Varsovia, donde estudió Derecho. Sin embargo, en 1935, Shamir tomó la decisión de emigrar a Palestina, siguiendo el llamado del movimiento sionista. Allí, continuó sus estudios en la Universidad Hebrea de Jerusalén, lo que consolidó su conexión con la tierra que algún día sería el centro de su actividad política y militar.

Militancia en el Movimiento Sionista

En 1937, con apenas 22 años, Shamir se unió a Irgun Z´vai Leumi, un grupo paramilitar que luchaba contra el mandato británico en Palestina. Irgun era conocido por su ideología ultraderechista y sus métodos violentos, y Shamir pronto se vio envuelto en una lucha intensa contra las autoridades británicas, que controlaban Palestina bajo un mandato de la Liga de Naciones.

Sin embargo, a medida que la lucha se intensificaba, Shamir se sintió insatisfecho con la moderación de Irgun y se unió a una facción aún más radical: el grupo Stern, que tomaba su nombre de Abraham Stern, su fundador, quien fue asesinado por los británicos en 1942. Stern, también conocido como Lehi, defendía una lucha más directa y violenta, buscando la expulsión de los británicos a través de asesinatos políticos y atentados.

Bajo el liderazgo de Shamir, Stern se volvió aún más infame. En 1944, el grupo asesinó al ministro británico de Oriente Medio, Lord Moyne, en un atentado en El Cairo, y en 1948, pocos meses antes de la creación del Estado de Israel, también fue responsable del asesinato del conde sueco Folke Bernadotte, mediador de la ONU. Estos actos de violencia marcaban la estrategia de un Shamir que no dudaba en emplear tácticas extremas para alcanzar sus objetivos.

La Segunda Guerra Mundial y la Larga Lucha contra los Británicos

La Segunda Guerra Mundial proporcionó el contexto de fondo para muchas de las acciones de Shamir. Durante este periodo, el joven activista sionista se distanció de Irgun debido a su desacuerdo con las políticas de su líder, Menachem Begin. Decidió unirse al grupo Stern, que representaba una facción más radical y beligerante dentro del movimiento sionista. A lo largo de la guerra, el grupo Stern continuó su lucha contra los británicos, así como contra otras fuerzas que consideraba adversarias al proyecto sionista.

En 1946, Shamir fue arrestado por las autoridades británicas y encarcelado en un campo de concentración en Eritrea. Durante su tiempo en prisión, Shamir demostró una gran tenacidad y determinación. En un audaz escape, logró evadir a sus guardianes y escapó a través de África, primero hacia Djibuti y luego a Francia, donde solicitó asilo político. Mientras estaba en Europa, Shamir mantuvo su convicción de que el destino del pueblo judío estaba irremediablemente ligado a la lucha por una patria judía en Palestina.

Llegada a Israel y Primera Etapa en la Política

Tras la creación del Estado de Israel en 1948, Shamir regresó al nuevo país para unirse a la lucha por consolidar su independencia. A pesar de su activismo radical en los años anteriores, Shamir optó por alejarse temporalmente de la política activa durante los primeros años del Estado. Durante este período, desempeñó un papel en la formación de las Fuerzas de Defensa de Israel, colaborando en la creación de una infraestructura militar que sería esencial para la supervivencia del Estado.

No obstante, en 1955, Shamir dio un giro en su carrera al ingresar al Mossad, el servicio de inteligencia israelí, donde se desempeñó en diversas misiones y alcanzó altos cargos en la administración civil. Durante esta etapa, se dedicó principalmente a la repatriación de los judíos soviéticos, un proceso clave para la inmigración judía a Israel.

En 1970, Shamir se reconciliaría con Menachem Begin, líder del partido Herut, y comenzaría a involucrarse de lleno en la política de Israel. Fue elegido diputado a la Knesset en 1973 y rápidamente ascendió dentro de las filas de su partido, llegando a ser presidente de la Knesset tras la victoria electoral de Begin en 1977. La elección de Begin como primer ministro marcó un cambio en la política israelí, y Shamir se convirtió en una figura central dentro de la coalición gobernante.

Ascenso en el Likud

El ascenso de Shamir dentro del partido Likud, que surgió de la fusión de varias fuerzas sionistas, consolidó su lugar en la historia de Israel. En 1980, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores por Begin, un cargo que desempeñó con lealtad, especialmente en lo que respecta a la paz con Egipto. Sin embargo, su postura firme y su aversión a la entrega de territorios le impidieron respaldar los Acuerdos de Camp David de 1978, que implicaban la evacuación de las colonias judías del Sinaí.

En 1982, durante la Guerra del Líbano, Shamir fue una de las figuras más destacadas del gobierno israelí. Durante esta guerra, el ejército israelí se enfrentó a fuerzas libanesas y palestinas, lo que condujo a la matanza de cientos de refugiados palestinos en los campos de Sabra y Chatila a manos de milicianos cristianos libaneses. Aunque Shamir no estuvo directamente involucrado en el ataque, una comisión judicial lo acusó de indiferencia ante los hechos, lo que afectó su reputación.

El Gobierno de Unión Nacional

En septiembre de 1983, tras la dimisión de Menachem Begin como primer ministro debido a la presión interna y la crisis de la Guerra del Líbano, Isaac Shamir asumió el liderazgo del gobierno israelí y del partido Likud. En su primer mandato, Shamir se enfrentó a una serie de desafíos, desde una economía en declive hasta la creciente resistencia interna contra las políticas de asentamientos en los territorios ocupados. La situación se complicó aún más con la necesidad de una coalición política que pudiera garantizar su estabilidad.

Para resolver la crisis política, Shamir convocó elecciones anticipadas en 1984. Sin embargo, tras los comicios, el Likud sufrió una pérdida significativa de escaños, y el bloque laborista, encabezado por Shimon Peres, se convirtió en el principal partido. Sin embargo, en un giro inesperado, Peres y Shamir acordaron formar un gobierno de «unión nacional», en el cual se alternarían en el cargo de primer ministro. Shamir asumió la vicepresidencia y mantuvo la cartera de Exteriores, mientras que Peres ocupó la primera posición. Este gobierno de coalición reflejaba las tensiones internas en Israel, pues no todos los sectores del Likud y el Laborismo compartían la misma visión respecto a la política israelí, especialmente en lo relacionado con los territorios ocupados.

El Plan Shamir y las Negociaciones de Paz

Una de las propuestas más significativas de Shamir durante su mandato fue el «Plan Shamir», que buscaba una solución a largo plazo para la paz en el Medio Oriente. Publicado en mayo de 1989, el plan contemplaba un enfoque regional para las conversaciones de paz, centrándose en negociaciones individuales con los países árabes, sin incluir a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en el proceso. Además, Shamir proponía la celebración de elecciones en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza, pero con un estatuto de autonomía limitado para los palestinos, lo que dejaba en claro que su gobierno no estaba dispuesto a hacer concesiones territoriales significativas.

El «Plan Shamir» fue visto como una manera de sortear las demandas palestinas de un estado independiente, en lugar de una solución en la que los territorios ocupados fueran restituidos a los palestinos. Este enfoque fue recibido con escepticismo tanto por los líderes árabes como por la OLP, y Shamir se mostró enérgico en su postura de no negociar con Yasser Arafat, líder de la OLP. De hecho, cuando Arafat anunció en 1989 que la Carta Palestina había sido modificada para reconocer el derecho a la existencia del Estado de Israel, Shamir reaccionó violentamente, calificándolo de «mentiroso crónico» y dejando claro que su gobierno no iba a ceder ante las exigencias palestinas.

El enfoque inflexible de Shamir hacia los palestinos y su negativa a aceptar la idea de «paz por territorios» resultaron en una creciente oposición dentro del país, especialmente por parte de la facción más moderada del gobierno israelí. Además, sus posiciones radicales no ayudaron a mejorar las relaciones con los Estados Unidos, que presionaban para que Israel se comprometiera con un proceso de paz más amplio y comprensivo.

Tensiones con Estados Unidos y el Conflicto del Golfo

En la década de 1990, Shamir se enfrentó a una situación internacional cada vez más tensa. En 1990, el conflicto del Golfo Pérsico estalló con la invasión de Kuwait por parte de Irak, lo que condujo a una crisis internacional. En un giro inesperado, Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente George H. W. Bush, presionó a Shamir para que no respondiera militarmente a los ataques de misiles iraquíes contra Israel. Esta fue una situación sin precedentes en la historia del Estado israelí, ya que Israel había respondido con fuerza a ataques anteriores. No obstante, Shamir accedió a la petición estadounidense y permitió que los ataques continuaran sin represalias, lo que fue visto como una muestra de la creciente influencia de Washington sobre las decisiones israelíes.

Además, la administración de Bush presionó a Shamir para que participara en una conferencia internacional de paz que incluiría a países árabes y palestinos, algo que el líder israelí rechazó inicialmente. Sin embargo, después de intensas negociaciones, Shamir aceptó participar en la Conferencia de Paz de Madrid en octubre de 1991, bajo ciertas condiciones: la delegación palestina no incluiría a miembros de la OLP ni representantes de Jerusalén Oriental, y Israel se reservaba el derecho de veto. Este fue un momento importante, ya que marcó la primera vez que Israel participaba en una conferencia de paz en la que los países árabes estaban presentes de manera oficial.

En Madrid, Shamir fue recibido con desconfianza por los representantes árabes, y su postura rígida sobre la paz fue bien conocida. Sin embargo, el evento representó un paso hacia una mayor participación internacional en las negociaciones de paz, aunque los avances concretos fueron limitados. A lo largo de estos eventos, Shamir dejó en claro su postura de no negociar con la OLP ni conceder grandes territorios a los palestinos.

La Caída y el Fin de su Liderazgo

A pesar de sus esfuerzos por mantener la coalición de gobierno, la situación política en Israel se fue deteriorando. En las elecciones de 1992, el Likud sufrió una derrota significativa, perdiendo ocho escaños y quedando por debajo del Partido Laborista. Tras esta derrota, Shamir anunció que abandonaba el liderazgo del Likud y se retiraba de la política activa. El 12 de julio de 1992, Shimon Peres asumió el cargo de primer ministro, y Benjamin Netanyahu fue elegido líder del Likud, marcando el fin de la era de Shamir en el gobierno.

Isaac Shamir, que había sido una figura polarizadora en la política israelí, pasó a un segundo plano en los últimos años de su vida. En 1996, también dejó de ser diputado en la Knesset. A pesar de su salida de la política activa, Shamir dejó un legado de firmeza en la defensa de los intereses de Israel y una postura intransigente frente a las demandas palestinas.

Reconocimientos y Publicaciones

A lo largo de su vida, Shamir fue reconocido por su contribución a la política israelí. Fue nombrado doctor honoris causa por el Hebrew Union College y el Instituto de Religión Judía de Los Ángeles. En 1992, publicó un libro de memorias titulado Summing Up, en el que reflejaba su visión de los eventos que marcaron su vida y su carrera política.

Isaac Shamir murió el 30 de junio de 2012, dejando una huella imborrable en la historia de Israel y del conflicto árabe-israelí. Su legado sigue siendo objeto de debate, especialmente por su enfoque en la defensa de Israel frente a los desafíos internacionales y su postura inflexible en las negociaciones de paz con los palestinos.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Isaac Shamir (1915–2012): Un Líder Político en la Historia de Israel". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/shamir-isaac [consulta: 28 de septiembre de 2025].