Paul Sérusier (1864-1927): El pintor que fundó el movimiento de los Nabis
Paul Sérusier (1864-1927), destacado pintor y teórico del arte francés, es conocido principalmente por haber sido el fundador del movimiento artístico conocido como los Nabis, así como por su estrecha vinculación con la escuela de Pont-Aven. Su obra, profundamente influenciada por figuras como Paul Gauguin y el círculo de artistas que lo rodeaban, marcó un antes y un después en el arte de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, influyendo en los movimientos modernistas y simbolistas que emergieron en esa época.
Orígenes y contexto histórico
Sérusier nació el 9 de noviembre de 1864 en París, en el seno de una familia acomodada que se dedicaba a los negocios de perfumería y manufactura de guantes. Aunque provenía de un entorno burgués, su verdadera pasión no estaba en los negocios familiares, sino en el arte. Desde joven, se sintió atraído por la pintura, y esta inclinación lo llevó a inscribirse en la escuela del Liceo Concorcet de París. Posteriormente, amplió sus estudios en la Academia Julian entre 1885 y 1890, donde pronto demostró ser un alumno brillante, inquieto y con una gran capacidad organizadora. Esta habilidad lo llevó a convertirse en el representante de los estudiantes en la institución durante su tiempo en ella.
En 1888, su obra Tejedores bretones (Museo de Arte y Arqueología de Senlis) obtuvo una mención de honor en el Salón de París, un hito importante en su carrera temprana. Esta obra fue realizada durante su estancia en la localidad bretona de Pont-Aven, un lugar que marcaría profundamente su desarrollo artístico. Fue en Pont-Aven donde conoció a otros grandes artistas como Paul Gauguin, Louis Anquetin y Emile Bernard, quienes influyeron en su aproximación al arte y lo introdujeron en el movimiento del cloisonnisme o sintetismo, una técnica que sería fundamental en su trabajo y en el de los Nabis.
El Cloisonnisme y la formación de los Nabis
El cloisonnisme, también conocido como sintetismo, se caracterizaba por el uso de colores planos, contrastantes y contornos formales definidos. Además, los temas de este estilo solían ser populares o primitivos, y se buscaba transmitir un mensaje más allá de la mera representación visual. Sérusier adoptó esta técnica, y a lo largo de su carrera, la aplicó a sus obras, las cuales mostraban una gran influencia del simbolismo y una visión estética revolucionaria para su época.
En 1889, Sérusier organizó su propio grupo artístico, los Nabis, que se convertiría en uno de los movimientos más importantes de finales del siglo XIX. Este grupo estaba formado por pintores como Maurice Denis, Edouard Vuillard, Pierre Bonnard, A. Roussel, P. Ranson y H. G. Ibels, quienes se acercaron tanto al Modernismo como al Simbolismo, adoptando influencias de la técnica del sintetismo, la obra de Puvis de Chavannes y Odilón Redon, y las filosofías de Schopenhauer y Kardec.
El nombre del grupo, «Nabis», deriva de la palabra hebrea «navi», que significa «profeta». Este término fue acuñado por el poeta Henri Cazalis y hacía referencia a la figura de Paul Gauguin, cuya influencia fue determinante en la creación del grupo. Los Nabis compartían no solo una visión estética y artística, sino también una concepción mística y simbólica del arte, que los llevó a trascender el lienzo tradicional y a experimentar con decoraciones escénicas y de interiores. Uno de los ejemplos más destacados de este tipo de trabajo fue el que realizaron para el teatro Lugné-Poes entre 1893 y 1896.
Momentos clave de los Nabis
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1888: Tejedores bretones obtuvo una mención de honor en el Salón de París, lo que consolidó la carrera de Sérusier.
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1889: Fundación del grupo de los Nabis.
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1891-1899: Los Nabis expusieron sus obras, primero con el apoyo del marchante Le Barc de Bouteville y más tarde con la colaboración de Paul Durand-Ruel en 1899, en una exposición que marcó el fin del movimiento.
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1893-1897: Sérusier viaja por Italia y Bretaña con miembros de su grupo, experiencias que enriquecieron su visión artística y le acercaron a una concepción religiosa del arte.
La disolución de los Nabis
A pesar del auge que el movimiento alcanzó a finales del siglo XIX, la agrupación comenzó a disolverse después de su última exposición en la galería de Paul Durand-Ruel en 1899. Cada miembro del grupo emprendió una carrera independiente, pero el impacto de los Nabis en el arte de la época fue incuestionable. Aunque el grupo ya no existía formalmente, su influencia perduró en las obras de artistas como Maurice Denis, Edouard Vuillard y Pierre Bonnard, quienes continuaron explorando temas similares y adoptando la estética de los Nabis en sus carreras individuales.
Relevancia actual de la obra de Sérusier
La obra de Paul Sérusier sigue siendo relevante hoy en día, tanto por su contribución al desarrollo del sintetismo como por su influencia en los movimientos del Modernismo y el Simbolismo. Los cuadros de Sérusier están marcados por una profunda exploración del color, la luz y las emociones, y su técnica innovadora influyó en una generación de artistas que buscaban alejarse del realismo académico y abrazar una nueva forma de ver y representar el mundo.
Sus obras más conocidas, como El talismán (1888), La lucha bretona (1890), Bañistas (1908) y Cilindro dorado (1910), siguen siendo estudiadas en las principales instituciones artísticas de todo el mundo. Museos como el Museo de Orsay y el Museo de Bellas Artes de París albergan una rica colección de su trabajo, que continúa siendo un referente en el estudio del arte de finales del siglo XIX.
Además de su aporte estético, Sérusier dejó un legado teórico importante, ya que su trabajo y sus escritos influyeron en el desarrollo de la pintura moderna. En su visión, el arte no solo debía ser una representación visual, sino también una vía para la expresión de ideas místicas y simbólicas. Esta concepción fue especialmente importante para la evolución de movimientos como el Expresionismo y el Arte abstracto, que seguirían surgiendo en las décadas siguientes.
Las principales obras de Paul Sérusier
La producción artística de Paul Sérusier incluye una serie de obras que destacan tanto por su estilo como por su significancia en el desarrollo del arte modernista. Entre las más relevantes se encuentran:
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Tejedores bretones (1888)
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El talismán (1888)
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Eva bretona (1890)
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La lucha bretona (1890)
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Lavanderas en la orilla (1892)
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Desnudo frente al mar (1909)
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Cilindro dorado (1910)
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Bañistas (1908)
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Soledad (1890)
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Naturaleza muerta (1912)
Estas obras resumen las características estilísticas de Sérusier: colores planos de fuerte contraste, contornos definidos y un enfoque en temas populares y simbólicos, todo ello puesto al servicio de una estética profundamente moderna.
El retiro espiritual y el final de su carrera
En 1914, Paul Sérusier se retiró de la práctica artística debido a su creciente interés por la espiritualidad y la religión. Acompañado de Verkade, un monje que influyó en su visión mística del arte, Sérusier se ordenó como monje en el convento de Veuron y se dedicó a una vida de retiro en Bretaña, donde permaneció hasta su muerte el 6 de octubre de 1927.
Este retiro marcó el final de su carrera como pintor, pero su legado perdura en su influencia sobre generaciones de artistas y en su capacidad para fusionar la estética con la espiritualidad. Hoy, Paul Sérusier es recordado no solo como un innovador en el campo de la pintura, sino también como un teórico que ayudó a moldear la evolución del arte moderno.
MCN Biografías, 2025. "Paul Sérusier (1864-1927): El pintor que fundó el movimiento de los Nabis". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/serusier-paul [consulta: 28 de septiembre de 2025].