Juan Bautista Sacasa (1874-1946). El presidente nicaragüense que vivió entre la guerra civil y la diplomacia internacional

Juan Bautista Sacasa, político y médico nicaragüense, nació en León en 1874 y murió en Los Ángeles, Estados Unidos, en 1946. Su vida estuvo marcada por una serie de eventos significativos, especialmente por su papel en la política nicaragüense, el contexto de la intervención estadounidense en el país y su relación con figuras históricas claves como Carlos Solórzano, Emiliano Chamorro, Adolfo Díaz, Moncada, Augusto César Sandino y Anastasio Somoza. Sacasa no solo fue presidente de Nicaragua entre 1932 y 1936, sino que también participó activamente en los procesos que definieron la historia del país a principios del siglo XX.
Orígenes y contexto histórico
Juan Bautista Sacasa nació en un período de grandes cambios para Nicaragua. La política de la época estaba dominada por dos grandes facciones: el Partido Liberal y el Partido Conservador. A pesar de ser médico de formación, Sacasa encontró su vocación en la política y comenzó a destacarse desde joven como miembro del Partido Liberal, que luchaba por establecer un sistema más democrático frente a la autarquía conservadora.
Sacasa estudió Medicina en la Universidad de León y, tras obtener su licenciatura, se dedicó a la enseñanza, ejerciendo como profesor en las universidades de Managua y León. Su paso por la academia y su conocimiento profundo de la realidad social y económica de Nicaragua le brindaron una perspectiva única sobre las necesidades del país.
En 1924, Sacasa se alió con Carlos Solórzano, un político conservador, para presentarse como vicepresidente en las elecciones de ese año. La coalición entre liberales y conservadores, encabezada por Solórzano, resultó victoriosa, y Sacasa asumió el cargo el 1 de enero de 1925. No obstante, esta coalición se vería rápidamente afectada por tensiones internas que derivaron en una grave crisis política.
Guerra civil y la intervención estadounidense
El período 1925-1927 estuvo marcado por una serie de tensiones que desembocaron en un conflicto armado. El 24 de octubre de 1925, Emiliano Chamorro, un líder conservador, se sublevaría contra el gobierno de Carlos Solórzano, lo que llevó a una guerra civil en Nicaragua. Esta guerra civil fue una consecuencia directa de las disputas internas dentro del gobierno, que obligaron a Sacasa y Solórzano a enfrentarse a una crisis aún más profunda. En este contexto, las fuerzas estadounidenses, presentes en el país desde la firma del Tratado Bryan-Chamorro en 1916, intervinieron, exacerbando la situación.
La situación se tornó aún más compleja cuando Emiliano Chamorro y sus seguidores, apoyados por las tropas estadounidenses, consiguieron expulsar a Sacasa del gobierno. Posteriormente, Sacasa fue condenado a dos años de destierro y se inició un juicio contra él, en el cual fue declarado traidor a la patria. Sin embargo, la lucha no cesó, ya que en mayo de 1926, los partidarios de Sacasa tomaron la ciudad de Bluefields, dando inicio a una nueva fase del conflicto.
En diciembre de 1926, Sacasa regresó a Nicaragua y se estableció en Puerto Cabeza, donde proclamó un gobierno liberal, enfrentándose a las autoridades impuestas por las fuerzas estadounidenses, encabezadas por Adolfo Díaz. Este enfrentamiento se resolvió mediante las negociaciones de paz del Tratado de Tipitapa de 1927, que permitió la convocatoria de nuevas elecciones.
Presidencia y pactos de paz
El escenario político de Nicaragua en los años posteriores a la guerra civil estaba fuertemente marcado por la intervención estadounidense, y Sacasa no fue ajeno a este contexto. En 1932, se presentó como candidato presidencial, enfrentándose a su antiguo rival Adolfo Díaz, quien había sido apoyado por las tropas estadounidenses. En las elecciones, Sacasa resultó elegido presidente por una amplia mayoría, lo que le permitió asumir el cargo el 1 de enero de 1933.
Con su llegada a la presidencia, se produjo la salida de los marines estadounidenses del país, lo que representó un avance importante para la soberanía nacional. Uno de los primeros actos de Sacasa fue tomar control de la Guardia Nacional, un paso clave para el restablecimiento del orden en Nicaragua. Para consolidar la paz en el país, Sacasa comenzó conversaciones con los guerrilleros liderados por Augusto César Sandino, quien había estado luchando contra las intervenciones extranjeras.
El 2 de febrero de 1934, Sandino firmó un acuerdo de paz con el gobierno de Sacasa. El pacto establecía la entrega de ciertos territorios agrícolas en la provincia de Nueva Segovia a los hombres de Sandino, a cambio de que estos depusieran las armas y reconocieran al gobierno como legítimo. Sin embargo, la situación se complicó cuando Anastasio Somoza, quien comandaba la Guardia Nacional, se opuso a este acuerdo y comenzó a perseguir a los exguerrilleros.
El 22 de febrero de 1934, después de una cena celebrada en honor de Sandino, el líder guerrillero y varios de sus colaboradores fueron asesinados por órdenes de Somoza. Este evento marcó el fin de las esperanzas de paz duradera en Nicaragua y mostró la creciente influencia de Somoza dentro del aparato de poder.
Desafíos económicos y el golpe de Estado
Durante su presidencia, Sacasa también se enfrentó a desafíos económicos. Nicaragua se encontraba sumida en una grave crisis económica producto de los años de guerra y las tensiones internas. Para intentar superar estos obstáculos, Sacasa implementó una serie de reformas económicas, tales como la creación de la Caja Nacional de Crédito Popular y el Banco Hipotecario, con el objetivo de estabilizar la economía.
Además, promovió la producción nacional de algodón y trigo, con el fin de reducir la dependencia de productos del exterior. Su administración también aprobó leyes importantes, como la ley contra la usura, la ley de Habilitación y la de Conciliación, que buscaban mejorar la situación económica de los ciudadanos más desfavorecidos.
Sin embargo, la situación política seguía siendo inestable, y Anastasio Somoza, quien se había beneficiado enormemente de su relación con el gobierno de Sacasa, llevó a cabo un golpe de Estado en 1936. En un acto de traición, Somoza derrocó a Sacasa, quien se vio obligado a renunciar a la presidencia el 6 de junio de 1936. Tras este golpe, Sacasa se exilió a los Estados Unidos, donde fallecería una década después, en 1946.
Relevancia actual
La figura de Juan Bautista Sacasa sigue siendo importante en la historia de Nicaragua, especialmente por su papel en la diplomacia y el intento de consolidar la paz en un país dividido por años de conflicto. Su relación con figuras clave como Carlos Solórzano, Emiliano Chamorro, Adolfo Díaz, Moncada, Augusto César Sandino y Anastasio Somoza ilustra la complejidad de la política nicaragüense en un período de gran agitación.
A pesar de los desafíos que enfrentó, Sacasa fue un presidente que intentó modernizar Nicaragua, incluso dentro del contexto de la intervención extranjera y las tensiones internas. Su legado es un reflejo de los esfuerzos por lograr un equilibrio entre las fuerzas internas y externas que definieron la historia política de su país en el siglo XX.
Bibliografía
BETHELL, L. (ed.) Historia de América Latina. (Crítica, 1990).
LUCENA SALMORAL, M. (coord.) Historia de Iberoamérica. (Madrid, 1988).
MCN Biografías, 2025. "Juan Bautista Sacasa (1874-1946). El presidente nicaragüense que vivió entre la guerra civil y la diplomacia internacional". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/sacasa-juan-bautista [consulta: 18 de octubre de 2025].