Sabni (ca. 2250 a.C.).
(Sab-ni) Príncipe egipcio, Canciller, Amigo Único y Confidente del Rey en la Cabeza del Sur durante el reinado de Pepy II, quinto rey de la VI dinastía. Tal influyente personaje contó con una grandiosa tumba rupestre en Qubbet el-Hawa (Assuán), en la cual también enterró a su padre, llamado Mekhu I. Una de las dos inscripciones de la fachada de la tumba permite conocer parte de las actividades de tal personaje. De acuerdo con ella, Sabni había acudido al sur, a Uauat, a buscar el cadáver de su padre, muerto en el transcurso de una misión oficial. Reclutando una tropa propia y con cien asnos cargados de ungüentos, miel, ropas y aceite, para obsequiar a los nativos se dirigió a aquellas tierras, previo el envío de una carta a Menfis comunicándole sus intenciones al faraón. Sabni pudo pacificar la zona, rescatar el cadáver de su padre y hacer acopio de diversos productos nubios, entre ellos, incienso, un colmillo de elefante y una piel de león, que hizo llegar a la Corte por medio del funcionario Iri y otros dos compañeros. Más tarde, por su piedad filial y sus buenos servicios, Pepy II le nombró Sacerdote funerario de su Pirámide en Saqqara y le obsequió con tierras a modo de compensación por los gastos de la expedición y para el mantenimiento de la tumba de su padre. El hijo de Sabni, Mekhu II, mandó grabar otra inscripción en la misma tumba de Qubbet el-Hawa, dando cuenta de que su padre no había tenido tiempo de entregar en Menfis los productos obtenidos de otra expedición dirigida a Nubia por haber fallecido en Elefantina. Pepy II le comunicó a Mekhu II la concesión de una rica ofrenda funeraria a su padre Sabni, ordenada mediante decreto. Un documento de Elefantina sobre papiro recoge, por otra parte, la acusación que un general de mercenarios nubios lanzó contra Sabni, imputándole un robo.