Rosendo (1945-VVVV).
Músico español, de nombre Rosendo Mercado Ruiz, nacido en Madrid el 23 de febrero de 1954, en el seno de una familia humilde de trabajadores procedentes de Ciudad Real. Creció en Carabanchel, su barrio de toda la vida, y dio sus primeros pasos en la música cuando todavía estudiaba en el colegio, a la edad de siete años, como cantante en el coro de la iglesia. Tal comienzo no pasó de ser una mera anécdota, porque Rosendo pronto demostró que lo que verdaderamente le gustaba era la guitarra eléctrica. Pasados unos años, empezó a tocar con amigos del colegio en grupos como La Patata Química y Yesca, con los que hacía un tipo de rock muy en la línea de los grupos británicos de la época.
Su primer grupo serio fue Fresa, con el que actuó por bailes y verbenas haciendo versiones, algo por lo que casi todos los músicos que empezaban tenían que pasar en sus inicios. Su vida cambió cuando, junto al cantante José Carlos Molina, crea Ñu en los años setenta. Este grupo fue, sin duda, uno de los precursores del rock de los setenta en nuestro país, y llegó incluso a telonear a Dr. Feelgood en el pabellón de deportes del Real Madrid.
La obligación de cumplir el servicio militar truncó esta buena racha de Rosendo, ya que a su regreso abandonó el grupo debido a las desavenencias con Molina. Fue entonces cuando entró a formar parte de Leño, junto a Ramiro Penas y Chiqui Mariscal, que más tarde dejaría el grupo para ser sustituido por el antiguo bajista de Coz, Tony Urbano. La primera evidencia discográfica del nuevo grupo apareció en el importante recopilatorio de Chapa Discos Rock del Manzanares, Viva el Rollo Vol. II. Leño, el primer disco de la banda, apareció en 1979. Si Ñu había sido importante, Leño le superó ampliamente en popularidad e importancia, y se convirtió en un grupo de gran influencia en todos los grupos de rock duro, tanto en los de su época como en los de aparición posterior. Más madera apareció en 1980; le siguieron En Directo (un año más tarde) y ¡Corre, Corre! (editado en 1982), todos ellos con gran aceptación y buenas ventas.
A pesar de estar en la cumbre de su carrera, y debido a problemas con la discográfica, Leño se disolvió en 1983. Zafiro, la discográfica, les demanda sin embargo un disco más, y la vida musical de Rosendo permaneció estancada durante un tiempo debido a estos problemas legales. De hecho, tuvo incluso que trabajar haciendo botas con un artesano de su barrio.
Rosendo reapareció, ya sin Leño, en un concierto celebrado en el verano de 1985. Ese mismo año fichó por el sello RCA y editó Loco Por Incordiar, disco que significó la vuelta del Maestro a la arena discográfica. Fuera De Lugar llegó en 1986; por aquella época RCA se fusionó con Ariola, y las condiciones de trabajo de Rosendo empeoraron. No obstante, en 1987 el guitarrista y cantante editó …A Las Lombrices, tras el cual la previsible ruptura con RCA se hizo ya patente. Un nuevo cambio de sello le llevó a Twins, con el que vio la luz la edición de Jugar Al Gua en 1988. Su siguente trabajo se tituló En Directo, y salió a la venta en 1989, un año antes de la desaparición de Twins. Entonces Rosendo entró en DRO, y grabó en 1991 Deja Que Les Diga Que No. Desde entonces no ha vuelto a cambiar de sello discográfico, ya que en DRO parece haber encontrado un apoyo para su trabajo, algo que llevaba mucho tiempo buscando. La Tortuga (1992) y Para Mal o Para Bien (1994) siguen la racha positiva que ya acompañaba a Rosendo desde hacía unos años. En la segunda mitad de los noventa, Rosendo nos brindó Listos Para La Reconversión, de 1996; la banda sonora de la película Dame Algo, un año más tarde; y A Tientas y Barrancas, editado en 1998. Después editó Canciones para normales y mero dementes y en 2002 Veo, veo…mamoneo!, el álbum número catorce desde que abandonara Leño.
Ya en noviembre de 2004 el veterano músico madrileño celebró sus veinte años de andadura en solitario con la publicación de un trabajo recopilatorio titulado Salud y buenos alimentos, una caja en la que se incluyen treinta y cinco canciones, once videoclips, un concierto celebrado en México y un disco adicional de rarezas con versiones de otros artistas realizadas por el rockero.
En septiembre de 2006 fue objeto de un curioso homenaje en la exposición «Fotorrock 2006 – Homenaje a Rosendo», donde más de treinta fotógrafos, entre ellos Carlos Álvarez, Estanís Núñez, Alfredo Arias o Domingo J. Casas, reivindicaron con sus imágenes, urbanas y de conciertos, la figura del veterano músico.