José Joaquín Romero y Fernández Landa (1736-1807): Ingeniero Naval y Teniente General de la Armada Española

José Joaquín Romero y Fernández Landa fue una figura clave en la historia de la Marina Española durante el siglo XVIII. Nacido en 1736 y fallecido en Madrid en 1807, este destacado marino español alcanzó el rango de teniente general y desempeñó un papel fundamental como ingeniero general de la Real Armada. Su legado es testimonio de su habilidad y dedicación al servicio de la construcción naval y al diseño de navíos emblemáticos que marcaron una era de esplendor en la marina militar española. A lo largo de su carrera, destacó por su innovación en la construcción de embarcaciones, sus conocimientos técnicos y su capacidad para aplicar las mejores prácticas internacionales en sus proyectos.

Orígenes y contexto histórico

José Joaquín Romero y Fernández Landa nació en 1736 en una época donde la Marina española desempeñaba un papel estratégico y crucial en los asuntos políticos y comerciales de la monarquía de los Reyes Católicos y los Habsburgo. Su carrera comenzó en un contexto de crecimiento y expansión de la Armada Española, que estaba en pleno proceso de modernización. Aunque inició su formación en la carrera militar en el arma de caballería, pronto se inclinó hacia el mar, donde lograría una notoria carrera.

En 1752, a la edad de 16 años, ingresó en el Regimiento de Dragones de Edimburgo, pero dos años más tarde, en 1754, su verdadera pasión por la marina le llevó a obtener una plaza como guardia marina. Este cambio de rumbo marcó el inicio de su exitosa carrera en la Real Armada Española, y desde entonces se dedicó a la formación técnica y al servicio embarcado, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico.

Logros y contribuciones

José Joaquín Romero y Fernández Landa no solo se destacó por su trabajo en el mar, sino también por su importante contribución al campo de la ingeniería naval. En 1765, fue destinado al astillero real de Guarnizo, en Santander, bajo las órdenes del arquitecto naval Francisco Gautier. Durante este periodo, Romero y Fernández Landa se centró en la construcción de naves utilizando los modelos de la escuela inglesa, en oposición a la escuela francesa que defendía Gautier. En este contexto, su capacidad para adaptar nuevas técnicas de construcción de navíos de guerra fue clave para el futuro de la flota española.

Diseño del San Ildefonso

Una de las contribuciones más significativas de Romero y Fernández Landa fue la creación del San Ildefonso, un navío armado con setenta y cuatro cañones. Este barco, que se construyó bajo su supervisión, se convirtió en un modelo ejemplar por sus excelentes características de maniobrabilidad, velocidad y capacidad de combate. El San Ildefonso prestó servicios entre 1785 y 1805 y fue considerado uno de los mejores ejemplos de los navíos españoles de la época. De hecho, su éxito fue tal que se ordenó que su diseño fuera adoptado como modelo para la construcción de una nueva generación de fragatas, conocidas como el tipo San Fulgencio, que eran más pequeñas pero igualmente poderosas, armadas con hasta treinta y cuatro cañones.

Reglamento de maderas

En 1784, Romero y Fernández Landa también redactó un reglamento que establecía las maderas necesarias para la construcción de los bajeles del Rey. Este reglamento fue impreso ese mismo año y entró en vigor de manera oficial, consolidándose como un documento clave para la producción naval en la Real Armada. Su trabajo no solo fue clave para mejorar la eficiencia de los astilleros españoles, sino que también estableció un estándar para las futuras construcciones navales en el país.

El Santa Ana y el Montañés

Otra de las grandes contribuciones de José Joaquín Romero y Fernández Landa fue la construcción de los navíos Santa Ana y Montañés. El Santa Ana, un navío de tres puentes y 112 cañones, fue considerado uno de los barcos más imponentes de su época. Por su parte, el Montañés, de 74 cañones y diseñado en El Ferrol en 1794, se destacó como un ejemplo de perfección técnica y fue considerado por muchos como el navío perfecto. Estas embarcaciones no solo fueron cruciales en las batallas navales de su tiempo, sino que también representaron la culminación de los esfuerzos de Romero y Fernández Landa por mejorar la eficiencia y capacidad de combate de la Marina española.

Momentos clave

A lo largo de su carrera, José Joaquín Romero y Fernández Landa fue parte de momentos clave en la historia naval española. Estos son algunos de los hitos más destacados de su vida:

  • 1752: Ingreso en el Regimiento de Dragones de Edimburgo.

  • 1754: Ingreso en la Marina y obtención de plaza de guardia marina.

  • 1765: Destino en el astillero real de Guarnizo, Santander.

  • 1773-1774: Comisión por diversos arsenales españoles bajo la supervisión de Pedro Castejón.

  • 1777-1782: Comandante de ingenieros en el Departamento Marítimo de Cartagena.

  • 1782-1784: Ingeniero general interino de la Real Armada tras la muerte de Francisco Gautier.

  • 1784: Redacción del Reglamento de maderas necesarias para la construcción de bajeles.

  • 1785-1805: Diseño y construcción del San Ildefonso.

  • 1794: Diseño del Montañés, considerado el navío perfecto.

  • 1795: Ascenso al grado de teniente general.

  • 1807: Fallecimiento en Madrid.

Relevancia actual

José Joaquín Romero y Fernández Landa sigue siendo una figura reconocida dentro de la historia de la Marina española. Su influencia perdura no solo a través de los barcos que diseñó, sino también en los principios constructivos que promovió y que sirvieron de base para las futuras generaciones de ingenieros navales. Hoy en día, su trabajo es estudiado por historiadores y técnicos que buscan entender el desarrollo de la ingeniería naval en un período tan crucial como el de la Ilustración española.

La importancia de su legado también se refleja en el continuo uso de los principios que defendió, como la adopción de nuevas tecnologías y la implementación de técnicas constructivas avanzadas en los astilleros. Su compromiso con la mejora de la Armada española y su contribución al diseño de navíos ejemplares siguen siendo un referente para aquellos que estudian la historia de la Marina militar y la ingeniería naval.

En resumen, José Joaquín Romero y Fernández Landa es un ejemplo de dedicación, innovación y habilidad técnica, cuyas contribuciones marcaron un hito en la historia de la construcción naval y la ingeniería militar en España. Gracias a sus esfuerzos, la Armada Española gozó de algunos de los barcos más poderosos y eficaces de su tiempo, lo que dejó una huella imborrable en el desarrollo de la marina militar moderna.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "José Joaquín Romero y Fernández Landa (1736-1807): Ingeniero Naval y Teniente General de la Armada Española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/romero-y-fernandez-landa-jose-joaquin [consulta: 29 de septiembre de 2025].