Rogge, Jacques (1942-2021).
Médico y dirigente deportivo belga nacido en Gante el 2 de mayo de 1942 y fallecido el 29 de agosto de 2021. Se convirtió en el sucesor de Juan Antonio Samaranch en la presidencia del Comité Olímpico Internacional el 16 de julio de 2001.
Atraído desde su juventud por el deporte y la ciencia médica, fue regatista en la clase «Finn» en los Juegos Olímpicos de México’1968, Munich’1972 y Montreal’1976, y en esta disciplina fue campeón mundial y campeón de su país en dieciséis ocasiones. Al mismo tiempo cursó la licenciatura de medicina deportiva y cirugía y se empleó como profesor médico en las Universidades de Bruselas y Gante. Años más tarde, asumió la jefatura de cirugía ortopédica en el Hospital de Gante. Durante su etapa como deportista profesional también practicó el rugby y fue jugador internacional una decena de veces.
Inició sus responsabilidades como dirigente deportivo cuando aceptó la jefatura de la delegación belga en las Olimpiadas de Insbruck, Moscú, Los Angeles, Calgary y Seúl. Además fue presidente de la Comisión Médica de la Federación Internacional de Vela y en 1989 se convirtió en presidente del Comité Olímpico e Interfederal de su país (COIB), cargo que ocupó hasta 1992. También en 1989 fue elegido presidente de la Asociación de Comités Nacionales Olímpicos Europeos (ACNOE) y vicepresidente de la Asociación de Comités Nacionales Olímpicos (ACNO). Renovó su cargo al frente de ACNOE en 1993 y 1997 y en este organismo abogó por el endurecimiento de los controles contra el dopaje así como por la armonización de las legislaciones europeas en esta materia.
Incorporado al COI desde el 16 de junio de 1991, durante ocho años fue miembro de las Comisiones del Movimiento Olímpico y la Solidaridad Olímpica. Desde su responsabilidad ejecutiva, fue uno de los principales impulsores de la modificación de la Carta Olímpica que, en julio de 1996, recogió la exigencia de que sólo los estados reconocidos por la comunidad política internacional (ONU) pudieran formar un comité olímpico propio e ingresar en el seno del COI. En 1994 asumió la presidencia de la Comisión Coordinadora de los Juegos de Sydney’2000 y fue elegido vicepresidente de la Comisión Médica del COI. Cuatro años después, también se convirtió en presidente de la Comisión de Coordinación de Atenas’2004.
Desde mediados de la década de los noventa, su nombre ya se barajaba como uno de los candidatos mejor colocados para suceder a Samaranch y el 5 de febrero de 1998 fue elegido miembro de la Comisión Ejecutiva del máximo organismo deportivo internacional, en sesión celebrada por la directiva del COI en la ciudad de Nagano. Declarado defensor de la gestión de Samaranch, durante la crisis que vivió la familia olímpica por las denuncias de corrupción y compra de votos en la designación de sedes como Salt Lake City, fue miembro de los grupos de investigación impulsados para revitalizar la deteriorada imagen del COI.
El 26 de marzo de 2001 anunció su candidatura a la sucesión de Samaranch y el 16 de julio de ese mismo año, en sesión celebrada en Moscú, fue elegido presidente del COI por 59 votos, frente a los 23 del surcoreano Un Yong Kim y los 22 del canadiense Richard Pound, sus más directos rivales. Con su nombramiento, Rogge inició una etapa continuista de la línea de gestión marcada por su antecesor y se convirtió en el segundo dirigente deportivo belga en acceder a la presidencia del Comité Olímpico Internacional, después de que su compatriota Henri de Baillet-Latour ocupara el cargo entre 1925 y 1946.
Atenas 2004, sus primeros Juegos como presidente, resultaron ser un éxito organizativo y deportivo, a pesar de los no pocos recelos que se tuvieron hasta prácticamente el último momento sobre la capacidad de la capital helena para organizar un evento de esas características. Los Juegos atenienses, a pesar de la sombra del dopaje, contra el que Rogge prometió una actuación firme y decidida, y de la amenaza del terrorismo, resultaron ser un espectáculo limpio en lo deportivo, seguro en lo policial e inolvidable en el resto de aspectos.