Robleto, Hernán (1895-1968).
Narrador, dramaturgo y periodista nicaragüense, nacido en Camoapa (Boaco) en 1895 y fallecido en México D.F. en 1968. Autor de una brillante producción literaria que le convierte en una de las grandes figuras de las Letras centroamericanas del siglo XX, sobresalió principalmente por sus novelas de contenido social, caracterizadas por el análisis de las diversas capas que configuran la sociedad nicaragüense contemporánea, el reflejo de las constantes tensiones políticas entre su nación y los Estados Unidos de América, y la descripción de la riqueza paisajística que posee el entorno natural que le vio nacer.
Vida
Inclinado desde su temprana juventud hacia el conocimiento de las disciplinas humanísticas y el cultivo de la creación literaria, cursó sus estudios de enseñanza media en el Instituto Nacional de Oriente (sito en Granada, capital del departamento nicaragüense homónimo) y, tras haber obtenido el título de bachiller, marchó a Managua para comenzar a ganarse la vida por medio de la escritura, primero en calidad de reportero y poco después mediante el estreno de su primera pieza teatral, titulada La rosa del paraíso. Ante la falta de oportunidades que se le ofrecían a un escritor en su país natal, en 1917 abandonó Nicaragua y se estableció en la capital azteca, donde pronto ganó un merecido prestigio literario merced a sus numerosas colaboraciones periodísticas publicadas en los principales rotativos del país. Especialmente seguidos por los lectores mexicanos fueron sus reportajes publicados en El Gráfico dentro de la sección «Crímenes célebres», donde el escritor de Camoapa dejó patente no sólo su dominio del oficio periodístico aplicado al género reporteril, sino también las grandes dotes narrativas que atesoraba su pluma.
Con este importante aprendizaje periodístico sumado a su curriculum profesional, Hernán Robleto regresó a Nicaragua y se afincó nuevamente en la capital de su país, donde pronto consiguió integrarse entre las personalidades cimeras de la prensa nacional. En medio de una febril actividad periodística y literaria, fundó algunas de las publicaciones periódicas más difundidas de su tiempo, como los cotidianos El Imparcial, Novedades y Flecha, al tiempo que daba a la imprenta o llevaba a los escenarios locales numerosas narraciones y piezas teatrales que le granjearon los elogios de la crítica y el público. A pesar de esta pasión grafómana que arrastraba desde su juventud, hacia mediados de la década de los años treinta se apartó un tanto del periodismo y de la creación literaria para entregarse de lleno a una nueva actividad que habría de mantenerle ocupado prácticamente hasta la fecha de su muerte: la política.
En efecto, en 1934 el escritor de Camoapa fue nombrado cónsul general de Nicaragua en México, cargo del que pasó en 1937 a ejercer como subsecretario de Instrucción Pública. Durante el bienio de 1939-1940, Hernán Robleto coronó la cúspide de su carrera política al hacerse cargo del Ministerio del Distrito Nacional, donde conoció de primera mano una realidad política que pronto habría de surtir de abundantes argumentos su producción literaria posterior. Siempre en la primera plana de la vida pública de su nación, ocupó también la presidencia de diferentes organismos, instituciones y entidades públicas y privadas de carácter cultural, como la sección nicaragüense de la Asociación de Escritores y Artistas Americanos, y aún tuvo tiempo de regresar de vez en cuando a la creación literaria con algunas obras que, como la novela de madurez titulada Y se hizo la luz -galardonada con el prestigioso Premio Nacional «Rubén Darío»-, le confirmaron como uno de los más grandes escritores nicaragüenses del siglo XX.
Obra
Narrativa
Tras la serie de reportajes sobre crímenes publicada en El Gráfico de México -serie mucho más literaria que periodística-, Hernán Robleto envió a las imprentas madrileñas su primer volumen prosístico, Sangre en el trópico (Madrid: Cenit, 1930), un relato que, al revés de lo que ocurría en sus trabajos periodísticos, participaba más de las características genéricas de la crónica que de las claves de la novela propiamente dicha. No fue ello obstáculo para que esta narración primeriza del autor de Camoapa causara un buen efecto entre la crítica y los lectores nicaragüenses, que ya habían tenido ocasión de ver impresas algunas de las obras teatrales de Hernán Robleto; pero su primer gran éxito llegó, tres años después de la publicación de Sangre en el trópico, con la aparición de Los estrangulados (Id. Id., 1933), una magnífica narración en la que ya quedaban bien patentes las claves temáticas que habrían de caracterizar la prosa de Robleto: la explotación de temas americanos dotados de un especial sabor exótico para el lector europeo, y el reflejo de la peculiar situación socio-política que se vivía en casi todos los países de Centroamérica. Así, si Los estrangulados ahondaba en la denuncia de la oprobiosa explotación imperialista llevada a cabo por los Estados Unidos de América en dicho territorio, sus siguientes novelas, tituladas La mascota de Pancho Villa (México: Ediciones Botas, 1934) y Obregón, Toral y la madre Conchita (Id. Id., 1935), se incorporaban con no pocas dosis de oportunismo a esa corriente de la narrativa de la Revolución Mexicana que había hecho furor, unos años antes, no sólo en el subcontinente americano, sino también en buena parte de Europa. El exotismo vino servido, apenas sin solución de continuidad, por la novela titulada Una mujer en la selva (Santiago de Chile: Ercilla [Col. «Contemporáneos»], 1936), en la que Hernán Robleto relataba la relación amorosa que una mujer sostiene con un mono.
En la década de los años cuarenta salió de los tórculos Cuentos de perro (Managua: Nuevos Horizontes, 1943), una espléndida colección de relatos en los que era notoria la influencia temática y estilística de los autores clásicos españoles del Siglo de Oro, y muy especialmente Miguel de Cervantes. Tres años después, el narrador de Camoapa publicó la que, en opinión de la crítica especializada, puede considerarse como su mejor novela, titulada Don Otto y la niña Margarita (Managua: Imprenta Democrática, 1946). Se trata de un magnífico relato en el que, por vez primera en su ya fecunda trayectoria literaria, Hernán Robleto rebasaba su tendencia al americanismo criollista para extraer conclusiones de validez universal respecto a la sociedad contemporánea. El resto de su producción narrativa se completa con Nido de memorias (México: Libro Mex, 1960) y la ya citada Y se hizo la luz (México: Costa-Amic, 1966).
Teatro
En su faceta de autor dramático, Hernán Robleto dejó un valioso legado testimonial que, en buena medida, comparte esas mismas inquietudes socio-políticas que alimentan su prosa de ficción, especialmente el afán de denuncia del imperialismo norteamericano y, en concreto, de la constante injerencia de los Estados Unidos en la política nicaragüense. Entre sus piezas teatrales que pasaron por la imprenta, conviene recordar la ya mencionada La rosa del paraíso (publicada en 1920, y representada en Lima el 23 de abril de 1926); El milagro (1921); El vendaval (1933); y La cruz de ceniza, La niña Soledad y Muñecos de barro (editadas las tres en 1946 bajo el título de Tres dramas); pero, además de estas obras publicadas, Hernán Robleto fue autor de otras piezas teatrales que quedaron inéditas, como La señorita que arrojó el antifaz, la ópera mexicana Cotocaltzin, la comedia Los millones de don Carlos Balmori y la que sin duda es su mejor aportación al teatro nicaragüense contemporáneo, Pájaros del norte, en la que vuelve a su tema predilecto de la denuncia de la intervención norteamericana, pero ahora para ofrecer una lúcida visión crítica de la clase media nicaragüense.
Bibliografía
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ARELLANO, Jorge Eduardo: «Robleto, Hernán», en MEDINA, José Ramón [dir. literario]: Diccionario Enciclopédico de las Letras de América latina (DELAL), vol. III, Caracas: Biblioteca Ayacucho/Monte Ávila Editores Latinoamericana, 1995, pp. 4139-4140.
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PALACIOS, Nydia: «Las novelas de Hernán Robleto», en Antología de la novela nicaragüense, Managua: Fondo Editorial CIRA, 1989, pp. 19-23.
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RODRÍGUEZ SERRANO, Felipe: «Hernán Robleto, escritor y poeta», en El Mundo (Managua), 20 de noviembre de 1949.