Reina Barrios, José María (1853-1898).


Militar y político guatemalteco, nacido en San Marcos el 24 de diciembre de 1853 y muerto en 1898. Presidente de la República entre 1892-1898.

Sobrino del general y presidente de la República Justo Rufino Barrios (1873-1881), a quién acompañó en la rebelión encabezada por este contra el gobierno del mariscal Cerna (1866), así como en las de 1867 y 1868, todas ellas sin éxito. Más tarde, se alistó en el ejército libertador (1871) y gracias a sus méritos de guerra obtuvo el cargo de alférez.Seguidamente desempeñó varias comisiones oficiales e intervino en la campaña contra El Salvador (1876) y, una vez ascendido a teniente coronel, ocupó el cargo de primer ayudante del presidente provisional. Su excelente labor en el proceso de reorganización del ejército le valió el ascenso a coronel y, por último, su admirable actuación durante la nueva lucha contra El Salvador le llevó a alcanzar el cargo de general (1885), y desempeñó la subsecretaría de Guerra y la vicepresidencia del Congreso (1885-1892).

Durante el gobierno del general Manuel Lisandro Barillas, fue nombrado primero subsecretario de Guerra y, después, vicepresidente del Congreso Nacional. En 1889 es acusado de participar en movimientos revolucionarios y, pese a demostrar su inocencia, se vio obligado a abandonar el país. Regresó en 1890.

En las elecciones de 1892 triunfó por amplia mayoría frente a los otros tres candidatos (el doctor José Llerena, el notario Francisco Lainfiesta y el doctor Lorenzo Montúfar). El 15 de marzo de 1892 sucedió en la presidencia al general Barillas.Los primeros años de su mandato se caracterizaron por la combinación de una política liberal favorable al indio con el autoritarismo. Algunas de sus más destacables actuaciones fueron la mejora de la Hacienda pública, el impulso industrial, la mejora de las vías de comunicación, la libertad de prensa, la fundación del Banco de Guatemala (1894), embellecimiento de la ciudad, etc.Sin embargo, a partir del 1 de junio de 1897 el endurecimiento político desencadenó el descontento popular y, como consecuencia, dos revoluciones: la de San Marcos, el 7 de septiembre, liderada por el general Daniel Fuentes Barrios y el coronel Próspero Morales; y la estallada pocos días después en Oriente, cerca de la frontera salvadoreña, dirigida por el capitán de infantería José León y Castillo. Ambas fracasaron, pero la crisis económica y política que padeció el país a principios de 1898 agudizaron los problemas. Reina Barrios fue asesinado ese mismo año por Óscar Zollinger.