Ramsés II (1289-1224 a.C.): El faraón que inmortalizó el esplendor de Egipto

Ramsés II, conocido como Ramsés el Grande, fue uno de los faraones más importantes y longevos de Egipto, gobernando durante 67 años de gloria y consolidando su imperio en el contexto de la XIX dinastía. Durante su reinado, Egipto alcanzó una de sus mayores épocas de esplendor, marcada tanto por sus éxitos militares como por sus impresionantes logros arquitectónicos. Este faraón, que a menudo fue descrito como «el Sol de todos los países» o «la Imagen perfecta de Re», dejó un legado que perduró a lo largo de los siglos.

Orígenes y contexto histórico

Ramsés II nació alrededor del 1289 a.C., siendo hijo de Sethi I y de la reina Tuya2. Su ascensión al trono se produjo después de la muerte de su padre, quien lo había asociado al gobierno. Desde joven, fue educado bajo la ideología faraónica, lo que le permitió destacar como un excelente militar, político y, sobre todo, un gran constructor. A lo largo de su reinado, Ramsés II no solo consolidó el poder egipcio en el noreste de África, sino que también fortaleció la imagen de Egipto como una potencia mundial.

Uno de los aspectos más sobresalientes de su educación y formación fue la relación de Egipto con los pueblos vecinos, especialmente con los hititas, quienes fueron tanto aliados como rivales a lo largo de su reinado. Este contexto de interacciones bélicas y diplomáticas jugaría un papel crucial en los logros de Ramsés II.

Logros y contribuciones

Un gran constructor

El faraón Ramsés II destacó por sus habilidades como constructor. Durante su gobierno, fundó varias ciudades y erigió monumentos colosales que siguen siendo símbolos de su poder y autoridad. La más célebre de todas sus ciudades fue Pi-Rameses, construida en un lugar estratégico cerca del delta del Nilo. Esta ciudad no solo sirvió como su residencia, sino también como el centro administrativo y militar de Egipto.

Entre sus grandes obras destaca el templo de Abu Simbel, dos impresionantes templos rupestres excavados en la roca, que representaban la divinidad del propio Ramsés II y la de su esposa Nefertari. Estos templos no solo son una hazaña arquitectónica, sino también una obra de ingeniería, ya que, en la década de 1960, fueron desplazados de su ubicación original debido a la construcción de la presa de Asuán.

Además, Ramsés II promovió la construcción de monumentos en lugares como Karnak, Luxor, Menfis y Tanis, y su propio templo funerario, el Ramesseum, que se erige como una prueba de su grandeza y religiosidad.

Política exterior: El equilibrio entre la guerra y la diplomacia

Ramsés II adoptó una política exterior basada en la expansión y el mantenimiento de la hegemonía egipcia. Con una destacada capacidad estratégica, condujo varias campañas militares que aseguraron las fronteras de su imperio, desde la Nubia hasta el delta del Nilo. Durante su gobierno, enfrentó las incursiones de pueblos extranjeros como los sharden, los cuales, tras ser derrotados, se incorporaron al ejército egipcio.

La batalla de Qadesh, librada contra las tropas hititas en el 1274 a.C., fue uno de los momentos más célebres de su reinado. Aunque el resultado fue un empate, Ramsés II presentó la batalla como una victoria en su famosa relato del Poema de Pentaur (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/pentaur), grabado en varios templos para inmortalizar su gloria. Posteriormente, tras años de escaramuzas, Ramsés firmó un tratado con el rey hitita Muwattallis (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/muwattallis), poniendo fin a las hostilidades. Este tratado, uno de los primeros de la historia, fue un modelo de diplomacia en la antigüedad.

A su relación con los hititas se le añadió una unión matrimonial con la princesa hitita Maathorneferure (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/maathorneferure), hija de Khattusilis III (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/khattusilis-iii), lo que consolidó una alianza entre ambos imperios.

La administración egipcia y la religión

Ramsés II delegó los asuntos religiosos a su gran sacerdote Nebunenef (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/nebunenef), quien equilibró los cultos y mantuvo la estabilidad religiosa del imperio. Asimismo, la administración política estuvo en manos del visir Paser (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/paser1), quien gestionó eficazmente los asuntos del Alto Egipto.

En cuanto a la religión, Ramsés II no dudó en reforzar la divinidad de su propia figura. Se consideraba a sí mismo la «Imagen perfecta de Re» y utilizó el culto a su persona para consolidar su poder. Esta divinización también se reflejó en el arte y las estatuas que se erigieron en su honor, como la famosa estatua en el Museo de Turín, que muestra al faraón sonriente con la corona azul khepresh y el cetro heka.

Las esposas y descendencia de Ramsés II

Ramsés II fue conocido por su extensa familia, siendo padre de más de cien hijos de diversas esposas. Su esposa más célebre y amada fue Nefertari (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/nefertari), quien recibió un majestuoso templo en Abu Simbel. A lo largo de su vida, el faraón tuvo otras esposas, como Iset-neferet (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/iset-neferet) y Meryt-amón III (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/meryt-amon-iii), entre otras, consolidando un harén real muy numeroso.

Momentos clave del reinado de Ramsés II

A lo largo de su largo reinado, que duró 67 años, Ramsés II dejó su huella en muchos aspectos de la vida egipcia. Algunos de los momentos más significativos fueron:

Relevancia actual

La figura de Ramsés II sigue siendo un referente en la historia de Egipto y el mundo antiguo. Su legado, tanto en términos de construcción como de poder militar, ha perdurado a lo largo de los siglos, y sus monumentos siguen siendo testigos de su grandeza. Los templos de Abu Simbel y el Ramesseum son solo algunos ejemplos de su monumental legado.

Además, la posible vinculación de Ramsés II con el relato bíblico del Éxodo y el faraón que persiguió a Moisés (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/moises) sigue siendo un tema de debate y fascinación. Aunque no existen pruebas concluyentes de que Ramsés II fuera el faraón mencionado en la Biblia, su figura sigue siendo central tanto en la historia como en la mitología.

Su influencia también es visible en el arte y la cultura popular, donde su imagen de gran conquistador y constructor se mantiene como un símbolo de la gloria egipcia.

Ramsés II no solo fue un gran faraón, sino que dejó una marca indeleble en la historia de Egipto, que todavía resuena hoy en día.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Ramsés II (1289-1224 a.C.): El faraón que inmortalizó el esplendor de Egipto". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/rameses-ii [consulta: 17 de octubre de 2025].