Pertarito, Rey de Lombardía (s. VII): Un Monarca Inestable en el Trono de los Lombardos
Pertarito, Rey de Lombardía, es una figura que, a pesar de su importancia en los anales de la historia medieval, ha quedado eclipsada por las narraciones de otros monarcas más célebres. Gobernante de los lombardos en el siglo VII, su reinado estuvo marcado por el conflicto, el derrocamiento y el retorno al poder. Nacido en una época turbulenta, la figura de Pertarito refleja la inestabilidad política que caracterizó la Italia medieval, especialmente entre las luchas internas por el poder que asolaban a los reinos germánicos de la región. A lo largo de su vida, Pertarito vivió las complejidades del reino lombardo, enfrentando desafíos que no solo fueron políticos, sino también militares, mientras lidiaba con las ambiciones de poder de sus contemporáneos.
Orígenes y contexto histórico
Pertarito nació en una época donde la historia del Reino de los Lombardos se encontraba en un punto de inflexión. Los lombardos, un pueblo germánico que se había asentado en Italia a mediados del siglo VI, pasaron por una serie de cambios dinásticos y militares que marcaron su evolución. Su padre, Ariberto, había sido un rey destacado y una figura importante durante su reinado, estableciendo las bases para el dominio lombardo en Italia. Cuando Ariberto murió en 661, Pertarito heredó el trono. Sin embargo, el joven rey se encontraba en una situación compleja debido a las luchas de poder internas entre los diferentes duques de los territorios lombardos.
Durante este periodo, los reinos y ducados dentro de Italia se encontraban divididos, y los duques de Benevento, entre otros, comenzaron a ganar más poder y autonomía. Fue Grimoaldo, el duque de Benevento, quien jugó un papel crucial en el cambio de poder en la Lombardía al derrocar a Pertarito solo un año después de que ascendiera al trono en 662.
Logros y contribuciones
A pesar de la breve duración de su primer reinado, Pertarito desempeñó un papel clave en la política lombarda. Su sucesión al trono en 661, aunque difícil, representó la continuación de la dinastía de los Aribertinos, que hasta ese momento había gobernado con cierta estabilidad. Sin embargo, su primer periodo como rey fue interrumpido de manera abrupta por el golpe de Grimoaldo, duque de Benevento, quien derrocó a Pertarito en 662.
Aunque no pudo mantener su trono durante ese tiempo, el regreso de Pertarito al poder fue una de las características definitorias de su reinado. En 671, tras la muerte de Grimoaldo, Pertarito recuperó el trono, un hecho que reflejó no solo la fragilidad del dominio lombardo, sino también las complejidades del poder en un reino fragmentado.
La restitución del trono a Pertarito fue un hecho que marcó su segunda y última etapa de gobierno. Aunque la duración de su reinado fue corta en comparación con otros monarcas, su recuperación del poder refleja la importancia que tuvo en la lucha interna de los lombardos por el control político.
Momentos clave
A lo largo de su vida y reinado, Pertarito vivió una serie de momentos clave que no solo marcaron su legado, sino que también influyeron en la dinámica política de la Lombardía y el resto de Italia:
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661 – Ascenso al trono: Pertarito sucede a su padre Ariberto como rey de los lombardos.
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662 – Derrocamiento por Grimoaldo: El duque de Benevento, Grimoaldo, derroca a Pertarito y toma el control del reino.
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671 – Recuperación del trono: Tras la muerte de Grimoaldo, Pertarito retoma el trono de Lombardía.
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678-686 – Muerte de Pertarito: Pertarito muere en algún momento entre 678 y 686, dejando el reino a su hijo, Cuniberto.
Relevancia actual
La figura de Pertarito, aunque no ampliamente conocida en los relatos históricos generales, es significativa para comprender la compleja política de los lombardos y la transición de poder en Italia durante el siglo VII. Su historia refleja las tensiones internas que existían en los reinos germánicos, en particular en Lombardía, donde los duques eran figuras de poder regional capaces de desafiar la autoridad real. El breve y turbulento reinado de Pertarito muestra los retos que enfrentó el monarca para estabilizar su reino y garantizar la continuidad de su dinastía.
A pesar de su destierro y la inestabilidad de su gobierno, Pertarito pudo devolverle la esperanza a su pueblo con su regreso al trono. Su legado es también un recordatorio de la lucha constante por el poder y la supremacía en la Italia medieval, donde el equilibrio entre las fuerzas internas y externas determinaba la duración de un reinado.
Conclusión
Pertarito, Rey de Lombardía, es un personaje cuya vida y reinado fueron tan efímeros como conflictivos. De una dinastía que estuvo constantemente amenazada por los duques rebeldes y las luchas internas, su historia refleja las complejidades de la Italia medieval y la fragilidad del poder real. Aunque su reinado fue interrumpido y su muerte ocurrió en circunstancias poco claras, Pertarito dejó una marca en la historia de los lombardos, particularmente a través de su capacidad para recuperar el trono y asegurar que su hijo, Cuniberto, lo sucediera en el trono.
MCN Biografías, 2025. "Pertarito, Rey de Lombardía (s. VII): Un Monarca Inestable en el Trono de los Lombardos". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/pertarito-rey-de-lombardia [consulta: 17 de julio de 2025].