Ricardo Pérez Godoy (1913-1982): El militar que presidió la Junta Militar en Perú
Ricardo Pérez Godoy, nacido en Lima en 1913 y fallecido en 1982, fue un militar peruano que desempeñó un papel crucial en la política del país en la década de 1960. Su figura está vinculada a uno de los momentos más convulsos de la historia contemporánea del Perú, marcado por el golpe de estado de 1962 que derrocó al presidente Manuel Prado y su posterior liderazgo en la Junta Militar de Gobierno. Este artículo analiza sus orígenes, su ascenso al poder, los eventos clave durante su mandato, y su impacto en la historia del Perú.
Orígenes y contexto histórico
Ricardo Pérez Godoy nació en el contexto de una nación que vivía tensiones sociales y políticas a causa de la pobreza, las divisiones sociales y las luchas políticas entre distintos partidos. Durante las primeras décadas del siglo XX, Perú se encontraba en medio de un proceso de modernización y enfrentaba crisis políticas internas, que se reflejaban en los continuos cambios de gobierno y en la inestabilidad del sistema político.
El período que vivió Pérez Godoy estuvo marcado por un fuerte enfrentamiento entre el Partido Aprista Peruano (PAP), liderado por Víctor Raúl Haya de la Torre, y las Fuerzas Armadas, que veían con desconfianza el ascenso del APRA como fuerza política en el país. En este ambiente de conflicto, la figura de Pérez Godoy emergió con el respaldo de las Fuerzas Armadas, quienes jugarían un papel clave en la política peruana de los años 60.
El golpe de estado de 1962
El 10 de junio de 1962, Perú celebró elecciones presidenciales que resultaron en una polarización política sin precedentes. En la contienda electoral, el PAP liderado por Haya de la Torre obtuvo un 32,7% de los votos, seguido por Acción Popular (AP) con Fernando Belaúnde Terry y la Unión Nacional Odriísta (UNO), que también competían por la presidencia. Sin embargo, debido a que ninguno de los candidatos alcanzó el tercio de votos necesario, la decisión final quedó en manos del Congreso. Un acuerdo entre el APRA y la UNO, conocido como el «pacto de la convivencia», dejaba entrever que el líder del APRA, Haya de la Torre, podría convertirse en presidente, lo que generó grandes tensiones y acusaciones de fraude electoral.
Las Fuerzas Armadas, históricamente enemigas del APRA desde la Revolución de Trujillo en 1933, comenzaron a intervenir en el proceso político. El 23 de junio de 1962, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas emitió un comunicado en el que instaban a los partidos políticos a encontrar una solución para las «irregularidades electorales» detectadas en varias regiones del país donde el APRA había obtenido mayoría. La intervención de los militares aceleró la crisis política, y el 16 de julio de 1962, se alcanzó un acuerdo entre el APRA y la UNO para que el general Manuel A. Odría asumiera la presidencia.
A pesar del acuerdo, el 18 de julio de 1962, el general Ricardo Pérez Godoy, jefe del Comando Conjunto, lideró un golpe de estado que destituyó al presidente Manuel Prado y estableció una Junta Militar de Gobierno. Pérez Godoy, junto con otros altos mandos militares como Nicolás Lindley, Francisco Torres Matos y Pedro Vargas Prada, asumió el control del país y se comprometió a convocar nuevas elecciones presidenciales para 1963.
La Junta Militar de Pérez Godoy
Tras el golpe de estado, Pérez Godoy asumió la presidencia de la Junta Militar y, bajo su liderazgo, el régimen militar se caracterizó por intentar llevar a cabo algunas reformas sociales y económicas. A nivel político, el gobierno intentó equilibrar el poder entre los tres sectores de las Fuerzas Armadas: el Ejército, la Marina y la Aviación. A pesar de sus esfuerzos por lograr una estabilidad, el régimen de Pérez Godoy estuvo marcado por la inestabilidad política y la oposición de sectores civiles y del APRA.
Uno de los primeros actos de su gobierno fue la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales para el 10 de junio de 1963. Sin embargo, el régimen de Pérez Godoy fracasó en varios de sus intentos por resolver problemas económicos y sociales, como la cuestión de la compañía petrolera norteamericana de La Brea y Pariñas, cuyo laudo arbitral de 1960 fue visto como un «acto lesivo para la soberanía nacional» y que motivó grandes presiones populares para su expropiación.
En el ámbito social, Pérez Godoy implementó medidas que, en principio, tenían como objetivo mejorar la situación del país, como la proclamación de 1963 como el «Año de la Alfabetización», con la intención de erradicar el analfabetismo. No obstante, estos esfuerzos fueron infructuosos, ya que el plan de alfabetización no logró los resultados esperados.
Además, Pérez Godoy impulsó la creación de la Ley de Bases de la Reforma Agraria, pero esta medida no logró consolidarse debido a la oposición de los grandes terratenientes, quienes demandaban compensaciones en efectivo por las tierras expropiadas. También se propuso una nueva Ley de Trabajo orientada al desarrollo industrial y una reforma tributaria que elevaba la carga impositiva sobre la industria pesquera y las grandes empresas privadas.
La caída de Pérez Godoy y el fin de su régimen
Pese a sus esfuerzos por implementar reformas, el gobierno de Pérez Godoy no logró consolidarse. A medida que los meses avanzaban, surgieron fricciones dentro de la propia Junta Militar. En febrero de 1963, los copresidentes militares enviaron un memorándum a Pérez Godoy advirtiéndole que no tomara decisiones sin consultar previamente a las tres ramas de las Fuerzas Armadas. Este señalamiento reflejaba la creciente tensión y la falta de apoyo a su liderazgo.
Finalmente, el 3 de marzo de 1963, Pérez Godoy fue destituido por el general Nicolás Lindley. El régimen de Lindley, que le siguió, suspendió muchas de las reformas que Pérez Godoy había implementado. En términos políticos, el gobierno de Lindley se dedicó principalmente a negociar con los civiles para preparar la transición hacia un nuevo régimen, lo que se culminó el 28 de julio con la entrega del poder a un gobierno civil.
Aunque el mandato de Pérez Godoy fue breve, se puede considerar como un antecedente inmediato del gobierno Juan Velasco Alvarado, quien asumiría el poder en 1968 y llevaría a cabo reformas más profundas en el país.
Relevancia actual de Ricardo Pérez Godoy
Hoy en día, la figura de Ricardo Pérez Godoy sigue siendo un tema controversial en la historia del Perú. Su gobierno, aunque corto, estuvo marcado por intentos de reforma y por una fuerte militarización del país. Si bien muchos de sus proyectos no tuvieron éxito, su mandato sentó las bases para el posterior giro hacia el desarrollismo que marcaría la administración de Velasco Alvarado.
Su participación en el golpe de estado de 1962 y en la posterior Junta Militar sigue siendo analizada por historiadores y expertos, quienes debaten sobre la legitimidad de sus acciones y el impacto que tuvieron en la política peruana. En un país caracterizado por la inestabilidad política y los golpes de estado, la figura de Pérez Godoy se mantiene como un ejemplo de la intervención militar en los asuntos civiles y de la dificultad de los gobiernos peruanos para mantener el orden en tiempos de crisis.
El legado de Pérez Godoy, aunque breve y marcado por la intervención militar, se inserta en un periodo crucial de la historia política del Perú, cuya influencia perduraría en las décadas siguientes.
Bibliografía
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VILLANUEVA, Víctor. Un año bajo el sable. (Lima: 1963).
…………………. Ejército peruano. Del caudillaje anárquico al militarismo reformista. (Lima: 1973).
MCN Biografías, 2025. "Ricardo Pérez Godoy (1913-1982): El militar que presidió la Junta Militar en Perú". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/perez-godoy-ricardo-pio [consulta: 24 de junio de 2025].