Santiago Pelegrín (1885-1954). El pintor español que revolucionó el cubismo en la década de 1930

Santiago Pelegrín (1885-1954) fue un pintor español cuya obra se destacó por su vinculación con el cubismo y su evolución hacia el realismo. A pesar de haber nacido en Alagón, Zaragoza, y haber iniciado sus estudios artísticos en su ciudad natal, Pelegrín se trasladó a Madrid en 1910, donde comenzó a forjar su carrera. Su trabajo permaneció mayormente desconocido en su ciudad natal, y es aún hoy poco reconocido en la historia de la pintura aragonesa. Sin embargo, su influencia fue clave dentro de los movimientos de vanguardia y fue miembro de importantes corrientes artísticas, como el grupo de los Artistas Ibéricos. A continuación, exploramos los orígenes, logros y contribuciones de este artista, cuyo estilo cubista innovador dejó una marca importante en la pintura española.

Orígenes y contexto histórico

Santiago Pelegrín nació en el año 1885 en Alagón, una localidad situada en la provincia de Zaragoza, España. Desde joven, demostró su interés por las artes y comenzó sus estudios artísticos en la Escuela Elemental de Artes Industriales de Zaragoza. Esta formación inicial le permitió adquirir una base técnica sólida, aunque fue en Madrid donde su carrera tomaría un giro decisivo. En 1910, Pelegrín se trasladó definitivamente a la capital española, donde estableció su estudio y se unió al mundo artístico madrileño, mucho más cosmopolita y vanguardista.

En su época, Zaragoza y sus alrededores vivían inmersos en una pintura regionalista, y la figura de Pelegrín quedó algo alejada de este contexto local. A pesar de haber formado parte de la generación de pintores coetáneos de la región, como Marín Bagués, Gil Bergasa, Díaz Domínguez y García Condoy, la relación de Pelegrín con estos artistas fue más bien distante. Su vínculo artístico sería mucho más estrecho con los miembros del grupo de los Artistas Ibéricos, como Palencia, Moreno Vila, Bores, Peinado y Torres García. Esta colaboración y sus influencias en el círculo de los Artistas Ibéricos definieron la dirección de su obra.

Logros y contribuciones

Pelegrín no solo destacó por su vinculación al cubismo, sino que también fue un innovador dentro de este estilo. Su obra refleja una evolución constante, adaptándose a las corrientes más vanguardistas del momento. Su primer gran aporte fue su interpretación del cubismo, pero con una característica particular: un lenguaje cubista más simplificado y decorativo. A diferencia de otros pintores cubistas, Pelegrín no se dedicó a una representación fragmentada y caótica del objeto. En su lugar, sus composiciones tendían a ser más elegantes y ordenadas, utilizando una descomposición de los objetos en planos yuxtapuestos y angulosos.

En la década de 1930, su estilo se destacó por un tratamiento del cubismo que simplificaba los objetos, alejándose de la complejidad de los cubistas más ortodoxos y adoptando un enfoque decorativo. Las pinceladas empastadas, con formas angulosas y una paleta de colores que se balanceaba entre lo geométrico y lo expresionista, le conferían a sus obras una estética muy personal, y muy alejada del cubismo más tradicional. Esta etapa de simplificación y estilización de la figura será uno de los momentos más relevantes de su carrera artística.

Sin embargo, la evolución del estilo de Pelegrín no se quedó únicamente en el cubismo. Más adelante, comenzó a adoptar una corriente más realista, pero sin abandonar nunca la estructura geométrica y los ritmos angulosos que caracterizaban su pintura. Este paso hacia el realismo no significó una ruptura con su pasado cubista, sino que dio lugar a un estilo propio que fusionaba ambas tendencias, creando una obra de gran profundidad visual y técnica.

Momentos clave de su carrera

A lo largo de su carrera, hubo varios momentos clave que marcaron su evolución artística:

  1. Primeras exposiciones en Madrid: Tras su llegada a la capital, Pelegrín participó en varias exposiciones importantes, siendo la de 1925 una de las más destacadas, en la que formó parte del grupo de los Artistas Ibéricos.

  2. Consolidación del cubismo decorativo: En la década de 1930, Pelegrín desarrolló su particular interpretación del cubismo, simplificando las formas y destacando por una estructura geométrica clara, que le permitió sobresalir como uno de los artistas más innovadores de la vanguardia española.

  3. Transición al realismo: A partir de la década de 1940, la obra de Pelegrín experimentó una transición hacia el realismo. Sin embargo, mantuvo la influencia cubista en la estructuración de los objetos, lo que hizo que su obra fuera única en su tratamiento de la figura humana y los espacios.

  4. Permanente desvinculación del ambiente artístico aragonés: A pesar de su origen en Zaragoza, Pelegrín nunca se sintió identificado con el ambiente artístico de su tierra natal. Esto hizo que su obra fuera ignorada en su lugar de origen, pero encontró su lugar en el círculo de los Artistas Ibéricos, lo que influyó profundamente en su estilo.

Relevancia actual

Aunque en vida la figura de Santiago Pelegrín fue relegada al olvido en Zaragoza, en la actualidad se reconoce la importancia de su obra dentro del contexto del cubismo y la vanguardia española. Su capacidad para fusionar lo decorativo con lo geométrico, así como su habilidad para evolucionar hacia el realismo sin perder su identidad artística, lo convierten en un referente para los estudiosos de la pintura de la primera mitad del siglo XX.

El legado de Pelegrín también reside en su influencia en otros artistas de la vanguardia española. Los miembros de los Artistas Ibéricos, con quienes compartió muchas de sus exposiciones, jugaron un papel crucial en la consolidación de un estilo que renovó la pintura española en una época de profundas transformaciones culturales y políticas. La obra de Pelegrín sigue siendo un ejemplo de innovación y de búsqueda constante por integrar las vanguardias internacionales con un estilo propio que lo convirtió en un pintor fundamental de la historia del arte español.

Aunque su obra sigue siendo desconocida para muchos en su tierra natal, cada vez más estudios y exposiciones están ayudando a resaltar su importancia en el panorama artístico de la España del siglo XX. Su trabajo, cargado de formas angulosas y ritmos geométricos, sigue siendo una fuente de inspiración para artistas contemporáneos interesados en explorar la relación entre el cubismo y el realismo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Santiago Pelegrín (1885-1954). El pintor español que revolucionó el cubismo en la década de 1930". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/pelegrin-santiago [consulta: 23 de junio de 2025].