Paulina, Elia Domicia (ca. 70-ca. 130): La hermana de Adriano que desafió la corte imperial romana

Paulina, Elia Domicia (ca. 70-ca. 130), hermana del emperador Adriano, fue una figura clave en la historia del Imperio Romano, cuyo legado ha quedado marcado por su lucha por el honor familiar y su papel en los intrincados juegos de poder de la corte imperial. Pese a su cercanía al poder, la vida de Paulina fue una de contrastes: desde su estatus de aristócrata de la elite hispanorromana hasta su desdén por las acciones de su hermano Adriano, que más tarde la despojaría de gran parte de su influencia.

Orígenes y contexto histórico

Paulina nació alrededor del año 70 en Itálica, un municipio de la provincia romana de Bética, en lo que hoy es la localidad de Santiponce, cerca de Sevilla. Su familia provenía de una de las casas más poderosas y adineradas de la región. Su padre, Publio Elio Adriano, fue un senador romano de alto rango, y su madre, Domicia Paulina, también provenía de una familia destacada, lo que otorgó a Paulina una posición privilegiada dentro de las élites de la Bética. Aunque se ignoran detalles específicos sobre el matrimonio de sus padres y su vida temprana en Itálica, se sabe que pronto se trasladaron a Roma debido a la carrera política del padre.

El padre de Paulina era primo hermano de Adriano, quien años después llegaría a ser emperador de Roma. Esta relación familiar consolidó el acceso de la joven a los círculos más altos de la política romana, lo que definiría el rumbo de su vida. A través de su madre, Domicia Paulina, también estuvo vinculada a la nobleza ecuestre, una de las más influyentes en la sociedad romana de la época.

Logros y contribuciones

Aunque no existen registros detallados sobre su vida pública, se puede afirmar que Paulina desempeñó un papel importante dentro de la corte imperial romana, especialmente debido a sus lazos familiares. Cuando su hermano Adriano fue proclamado emperador en el 117 d.C., ella no solo continuó participando activamente en la vida de la corte, sino que también se dedicó a proteger la reputación de su familia. En este contexto, Paulina ejerció una presión política significativa, aunque, irónicamente, su cercanía al poder no fue suficiente para asegurar su bienestar.

Matrimonio con Lucio Julio Urso Serviano

Elia Domicia Paulina se casó con Lucio Julio Urso Serviano, un senador romano destacado, con quien tuvo al menos dos hijos: una hija de nombre desconocido y un hijo llamado Africano. Este matrimonio, aunque no exento de controversia, consolidó aún más su posición en la sociedad romana, ya que al estar casada con un senador, Paulina se vio con más influencia en los círculos de poder.

Su matrimonio también marcó un punto de inflexión en la vida de Paulina, ya que, tras la muerte de su padre en el año 86, ella quedó bajo la tutela del futuro emperador Marco Ulpio Trajano, un aliado cercano de la familia, lo que le permitió afianzar su posición dentro de la corte. Aunque se pensó que su vínculo con Trajano le daría una mayor influencia, los conflictos familiares posteriores revelarían la tensión existente entre ella y su hermano Adriano, quien se distanciaría de ella en el ámbito político.

El papel de Paulina en la corte de Adriano

Uno de los aspectos más relevantes de la vida de Paulina fue su relación con su hermano Adriano, que reflejó una serie de diferencias profundas en cuanto a la moral y las expectativas de comportamiento. Mientras que Adriano se entregaba a una vida de lujo y derroche, Paulina adoptó una postura más austera y severa. Su desconfianza en el estilo de vida de su hermano se profundizó cuando este comenzó a acumular deudas debido a su vida disipada.

Preocupada por el futuro de su hermano, Paulina acudió a su tío Marco Ulpio Trajano en un intento por poner freno a las excesivas indulgencias de Adriano, pero este esfuerzo fue infructuoso. En lugar de comprender sus inquietudes, Adriano optó por alejarse aún más de su hermana. A pesar de sus esfuerzos por mejorar la situación de su hermano, Paulina no pudo evitar la caída en el desdén hacia ella y su descendencia.

Momentos clave

  1. Nacimiento en Itálica (ca. 70 d.C.): La figura de Paulina emergió en la ciudad de Itálica, un punto estratégico en la Bética romana, lo que la colocó en la órbita de los círculos de poder desde su nacimiento.

  2. Matrimonio con Lucio Julio Urso Serviano: Su enlace con el senador romano consolidó su estatus dentro de la élite romana, dándole una mayor influencia en la vida política.

  3. Proclamación de Adriano como emperador (117 d.C.): A partir de este momento, Paulina comenzó a intervenir más activamente en los asuntos de la corte, aunque su influencia sería limitada por el comportamiento del propio Adriano.

  4. Conflictos con su hermano Adriano: La relación con su hermano se deterioró debido a sus diferencias en cuanto a moralidad y estilo de vida. Paulina denunció ante Trajano los excesos de Adriano, pero sus esfuerzos no tuvieron el impacto esperado.

Relevancia actual

La figura de Paulina, Elia Domicia, ha sido subestimada durante mucho tiempo. Sin embargo, su vida ofrece una perspectiva única sobre las dinámicas familiares en el Imperio Romano, especialmente en el contexto de la relación entre los hermanos Adriano y Paulina. Aunque su influencia fue limitada debido a las decisiones de su hermano, Paulina representó una figura de autoridad femenina dentro de una sociedad profundamente patriarcal.

En la actualidad, su nombre resuena como un ejemplo de la lucha por mantener el honor y el poder dentro de una estructura social en la que las mujeres tenían pocas oportunidades de destacarse. A pesar de que su vida no estuvo marcada por grandes logros militares o políticos, su presencia en los pasillos del poder romano sigue siendo una muestra de la relevancia de las mujeres en la historia del Imperio Romano, a pesar de las restricciones impuestas por su contexto histórico.

La negativa de Adriano hacia su hermana

El legado de Paulina se ve afectado por la actitud de Adriano hacia ella. Aunque el emperador la mantuvo en la corte, le negó los honores de «augusta», un título que había sido otorgado a otras mujeres de la familia imperial, como su tía Ulpia Marciana Augusta. Esta negativa de Adriano a otorgarle el mismo estatus político a su hermana, a pesar de sus esfuerzos y sacrificios, subraya la tensión entre ellos y la falta de reconocimiento de Paulina dentro de la corte imperial.

La muerte de Paulina, ocurrida alrededor del año 130, marcó el fin de su historia en la política romana. A pesar de la cercanía con Adriano, su funeral no recibió los honores que sí se otorgaron a otros miembros de la familia imperial. La muerte de Paulina coincidió con la trágica desaparición de Antinoo, el favorito de Adriano, lo que contribuyó a las complicaciones en la sucesión del poder imperial.

Bibliografía

  • Historia Augusta. Madrid: Akal, 1989.

  • MIRÓN PÉREZ, María Dolores. «Paulina, (Elia) Domicia», en Mujeres en la Historia de España. Madrid: Planeta, 2000, pp. 69-71.

  • RAESPSAET-CHARLIER, Marie-Thérèse. Prosopographie des femmes de l’ordre sénatorial (Ier-IIer s.). Lovaina: Aedibus Peeters, 1987.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Paulina, Elia Domicia (ca. 70-ca. 130): La hermana de Adriano que desafió la corte imperial romana". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/paulina-elia-domicia [consulta: 24 de junio de 2025].