Nicasio Pajares Ogeros (1881–1956): Narrador, Dramaturgo y Periodista Gallego que marcó huella en el periodismo y la literatura de Argentina y España
Nicasio Pajares Ogeros (1881–1956): Narrador, Dramaturgo y Periodista Gallego que marcó huella en el periodismo y la literatura de Argentina y España
Los Primeros Años y la Infancia de Nicasio Pajares
Nicasio Pajares Ogeros nació el 15 de diciembre de 1881 en el pequeño pueblo gallego de Trabanca de Arriba, en el municipio de Padrón, en la provincia de La Coruña. Hijo de Celestino Pajares Miguens, un alférez de infantería, y Esclavitud Ogeros y Tarela, su infancia estuvo marcada por la tradición militar paterna y el entorno rural gallego. Según algunos estudiosos, su fecha de nacimiento podría ser ligeramente diferente, ya que su fe de bautismo sugiere el 14 o incluso el 11 de diciembre como fechas alternativas. Sin embargo, lo que es indiscutible es que su vida temprana transcurrió en un contexto modesto pero profundamente marcado por la influencia del medio rural y una familia con vínculos con las Fuerzas Armadas.
En su niñez, Nicasio cursó sus primeros estudios en la escuela pública local, bajo la dirección de don Antonio Trasmonte, quien probablemente fue una de las primeras figuras que estimuló su curiosidad intelectual. Sin embargo, su vida dio un giro cuando, a la edad de catorce años, se trasladó a Montevideo, Uruguay, donde su tío, Vicente Pajares Miguens, servía como comandante en un destacamento militar. Fue entonces cuando se intentó inculcarle la carrera de las armas, pero pronto quedó claro que Nicasio carecía de vocación militar, lo que lo llevó a regresar a Galicia al año siguiente.
Durante su estancia en la Península, la familia sufrió un golpe devastador: su padre, Celestino, regresó de la guerra de Filipinas gravemente herido por un disparo en la cabeza, lo que le provocó la muerte poco después. Este trágico evento dejó una huella profunda en el joven Nicasio, quien, al igual que su madre, se vio obligado a replantearse su futuro. Esto marcó el primer gran cambio en su vida.
La Emigración a Uruguay y el Regreso a España
Con la temprana muerte de su padre, Nicasio sintió la necesidad de regresar a América. Para ello, se preparó en un colegio madrileño destinado a huérfanos de militares, donde recibió formación en contabilidad. A pesar de la formación que adquirió para dedicarse a las finanzas, su vocación hacia las humanidades y el periodismo fue más fuerte que cualquier otro impulso. Así, en lugar de seguir una carrera en los negocios, en 1900 se embarcó hacia Argentina, buscando una oportunidad más acorde con sus intereses.
Al llegar a Buenos Aires, Nicasio comenzó a trabajar en los grandes almacenes textiles de don Gumersindo Eiriz, un galeno de su tierra natal. Sin embargo, esta ocupación fue efímera, pues la vocación literaria que Nicasio llevaba dentro no tardó en aflorar. En lugar de continuar en el mundo comercial, fundó el periódico El Despertar Hispano en la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe. Con este paso, dio inicio a su carrera como periodista, un ámbito en el que se destacaría en los años siguientes.
El Establecimiento en Buenos Aires y el Despertar Literario
La vida en Argentina fue una constante alternancia entre éxitos y dificultades, pero fue allí donde Nicasio consolidó su carrera como escritor y periodista. A mediados de la primera década del siglo XX, las contribuciones de Pajares a la prensa argentina comenzaron a ganar visibilidad. Su trabajo apareció en medios como la revista Mundo Argentino y el semanario humorístico Fray Mocho, lo que le permitió establecerse como un periodista respetado.
El ambiente de Buenos Aires, marcado por la efervescencia cultural de la época, ofreció el espacio adecuado para que Nicasio desarrollara su faceta de escritor. Su pluma, que ya se dejaba ver en los periódicos, pasó pronto a la literatura más formal. Durante sus estancias en España, en particular en los años 1910 y 1912, Nicasio pudo reforzar su vínculo con su tierra natal y su cultura. Sin embargo, su regreso a Buenos Aires fue inevitable, pues la ciudad argentina ofrecía las mejores oportunidades para sus ambiciones literarias.
Fue también en Buenos Aires donde Nicasio desarrolló una pasión por el fútbol, jugando como guardameta en el Club Atlético River Plate, un hecho que demuestra su integración en la sociedad porteña y la conexión que logró con la vida cotidiana argentina.
La Aceptación en la Sociedad Argentina y los Primeros Logros Periodísticos
A pesar de sus raíces gallegas y sus vínculos con España, Nicasio Pajares logró consolidarse como una figura relevante en la prensa argentina. Su estilo único y su capacidad para abordar temas sociales, políticos y culturales le ganaron un lugar en los medios más importantes del país. Entre 1906 y 1919, se dedicó de lleno al periodismo en Buenos Aires, y su influencia comenzó a sentirse con más fuerza. A medida que su carrera periodística se desarrollaba, las tensiones políticas y sociales entre España y las comunidades de emigrantes en Argentina también influenciaron su escritura, posicionándolo como una figura que reflexionaba sobre la identidad y la relación entre los dos mundos.
Durante este tiempo, Nicasio mantuvo un contacto constante con España, donde viajaba en busca de nuevas inspiraciones y de una relación más estrecha con los movimientos intelectuales de su tierra. La relación con la política y su identificación con ciertos movimientos ideológicos no pasaron desapercibidos, lo que le valió más de una detención a lo largo de su vida. Aun así, nunca dejó de escribir ni de colaborar en los medios, marcando un hito en la prensa de ambos continentes.
Regreso a España y Consolidación de una Carrera Periodística
En 1919, después de casi dos décadas de asentamiento en América, Nicasio Pajares decidió regresar a España. El clima cultural de la Península, sumido en los cambios políticos y sociales de la época, le ofreció nuevas oportunidades para continuar con su carrera literaria y periodística. Se estableció en Madrid, donde el 2 de septiembre de 1920 contrajo matrimonio con María Escolano, con quien tuvo tres hijos, aunque solo su hija María del Carmen sobrevivió. Esta etapa de su vida estuvo marcada por un tono de mayor estabilidad personal y profesional, que permitió a Pajares desarrollar de manera más sólida su producción literaria y periodística.
En la capital española, Nicasio continuó colaborando en diferentes medios de comunicación. Publicó artículos y ensayos en revistas de gran prestigio como La Esfera, Nuevo Mundo, Mundo Gráfico y la revista España. Su pluma, influenciada por las experiencias de su juventud en el extranjero, su formación humanística y su constante inquietud social, le permitió ganarse un lugar destacado en el periodismo español de la época. Sin embargo, no fue solo en el ámbito periodístico donde destacó, sino también en la literatura, un campo que empezó a explorar de manera más decidida.
La Producción Literaria: Obras de Teatro y Ficción
La faceta literaria de Nicasio Pajares comenzó a aflorar a partir de los años 20, cuando publicó sus primeras obras de teatro. Su primer trabajo impreso fue un volumen que recopilaba dos piezas dramáticas, Honrado comercio (un drama en tres actos) y El triunfador Castiñeiras (una comedia de un solo acto). Ambas obras vieron la luz en 1922, aunque ninguna de ellas llegó a ser representada en los escenarios. Estas piezas reflejaban la influencia de sus experiencias tanto en España como en América y daban cuenta de su interés por los temas sociales, algo que sería recurrente en su carrera.
Tras estas obras, su primera novela fue El conquistador de los Trópicos (1924), que se publicó en Madrid y logró una aceptación considerable. La novela refleja su fascinación por el exotismo y las aventuras, un estilo narrativo muy propio de la época, pero también profundiza en temas de identidad, colonización y las tensiones entre el mundo europeo y el latinoamericano. Este tipo de obras representaban una mezcla de lo fantástico con lo histórico, una característica que marcaría su evolución literaria.
Obras Misceláneas y la Evolución de su Estilo
A medida que avanzaba en su carrera literaria, Nicasio Pajares comenzó a experimentar con diversos géneros, lo que le permitió afinar su estilo y enriquecer su obra. En 1926 publicó una obra miscelánea titulada El pensador en la selva. Ideas, impertinencias, diatribas, extravagancias y fantasías del pensador celtíbero don Fernández Sinsegundo, fallecido en América. Esta obra, que contiene una recopilación de escritos de tono satírico y reflexivo, tuvo un notable éxito inmediato y se reeditó poco después de su primera publicación. Pajares no solo utilizó esta obra para explorar cuestiones sociales y políticas, sino también para integrar su particular visión del mundo y su visión crítica sobre la emigración, la modernidad y el choque cultural entre Europa y América.
Este éxito lo llevó a seguir profundizando en la miscelánea literaria, y en 1929 publicó Atorrántida, otro volumen que ahonda en la crítica social y cultural. La obra, como su título sugiere, es una reflexión sobre la decadencia de las sociedades modernas, un tema que siempre ocupó un lugar central en sus escritos.
En 1930, Nicasio Pajares regresó a la narrativa de ficción con su novela Don Quijote y Tío Sam, una obra de marcado tono humorístico y fantástico, que fusiona la tradición literaria de Cervantes con la realidad política y social de su tiempo. Esta novela refleja su estilo único de mezclar lo absurdo con lo serio, lo histórico con lo imaginativo, y lo nacional con lo universal. La crítica literaria de la época lo consideró como un escritor que, pese a las dificultades, mantenía un alto nivel de originalidad en sus textos.
Últimos Años y Muerte
El ritmo literario de Nicasio Pajares comenzó a disminuir en la década de 1930. En 1931, publicó su última novela, Cómo pervirtieron a Palleiros, un relato que marcó su última incursión en la narrativa de ficción. A partir de ese momento, se centró exclusivamente en sus colaboraciones periodísticas, las cuales continuó desarrollando hasta el final de su vida. A pesar de la creciente complejidad de los tiempos políticos y sociales en España, Pajares se mantuvo fiel a su pluma, siendo un testigo crítico de la realidad de su país y de los vaivenes históricos que marcaron su última etapa.
La muerte de Nicasio Pajares Ogeros llegó el 26 de abril de 1956 en Madrid, en la Villa y Corte, donde había vivido gran parte de su vida. Fue enterrado en el cementerio sacramental de la Almudena, donde reposan sus restos. Su legado como narrador, dramaturgo y periodista sigue siendo una referencia clave en el periodismo y la literatura española y argentina, y su obra sigue siendo objeto de estudio y admiración por su capacidad para mezclar géneros, estilos y visiones culturales diversas.
MCN Biografías, 2025. "Nicasio Pajares Ogeros (1881–1956): Narrador, Dramaturgo y Periodista Gallego que marcó huella en el periodismo y la literatura de Argentina y España". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/pajares-ogeros-nicasio [consulta: 28 de septiembre de 2025].