Federico Páez (1877-1974): El ingeniero que marcó un antes y un después en la política ecuatoriana

Federico Páez, nacido en Quito en 1877 y fallecido en la misma ciudad en 1974, fue un político e ingeniero ecuatoriano que desempeñó un papel crucial en la historia del país, particularmente durante la turbulenta década de 1930. Su ascenso al poder como Jefe Supremo de Gobierno en 1935, designado por los militares, fue solo el inicio de un periodo en el que su figura se asoció tanto con reformas sociales importantes como con una creciente represión política. A pesar de que su gobierno fue relativamente corto, entre 1935 y 1937, su legado ha sido objeto de debates por su giro hacia el autoritarismo y sus políticas en torno a la Iglesia y la seguridad social.
Orígenes y contexto histórico
Federico Páez nació en una época de inestabilidad política en Ecuador. Durante su juventud, el país atravesaba diversos cambios y dificultades, que fueron clave en la formación de su carácter y en la manera en que afrontó los retos durante su mandato. Páez recibió su educación primaria y secundaria en el prestigioso Liceo parisino Hoche y luego continuó su formación en ingeniería en las universidades de Gante y Bruselas, en Bélgica. Este trasfondo académico europeo fue fundamental para que Páez adoptara una visión más moderna y tecnocrática de la política y la gestión pública.
A pesar de sus estudios en el extranjero, la situación política interna de Ecuador en la década de 1930 era caótica, marcada por frecuentes cambios de gobierno y la creciente influencia de los militares en los asuntos del Estado. El golpe de Estado que derrocó al presidente José María Velasco Ibarra, conocido como uno de los personajes más influyentes de la política ecuatoriana, allanó el camino para que Páez asumiera el liderazgo del país. Sin una afiliación política clara, pero con una inclinación hacia la izquierda, Páez fue designado Jefe Supremo de Gobierno el 26 de septiembre de 1935, en un momento crítico para Ecuador.
Logros y contribuciones
Durante su breve mandato, Páez implementó una serie de reformas que dejaron una huella significativa en la historia del país. A pesar de no pertenecer formalmente a ningún partido político, su gobierno mostró inclinaciones hacia el socialismo. De hecho, los senadores de izquierda llegaron a apodarlo «el quinto bolchevique», debido a sus políticas progresistas. Entre las principales reformas de su administración destacan la fundación de la Caja del Seguro Social de Empleados Privados y Obreros, que posteriormente se convertiría en el Instituto de Previsión Social. Esta medida buscaba mejorar las condiciones laborales y garantizar ciertos derechos a los trabajadores.
Además, Páez promulgó la Ley Orgánica del Trabajo, que regulaba las huelgas y establecía un salario mínimo, fortaleciendo la protección de los derechos de los trabajadores. También llevó a cabo reformas en el Código Civil, las cuales buscaban adaptarlo a las necesidades de la sociedad moderna. Sin embargo, su enfoque de izquierda pronto se vio amenazado por los eventos políticos que ocurrieron a finales de 1936.
Momentos clave
Uno de los momentos más críticos de su gobierno fue la sublevación del regimiento Calderón el 28 de noviembre de 1936, que desató lo que se conoce como la «guerra de las cuatro horas». En este enfrentamiento, las fuerzas militares se rebelaron contra el gobierno de Páez, lo que él interpretó como una conspiración bolchevique, respaldada por Moscú. Este incidente cambió radicalmente la postura política de Páez, quien se alejó de sus iniciales políticas progresistas y adoptó medidas autoritarias.
Como respuesta a la sublevación, Páez endureció su régimen y adoptó políticas represivas que marcaron su gobierno. La «ley de Seguridad Social», por ejemplo, fue vista como una forma de eliminar las principales garantías sociales. Además, implementó una serie de medidas que restringieron la libertad de prensa, mientras que aquellos que eran considerados sospechosos de ser opositores a su gobierno fueron desterrados, ya sea al extranjero o a las islas Galápagos.
Otro evento clave en su gobierno fue su relación conflictiva con la Iglesia Católica. A pesar de las tensiones con el arzobispo Carlos María de la Torre, Páez buscó un acercamiento directo con la Santa Sede, sin la mediación de terceros. Este acercamiento culminó en la firma de un acuerdo con el Vaticano el 26 de julio de 1937, lo que permitió a la Iglesia recuperar parte de su independencia y personería jurídica, tras años de control por parte del Estado ecuatoriano.
Relevancia actual
El legado de Federico Páez sigue siendo un tema de debate en Ecuador. Aunque algunos lo recuerdan por sus reformas laborales y su tentativa de modernizar el país, su giro hacia un gobierno autoritario y represivo empañó su imagen histórica. La figura de Páez es vista por algunos como un líder que intentó hacer avanzar la justicia social, pero que terminó abrazando métodos opresivos que limitaron las libertades fundamentales de los ciudadanos.
Hoy en día, las reformas que Páez impulsó en materia de seguridad social y trabajo siguen siendo una parte importante del sistema legal y social en Ecuador. Sin embargo, su mandato también dejó una lección sobre los peligros de la concentración de poder y las tensiones entre las diferentes fuerzas sociales y políticas en un país en constante transformación.
Lista de reformas y medidas clave de Federico Páez:
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Fundación de la Caja del Seguro Social de Empleados Privados y Obreros (Instituto de Previsión Social).
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Promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo: Regulación de huelgas y establecimiento de un salario mínimo.
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Reformas al Código Civil: Adaptación de las leyes civiles a las necesidades modernas.
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Implementación de la ley de Seguridad Social: Eliminación de algunas garantías sociales.
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Represión de la libertad de prensa y destierro de opositores: Encarcelamiento y exilio de los disidentes políticos.
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Acercamiento con la Santa Sede y acuerdo con el Vaticano: Restauración de la libertad y personería jurídica de la Iglesia en Ecuador.
El final de su gobierno llegó el 23 de octubre de 1937, cuando el ejército lo derrocó tras convocar una Constituyente que lo nombró presidente interino y, según algunos, presidente constitucional. Este hecho marcó un hito en la historia política ecuatoriana, ya que el poder militar volvió a imponerse sobre el poder civil, colocando al general Alberto Enríquez Gallo en su lugar.
En resumen, Federico Páez fue una figura compleja que, en su corta presidencia, no solo dejó huella por sus reformas laborales, sino también por el autoritarismo que desplegó a medida que su gobierno se fue tornando más represivo. La ambigüedad de su legado sigue siendo un tema de estudio y discusión, con un balance entre sus contribuciones a la justicia social y las sombras de la tiranía que marcaron su mandato.
Bibliografía:
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Velasco Ibarra, José María. Enlace a biografía.
MCN Biografías, 2025. "Federico Páez (1877-1974): El ingeniero que marcó un antes y un después en la política ecuatoriana". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/paez-federico [consulta: 28 de septiembre de 2025].