Lee Harvey Oswald (1939–1963): El Enigma del Magnicidio de Kennedy
Lee Harvey Oswald (1939–1963): El Enigma del Magnicidio de Kennedy
Infancia y Primeros Años
Lee Harvey Oswald nació el 18 de octubre de 1939 en Nueva Orleans, Louisiana, en un entorno marcado por la inestabilidad. Su padre, Robert Oswald, murió dos meses antes de su nacimiento, lo que dejó a su madre, Marguerite Oswald, con la ardua tarea de criar a Lee y a su hermano pequeño, Robert, bajo condiciones difíciles. La familia se mudó con frecuencia a lo largo de su infancia, un patrón que contribuyó a que Oswald no tuviera la oportunidad de establecer relaciones duraderas con otros niños, lo que profundizó su aislamiento.
A la edad de tres años, Oswald fue ingresado en un orfanato debido a las dificultades que enfrentaba su madre. Sin embargo, solo estuvo allí unos meses, ya que fue retirada por ella. A partir de 1944, Oswald y su madre se mudaron a Dallas, Texas, donde continuaron su vida nómada, cambiando de residencia constantemente. En 1947, se establecieron en Fort Worth, otra ciudad de Texas, pero el impacto de estas mudanzas constantes dejó en Oswald una sensación de desarraigo.
Su tiempo en la escuela también fue problemático. Desde joven mostró signos de una personalidad conflictiva y dificultades para adaptarse al sistema escolar. A lo largo de su educación primaria y secundaria, fue un estudiante que frecuentemente cambiaba de escuela, lo que solo aumentó su aislamiento social. A los 12 años, fue diagnosticado con problemas emocionales, y se sometió a varias evaluaciones psicológicas que revelaron una inteligencia superior a la media, pero una pobre capacidad emocional. Los expertos señalaron en su caso una tendencia a la evasión y a la soledad, lo que le permitió desconectarse emocionalmente de su entorno. En este período, Oswald comenzó a desarrollar un fuerte interés por la política, especialmente por el marxismo, leyendo literatura sobre este tema y convirtiéndose en un ferviente defensor de las ideas de Karl Marx.
Juventud y Formación en Nueva York
La situación de Oswald se complicó aún más cuando, en 1952, se mudó con su madre a Nueva York. En la ciudad, continuó sus estudios y su vida escolar, pero la inadaptación persistió. Los problemas psicológicos de Oswald no mejoraron, y sus tendencias a la evasión y a la solitaria actividad intelectual lo alejaron de otros adolescentes. Este aislamiento social y emocional fue una característica que marcaría su vida adulta.
Durante su estancia en Nueva York, Oswald estuvo bajo observación en el hospital Youth House, donde los resultados de las evaluaciones psicológicas apuntaron a que tenía una inteligencia elevada, pero su incapacidad para formar vínculos emocionales con los demás y su actitud distante hacia la vida social eran evidentes. A pesar de su brillantez intelectual, su falta de empatía y su inclinación hacia la introspección lo convirtieron en una persona difícil de comprender y más aún de conectar con los demás.
La lectura constante de obras marxistas y su obsesión con las ideas de la Revolución Comunista parecían ofrecerle un refugio en un mundo donde no se sentía aceptado ni comprendido. Este desarrollo intelectual y político de Oswald estaría en el centro de su identidad durante los próximos años.
Carrera Militar y Especialización en el Cuerpo de Marines
Con 17 años, Lee Harvey Oswald decidió abandonar sus estudios y unirse al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, un paso que cambiaría su vida. A pesar de las dificultades para adaptarse a la vida militar, Oswald mostró habilidades notables como tirador de élite, una destreza que se convertiría en un punto clave en su historia. A lo largo de su servicio, fue destinado principalmente a Japón, donde continuó sus estudios en electrónica aplicada a la guerra, lo que también aumentó su interés en la tecnología y las ciencias militares.
No obstante, Oswald no logró una carrera exitosa dentro del Ejército. Sus conflictos personales y su actitud rebelde lo llevaron a ser llamado ante un tribunal militar en dos ocasiones: la primera, por no registrar sus armas personales como estipulaba el reglamento, y la segunda, por insultar a un superior. Aunque nunca fue ascendido a un rango superior, Oswald terminó su servicio militar como soldado de primera clase, habiendo solicitado su baja anticipada en septiembre de 1959, un año antes del tiempo obligatorio, alegando que debía cuidar de su madre.
Al salir del ejército, Oswald había acumulado $1,500, dinero que utilizaría para financiar un viaje a la Unión Soviética en 1959, lo que marcaría el inicio de una serie de decisiones que cambiarían su destino y le llevarían a convertirse en una figura central en los eventos que culminarían con el asesinato del presidente John F. Kennedy.
Decisión de Viajar a la Unión Soviética
El 13 de octubre de 1959, Oswald viajó a Moscú con la intención de radicarse en la Unión Soviética. La idea de vivir bajo el régimen comunista, lejos de los valores capitalistas de su país, lo había fascinado desde su juventud, y ahora, como joven adulto, estaba decidido a hacer de ese ideal su realidad. Sin embargo, las autoridades soviéticas rechazaron su solicitud de nacionalización y, al sentirse rechazado, Oswald intentó suicidarse cortándose las venas de la mano izquierda en un hotel de Moscú. El intento no tuvo éxito, pero sí llevó a las autoridades soviéticas a permitirle permanecer en el país por un tiempo limitado.
En la Unión Soviética, Oswald trabajó como obrero en una fábrica de material electrónico en Minsk, lo que le permitió vivir modestamente mientras se adaptaba a la vida en el bloque socialista. Durante su estancia, contrajo matrimonio con Marina Nitchilayeva Prusakova, una joven rusa con la que tuvo una hija, siendo este paso un intento de establecerse en un entorno que él consideraba más acorde a sus ideales. A pesar de sus esfuerzos por integrarse, Oswald nunca logró sentirse completamente en casa en la Unión Soviética.
En junio de 1962, Oswald y su esposa Marina regresaron a los Estados Unidos, donde, a pesar de su deseo de permanecer en el campo socialista, no pudo evitar la tentación de regresar a su patria y continuar con sus actividades políticas en favor del comunismo. Este retorno marcaría el comienzo de un período muy convulso en la vida de Oswald, que se vería involucrado en la polarizada política estadounidense, marcada por la Guerra Fría y la hostilidad hacia el comunismo.
Regreso a los Estados Unidos y Activismo Político
A su regreso a Estados Unidos en 1962, Lee Harvey Oswald se estableció primero en Fort Worth, Texas, y luego se mudó a Dallas. En esta nueva etapa de su vida, se dedicó a la política, movido por su convicción marxista y su simpatía hacia los movimientos revolucionarios, en particular el régimen comunista de Fidel Castro en Cuba. A medida que pasaba el tiempo, Oswald se implicó más en actividades políticas radicales. Se unió al Comité de Fair Play for Cuba, una organización que defendía la revolución cubana y que, según se supo más tarde, era prácticamente una invención de Oswald para canalizar su activismo a favor del régimen de Castro.
En 1963, Oswald comenzó a repartir octavillas en Nueva Orleans, promoviendo la causa cubana y generando tensiones con los exiliados cubanos que vivían en la ciudad. Fue arrestado por este acto, lo que reflejó su creciente implicación en la política radical y su aversión hacia el gobierno de Estados Unidos. Durante su estancia en Nueva Orleans, Oswald tuvo la oportunidad de hacer dos intervenciones radiofónicas en las que se declaró abiertamente marxista y secretario del comité local de Fair Play for Cuba. Estas intervenciones sirvieron para consolidar su imagen como un hombre decidido a desafiar el sistema estadounidense, aunque muchos consideraban sus acciones como parte de una búsqueda de notoriedad personal.
Empleo en la Texas School Book Depository
A principios de octubre de 1963, Lee Harvey Oswald consiguió trabajo como obrero en el Texas School Book Depository, un almacén de libros en el centro de Dallas. Este empleo, aparentemente inocente, lo situó en una posición clave para llevar a cabo lo que sería su acto más infame. En la última semana de septiembre de 1963, Oswald realizó un misterioso viaje a México, donde se contactó con la embajada de la Unión Soviética y con personas asociadas al gobierno cubano. Este viaje, por lo que se sabe, fue parte de sus esfuerzos para continuar fomentando sus ideales comunistas y, a través de estos contactos, buscó posibles aliados para su causa.
A pesar de este viaje enigmático y sus contactos con los soviéticos y los cubanos, su trabajo en el Texas School Book Depository pasaba desapercibido. Sin embargo, pronto se revelaría que la posición que Oswald había tomado en el edificio de seis plantas le permitía tener una vista privilegiada del recorrido del presidente John F. Kennedy en su visita a Dallas el 22 de noviembre de 1963.
El Asesinato de John F. Kennedy
El 22 de noviembre de 1963, Lee Harvey Oswald se encontraba en su puesto de trabajo en la sexta planta del Texas School Book Depository. Ese día, el presidente John F. Kennedy se encontraba en Dallas, participando en una gira política que tenía como objetivo ganar apoyo para las elecciones de 1964. A las 12:30 p.m., Kennedy iba en su limusina descapotable, acompañado de su esposa Jacqueline, del vicepresidente Lyndon B. Johnson y otros miembros de su equipo, cuando fue alcanzado por tres disparos de rifle.
De acuerdo con el informe de la Comisión Warren, Oswald fue el autor de los disparos mortales. El informe detalló que, desde la ventana de su oficina, Oswald disparó tres veces con un rifle de alto poder, impactando al presidente en la espalda y en la cabeza, lo que resultó en su muerte instantánea. La conmoción por el asesinato de Kennedy se extendió por todo el país y, aunque las primeras pruebas señalaban a Oswald como el único responsable, las dudas sobre si actuó solo o si existía una conspiración más amplia comenzaron a crecer.
A los 45 minutos de la muerte de Kennedy, Oswald fue acusado de asesinar al oficial de policía J.D. Tippin, quien lo había perseguido después del atentado. Sin embargo, Oswald continuó su huida y fue finalmente detenido en un cine de Dallas, donde fue arrestado por varios agentes del FBI.
La Muerte de Lee Harvey Oswald y las Teorías de Conspiración
Dos días después de ser arrestado, el 24 de noviembre de 1963, Lee Harvey Oswald fue asesinado por Jack Ruby, un empresario y dueño de un club nocturno de Dallas. Ruby disparó a Oswald a quemarropa mientras era escoltado por la policía hacia un coche en el sótano del cuartel general de la policía. Este hecho, que ocurrió en vivo ante las cámaras de televisión, sumió al país en un estado de asombro y dejó muchas preguntas sin respuesta. La muerte de Oswald borró la posibilidad de obtener más información directa sobre sus motivaciones y, por ende, las circunstancias del asesinato de Kennedy.
Las autoridades rápidamente clasificaron el asesinato de Oswald como un acto de venganza personal de Ruby, aunque muchos no estaban convencidos. Las teorías de conspiración empezaron a tomar fuerza, especialmente después de la Comisión Warren, que en su informe oficial concluyó que Oswald había actuado solo. Sin embargo, estas conclusiones fueron ampliamente criticadas por periodistas, analistas y el público en general. En 1979, un Comité de la Cámara de Representantes reconoció que era posible que un segundo francotirador hubiera estado involucrado en el asesinato de Kennedy, sugiriendo la existencia de una conspiración más amplia.
La figura de Lee Harvey Oswald, con su pasado marcado por la inestabilidad emocional, su activismo comunista y su papel central en uno de los eventos más traumáticos de la historia de Estados Unidos, sigue siendo objeto de debate y controversia. ¿Actuó solo en su ataque a Kennedy o fue parte de un complot más grande? A pesar de décadas de investigaciones, el misterio persiste y sigue siendo uno de los grandes enigmas de la historia moderna.
MCN Biografías, 2025. "Lee Harvey Oswald (1939–1963): El Enigma del Magnicidio de Kennedy". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/oswald-lee-harvey [consulta: 28 de septiembre de 2025].