Osorkón II (874-850 a.C.): El Rey de Egipto que Enfrentó a Asiria y Embelleció los Templos de su Nación
Osorkón II, quinto rey de la XXII dinastía egipcia, gobernó entre 874 y 850 a.C. en un período en el que Egipto luchaba por mantener su influencia en un mundo cada vez más amenazado por potencias extranjeras. Este monarca, hijo de Takelot I y de la reina Kapes, consolidó su poder y extendió su influencia a través de sus decisiones políticas y sus relaciones exteriores, a la par que impulsaba grandes proyectos arquitectónicos que reflejaron su carácter y ambición.
Orígenes y Contexto Histórico
La historia de Osorkón II está vinculada a la evolución de la XXII dinastía egipcia, un período que se caracteriza por la fragmentación del poder y la presencia de familias nobles influyentes en las regiones de Egipto. Osorkón II ascendió al trono en un contexto complejo, en el que las dinastías locales intentaban restaurar la estabilidad tras un largo período de crisis interna.
A lo largo de su reinado, Osorkón II enfrentó importantes desafíos tanto internos como externos. La dinastía de los Takelot había dominado gran parte del país, pero en términos políticos, Egipto estaba dividido en varias zonas bajo el control de distintas familias poderosas. Para consolidar su poder, Osorkón II recurrió a la estrategia de colocar a sus propios hijos en posiciones clave dentro del aparato estatal y religioso, desplazando a algunas de las grandes familias que antes controlaban el poder en ciertas regiones.
Logros y Contribuciones
Uno de los aspectos más notables del reinado de Osorkón II fue su habilidad para colocar a sus hijos en lugares de gran influencia, lo que fortaleció la estabilidad de su gobierno. Su hijo mayor y heredero, Sheshonq, fue designado como Gran sacerdote de Ptah en Menfis, una de las ciudades más importantes del Egipto antiguo. Por otro lado, Nimlot, otro de sus hijos, fue colocado primero en Heracleópolis y más tarde en Tebas, como Gobernador y Sumo sacerdote de Amón. Esto ocurrió después de la muerte de Harsiese, primo de Osorkón II. Finalmente, Hornakht, aunque aún un niño, también fue nombrado Sumo sacerdote de Amón en Tanis, lo que reflejaba la confianza que Osorkón II depositaba en su descendencia para asegurar el futuro del imperio.
Además de sus políticas internas, Osorkón II continuó la política exterior de sus antecesores, manteniendo relaciones con pequeños Estados de Palestina y Siria, como Biblos. Sin embargo, uno de los grandes desafíos a los que se enfrentó fue la creciente amenaza de Asiria. Durante su reinado, Asiria estaba en ascenso bajo el liderazgo de Assur-nasirpal II y más tarde de Salmanasar III. La rivalidad con Asiria se intensificó, y Osorkón II se vio obligado a enviar tropas para unirse a una coalición de reinos que incluía a Damasco, Khamat, Israel y otros estados. Esta coalición fue derrotada en la Batalla de Qarqar, cerca del río Orontes, por el ejército de Salmanasar III.
Momentos Clave del Reinado de Osorkón II
A lo largo de su gobierno, Osorkón II vivió varios momentos claves que marcaron su reinado:
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Fortalecimiento del poder interno: Colocó a sus hijos en posiciones de poder y comenzó a establecer su influencia sobre los templos más importantes de Egipto.
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Relaciones exteriores: Mantuvo buenas relaciones con pequeñas ciudades-estados de Palestina y Siria, pero también se vio obligado a enfrentarse a las ambiciones expansionistas de Asiria, lo que resultó en la derrota de la coalición egipcia en la Batalla de Qarqar.
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Construcción y embellecimiento de templos: Durante su reinado, Osorkón II impulsó una serie de proyectos arquitectónicos. Destacan especialmente sus trabajos en Bubastis, donde embelleció el templo de la diosa Bastet y lo decoró con escenas alusivas a su fiesta jubilar, conocida como la Fiesta Sed. Este evento, que tenía lugar cada 30 años, simbolizaba la renovación del poder real y la vitalidad del faraón.
Listado de logros arquitectónicos de Osorkón II:
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Bubastis: Embellecimiento del templo de la diosa Bastet.
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Leontópolis, Menfis y Tebas: Obras y restauraciones de templos.
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Tanis: Obras en su tumba, donde fue enterrado tras su muerte.
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Fiesta Sed: Celebración de la Fiesta Sed del año 22 de su reinado.
Relevancia Actual
Aunque el reinado de Osorkón II estuvo marcado por conflictos con las potencias extranjeras, sus logros internos, especialmente en lo que respecta a la restauración de templos y la consolidación de su poder mediante el nombramiento de sus hijos, dejaron una huella duradera en la historia egipcia. A pesar de su derrota frente a Asiria, el faraón se mostró como un líder capaz de mantener la unidad de Egipto y de conservar su influencia en las regiones circundantes.
Además, el legado de Osorkón II perdura en los vestigios arqueológicos que se han encontrado en diversas ciudades egipcias. La tumba de Osorkón II fue descubierta en 1939 en Tanis, aunque ya había sido profanada en la antigüedad. Sin embargo, los arqueólogos pudieron recuperar el sarcófago de granito del faraón, así como el de su hijo Hornakht. A través de estos descubrimientos, se ha logrado conocer más acerca de su vida y de la época en la que gobernó.
Entre los objetos que dan cuenta de su legado se destaca una magnífica tríada de divinidades realizada en oro, lapislázuli y cristal, que se encuentra en el Museo del Louvre. En ella, Osorkón II aparece representado bajo la forma de Osiris, flanqueado por las figuras de Isis y Horus, lo que subraya su vínculo con las divinidades egipcias y su deseo de asegurar su lugar en la eternidad.
Su Sucesión
Osorkón II fue sucedido por Takelot II, quien, según las evidencias, probablemente era hijo de Osorkón II y de una concubina, ya que el heredero principal, Sheshonq, había muerto antes. La sucesión de Takelot II marcó el fin de una era para la XXII dinastía, pero también aseguró la continuidad de la dinastía Takelot.
En resumen, Osorkón II fue un faraón cuyo reinado estuvo marcado por una mezcla de éxito y fracaso. Si bien enfrentó amenazas externas, como la de Asiria, y experimentó dificultades en la gestión interna del poder, su legado perdura a través de sus proyectos arquitectónicos y de su contribución a la consolidación del poder de su dinastía.
MCN Biografías, 2025. "Osorkón II (874-850 a.C.): El Rey de Egipto que Enfrentó a Asiria y Embelleció los Templos de su Nación". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/osorkon-ii [consulta: 17 de junio de 2025].