Bernardino Ortega (s. XVI): El escultor sevillano que dejó su huella en la catedral de Sevilla

En el siglo XVI, uno de los periodos más ricos de la historia del arte en España, surgieron numerosos artistas cuyas obras trascendieron en el tiempo. Entre ellos se destaca Bernardino Ortega, un escultor español cuyo legado se ha preservado principalmente por su trabajo en la catedral de Sevilla. A través de su arte, Ortega contribuyó al desarrollo de la escultura renacentista y barroca en Andalucía, siendo su influencia notable en la ciudad que lo vio nacer.

Orígenes y contexto histórico

Bernardino Ortega nació en un momento crucial para el arte en España. La España del siglo XVI experimentaba una consolidación de la corona, un crecimiento económico gracias a las riquezas provenientes del Nuevo Mundo y un florecimiento cultural impulsado por los reyes de los Austrias. Sevilla, su ciudad natal, era uno de los centros comerciales más importantes de Europa debido a su puerto, que conectaba el continente con las Américas. Este ambiente próspero favoreció el desarrollo de las artes, siendo la catedral de Sevilla un epicentro de actividades artísticas.

Hijo y discípulo de Francisco Ortega, Bernardino creció en un ambiente familiar propicio para la formación artística. Su padre fue también un escultor reconocido, lo que permitió a Bernardino acceder a un entorno de aprendizaje privilegiado, donde pudo aprender técnicas y estilos que marcarían su carrera. La obra de Bernardino Ortega está profundamente influenciada por el Renacimiento, pero también se empieza a apreciar la influencia del Barroco, que comenzaba a afianzarse en la época.

Logros y contribuciones

Las contribuciones de Bernardino Ortega a la escultura sevillana son incuestionables. Uno de sus mayores logros fue su participación en la realización de los lados del retablo mayor de la catedral de Sevilla. Este retablo, una de las obras más emblemáticas del Renacimiento en España, contaba con la participación de varios artistas destacados de la época, pero la aportación de Ortega en sus esculturas fue crucial para la configuración del conjunto artístico.

Las esculturas de Ortega se destacan por su detallado tratamiento de las figuras humanas y su capacidad para transmitir emoción y dinamismo, elementos que marcaron su estilo personal. Aunque no se conservan muchas de sus obras, la crítica ha resaltado la capacidad de Ortega para plasmar en sus esculturas una notable expresividad que capturaba las tendencias del Renacimiento, pero con un toque propio que ya anticipaba los rasgos del Barroco.

Además, Bernardino Ortega fue parte de la escuela de escultores sevillanos que marcaron el paso de la escultura renacentista a la barroca. Este cambio estilístico fue gradual y estuvo marcado por una mayor dramatización en las escenas religiosas, un mayor uso de la luz y la sombra, y un detallado trabajo en las expresiones faciales de las figuras. Ortega fue testigo de este proceso, y sus obras reflejan este puente entre los dos estilos.

Momentos clave de la vida de Bernardino Ortega

A lo largo de su carrera, Bernardino Ortega vivió momentos cruciales que marcaron su destino artístico. Entre los más destacados se incluyen:

  • La formación con su padre: Desde joven, Bernardino se formó en el taller de su padre, lo que le permitió adquirir una sólida base técnica en la escultura.

  • La colaboración en la catedral de Sevilla: Su participación en el retablo mayor de la catedral de Sevilla es, sin duda, el hito más importante de su carrera. Este trabajo le permitió ganarse el reconocimiento como escultor y consolidar su nombre dentro de la historia del arte sevillano.

  • El impacto de la influencia barroca: A medida que la escultura barroca comenzaba a tomar fuerza en Europa, Bernardino Ortega experimentó este nuevo estilo en su obra, adaptándose a los cambios artísticos de la época.

A pesar de que muchos de los detalles de su vida personal han quedado en el olvido, su obra ha perdurado como testimonio de su habilidad y creatividad.

Relevancia actual

La figura de Bernardino Ortega sigue siendo relevante en el panorama de la escultura renacentista y barroca en España. Aunque en comparación con otros artistas de la época su nombre no está tan difundido, su contribución a la catedral de Sevilla ha asegurado un lugar destacado en la historia del arte de Andalucía. El retablo mayor de la catedral sigue siendo una de las obras más importantes de la arquitectura religiosa de Sevilla, y las esculturas de Ortega, a pesar del paso de los siglos, continúan siendo objeto de estudio y admiración.

La influencia de Ortega también se puede ver en la escuela de escultores sevillanos que floreció en los siglos posteriores, cuyas obras seguirían una línea estilística similar a la de Ortega, mezclando el Renacimiento con el Barroco. Así, el trabajo de Bernardino Ortega contribuyó de manera significativa a la evolución de la escultura en el sur de España.

En la actualidad, el estudio de su obra es esencial para entender el desarrollo del arte en Sevilla durante el Renacimiento y el Barroco, dos periodos que marcaron profundamente la cultura española. Su capacidad para fusionar estilos y su atención al detalle continúan siendo admiradas por los historiadores del arte, quienes ven en él un ejemplo de la transición entre épocas y estilos artísticos.

La preservación de su obra en la catedral de Sevilla garantiza que el legado de Bernardino Ortega no solo perdure, sino que siga inspirando a futuras generaciones de artistas y amantes del arte.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Bernardino Ortega (s. XVI): El escultor sevillano que dejó su huella en la catedral de Sevilla". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ortega-bernardino [consulta: 30 de septiembre de 2025].