Nordenflicht, Thaddeus von. Barón de (1748-1815).


Técnico de minas sueco nacido en 1748 y fallecido en Madrid en 1815, uno de los expedicionarios a las minas de potosí que formaron parte de la llamada expedición alemana.

La fuerte postración en que habían caído las minas de plata sudamericanas, que a lo largo del siglo XVIII ya no significaron una riqueza real para la metrópoli, era causa de honda preocupación para la administración española. El éxito que en Europa representó el nuevo método de beneficio por amalgamación del barón de Born hizo renacer las esperanzas. Fausto de Elhuyar fue encargado para reclutar el personal técnico necesario para la implantación del nuevo método en América. En realidad se trataba de organizar una doble experiencia en México y Perú; al frente de la primera, que acompañaría a Elhuyar, figuró Federico Sonneschmidt y al frente de la segunda, el minerólogo sueco barón de Nordenflicht.

Nordenflicht había estado al servicio de la corona polaca. Formaron parte de su equipo Anton Zacharias Helms, especialista en fundición y ensayador; Juan Daniel Webert, ingeniero profesor de laboreo, Federico Mothes, geómetra subterráneo, y varios mineros y técnicos menores. Tras firmar un ventajoso contrato por diez años, salieron hacia Buenos Aires a principios de 1788, y alcanzaron Potosí tras cruzar el continente por tierra en 1789.

La expedición hubo de afrontar numerosas dificultades de adaptación al país, al idioma y a las condiciones técnicas. El panorama que encontraron fue realmente desolador. En lo técnico, por el anquilosamiento que había esclerotizado los método desde la época de Álvaro Alonso Barba. El interior de las minas era impracticable como consecuencia en gran parte de unas ordenanzas poco previsoras que concedían las exploraciones por breves periodos de tiempo, lo que alentaba más la rapiña que la racionalidad. Pese a ello, quizá las condiciones económicas eran las más graves porque se había sufrido un complejo proceso de descapitalización, acrecentado aún más por los primeros movimientos independentistas -recuérdese a Tupac Amaru– que habían inducido a repatriarse con sus ahorros a los más poderosos.

La expedición tuvo una cogida hostil y aunque muchas de sus iniciativas estuvieron sin duda justificadas, siempre contaron con la enemiga de mineros y beneficiadores. La falta del respaldo que Elhuyar pudo prestar a Sonneschmidt en México se hizo notar en Perú. Mothes realizó numerosas mediciones en el interior del cerro de Potosí y levantó el primer plano de las galerías y de los filones argentíferos. Helms instaló un laboratorio y trató de impartir enseñanza elemental de mineralogía, para lo cual precisaba de un intérprete. Al propio tiempo pretendió introducir unos hornos similares a los empleados en la mina yugoslava de Idria, también sin éxito. Helms no pudo soportar la tensa situación planteada y embarcó hacia España en 1792. Por último, Webert se empeñó en la tarea de construir la máquina de Born, luchando contra la escasez de materiales; dentro del ambiente descrito es razonable que existiera la convicción en Potosí de que la puesta en marcha de estas máquinas desencadenaría el paro, lo que fue una nueva fuente de hostilidad. En un plazo de tres años, Webert logró concluir cinco máquinas, ninguna de las cuales siguió en funcionamiento después de su marcha. En cuanto a los planes más genéricos que apuntaba el propio Nordenflicht, tropezaron con problemas financieros por parte de la administración o con la inhibición inversora de la iniciativa privada.

En resumen, aun cuando la expedición obtuvo algunos logros científicos por la información que pudieron recoger los destacados especialistas que la formaban, el objetivo principal de incrementar la producción de plata no se alcanzó y en este sentido constituyó un completo fracaso. Las razones consideradas en este artículo, y otras consideradas en la bibliografía adjunta, no ponen en duda en ningún momento la capacidad de los expedicionarios. Debe reconocerse, por último, que Sonneschmidt reconoció en México que el beneficio de patio era más apropiado que el de Born para las condiciones americanas.

Bibliografía.

Fuentes.

HELMS, ANTON ZACHARIAS.Tagebuch einer Reise durch Peru, von Buenos Ayres… über Potosi nach Lima, Dresden, Walther, 1798. Es el testimonio más completo de la expedición, y fue traducido al ingles (1806) y al francés (1812).

Estudios.

ANDRÉ, MARIUS. Le Baron de Nordenflicht et les mineurs allemands au Pérou. Revue de l’Amérique Latine, 8 (1924), 189-306. Este trabajo está confeccionado sobre manuscritos del Archivo de Indias.GICKLHOM, R. Die Bergexpedition des Freiherrn von-Nordenflicht und die deutschen Bergleuten in Perú. Leipzig, Kultur und Tecknik, 1963, Contiene documentos originales o en traducción alemana.BARGALLÓ, M. La minería y la metalurgia en la América española durante la época colonial. México, Fondo de Cultura Económica, 1955.HELMER, M. Mineurs allemands à Potosi: l’expedicion Nordenflycht (1788-1798). La minería hispana e iberoamericana, vol. I, León, Cátedra de San Isidoro, 1970, pp. 513-528.MAFFEI, E. y RÚA FIGUEROA, R. Apuntes para una Biblioteca Española de libros, folletos y artículos, impresos y manuscritos relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales y a las ciencias auxiliares. Madrid, J.M Lapuente, 1871-1872. Vol. I, pp. 510-513; vol. II, pp. 627-630.LOHMAN VILLENA, G. La minería en el marco del virreinato peruano. La minería hispana e iberoamericana, vol. I, León, Cátedra de San Isidoro, 1970, pp. 639-655.WHITAKER, A. P. The Elhuyar Mining Missions and the Enligtenment. Hispanic American Historical Review, 31 (1951), 557-585.

Los dos últimos trabajos contienen escasa información concreta sobre la expedición, pero son muy valiosos en cuanto al marco ambiental.

Eugenio PORTELA MARCO