Niña de los Peines (1890-1969): La voz inmortal del flamenco

La historia del flamenco no se entiende sin la presencia de una de sus más grandes figuras: Pastora María Pavón Cruz, conocida artísticamente como la Niña de los Peines. Nacida en Sevilla en 1890, esta cantaora dejó una huella imborrable en el panorama musical de su tiempo. Con su voz prodigiosa, se consagró como la figura femenina más importante en la historia del flamenco, dejando un legado musical que continúa siendo referencia para los artistas de la actualidad.

Orígenes y contexto histórico

La Niña de los Peines nació en un contexto lleno de tradición y pasión flamenca. La Sevilla de finales del siglo XIX y principios del XX era un hervidero de influencias culturales, donde las grandes voces del flamenco surgían con una facilidad asombrosa. Su familia, profundamente vinculada al arte del cante flamenco, fue un factor decisivo en su formación. Era hermana de Tomás Pavón y de Arturo Pavón, dos grandes nombres del flamenco, lo que permitió que desde pequeña se sumergiera en el mundo de la música.

Desde temprana edad, la Niña de los Peines destacó en los escenarios, y a los ocho años ya comenzaba a hacer sus primeras apariciones públicas en el Café de la Marina en Madrid. Allí, comenzó a ser conocida por su prodigiosa voz, que la llevó a ganar el apodo de «la Niña de los Peines», nombre inspirado en una copla que cantaba en los tangos: «Péinate tú con mis peines / mis peines son de canela…». Esta etapa inicial de su carrera marcó el comienzo de su meteórica ascensión en el mundo del flamenco.

Logros y contribuciones

La Niña de los Peines es recordada no solo por su impresionante dominio técnico, sino también por su capacidad para transmitir la emoción más profunda de cada estilo flamenco que interpretaba. A lo largo de su carrera, dominó una amplia gama de estilos, destacándose especialmente en el tango, las seguiriyas, las saetas, las soleás, las bulerías, las peteneras, y muchos más. Su capacidad para mezclar técnica impecable y «duende», como la describió Federico García Lorca, le permitió convertirse en un referente indiscutido del flamenco.

Su legado no solo está marcado por su habilidad vocal, sino también por el gran número de grabaciones que dejó para la posteridad. Comenzó a grabar en 1908, trabajando inicialmente para un sello francés. A lo largo de los años, sus grabaciones fueron testigos de su evolución artística. Desde sus primeras grabaciones con Luis Molina a la guitarra en 1908, hasta sus colaboraciones con Ramón Montoya en 1909, la calidad de su arte se mantuvo en constante ascenso.

Además, la Niña de los Peines no se limitó a los escenarios flamencos tradicionales, sino que también se aventuró en la Ópera Flamenca, un género popular en su época, adaptándose a nuevas corrientes musicales. A lo largo de su carrera, grabó múltiples éxitos que la consolidaron como una de las artistas más prolíficas del flamenco.

Discografía destacada

  1. 1908-1909: Primeras grabaciones con Luis Molina y Ramón Montoya.

  2. Años 20 y 30: Grabaciones para el sello Sonifolk que la consolidaron como una de las voces más nítidas y adaptadas al flamenco.

  3. 1950: Adaptación de «Anda jaleo» de Federico García Lorca, en un acompañamiento de Melchor de Marchena.

Cada una de estas grabaciones no solo refleja su capacidad técnica, sino también su capacidad para interpretar y transformar el flamenco, adaptando las melodías tradicionales del siglo XIX a su propio estilo.

Momentos clave

A lo largo de su vida, la Niña de los Peines vivió una serie de momentos clave que marcaron tanto su carrera como su vida personal:

  1. 1908: Inicia su carrera con grabaciones en un sello francés.

  2. 1931: Se casó con Pepe Pinto, con quien formó una pareja artística y personal sólida. Juntos, hicieron una de las duplas más notables del flamenco.

  3. 1950: Grabó «Anda jaleo», una pieza que marcó un hito en la historia del flamenco.

  4. 1996: La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía declaró su voz como «Bien de Interés Cultural».

  5. 2004: Se presentó la obra completa de la Niña de los Peines en 13 discos compactos, un tributo a su legado.

Relevancia actual

La influencia de la Niña de los Peines sigue siendo palpable en el flamenco contemporáneo. Su forma de interpretar los cantes más difíciles sigue siendo un modelo de perfección y emoción. Artistas de todas las generaciones han rendido homenaje a su figura, y su nombre es sinónimo de excelencia en el mundo del flamenco.

Hoy en día, su discografía sigue siendo una referencia obligada para los estudiosos del flamenco y los aficionados del género. Su vida y obra son un testimonio de la evolución de la música flamenca en España y en el mundo entero. La Niña de los Peines no solo marcó una época, sino que sigue siendo una inspiración para las nuevas generaciones de artistas que buscan alcanzar el nivel de maestría que ella alcanzó.

A través de su música y su legado, la Niña de los Peines se ha convertido en una figura eterna del flamenco. Artistas como Antonio Chacón, Manuel Torre, Tomás Pavón, y muchos otros, compartieron la admiración y respeto por su arte, y su figura sigue siendo el epítome de lo que significa ser una cantaora de flamenco.

Conclusión

La historia de la Niña de los Peines es la historia de una mujer que, a través de su arte, dejó una huella imborrable en la música de España. Su vida y su carrera son un ejemplo de lo que significa ser una artista completa, que no solo domina la técnica, sino que también transmite la esencia más profunda de un arte tan lleno de pasión y emoción como es el flamenco. Su legado sigue vivo hoy, y su voz seguirá siendo una de las más grandes de la historia del flamenco.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Niña de los Peines (1890-1969): La voz inmortal del flamenco". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ninna-de-los-peines [consulta: 19 de octubre de 2025].